- La organización señaló que los reos apenas reciben un tobo de agua diario, por lo que muchos sufren de enfermedades en la piel y otros problemas de salud. De igual modo, las autoridades del penal tenían suspendidas las visitas desde el 30 de agosto
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) advirtió que los presos políticos que se encuentran en la cárcel de Rodeo II, en el estado Miranda, no cuentan con una alimentación adecuada, ni con acceso frecuente a derechos básicos como agua y medicinas. En un foro virtual realizado el 14 de septiembre, la organización señaló que los reos han sufrido descompensaciones y problemas de salud a causa de esta situación.
La directora del OVP, Carolina Girón, señaló que la dieta de los presos carece completamente de proteínas y no cumple con las 2.000 kilocalorías mínimas que un ser humano debe consumir diariamente. Agregó que invariablemente se sirven arepas solas de desayuno y arroz con granos para el almuerzo y cena. Y esto en los días en que las autoridades ofrecen las tres comidas reglamentarias.
También informó que los alimentos suelen prepararse un día antes, por lo que muchas veces llegan en mal estado al no ser conservados de forma adecuada. De igual manera, los guardias los reparten a deshoras, sin un horario regular. Esto ha hecho que muchos presos presenten cuadros de desnutrición, así como problemas estomacales por la comida dañada.
Sin agua ni atención médica
Otro tema que Girón resaltó fue las fallas en el suministro de agua que sufre el internado judicial. Indicó que por el racionamiento, a cada preso se le da un solo tobo para hacer sus necesidades y bañarse. Esto hace que deban elegir entre una cosa o la otra, o recolectar agua de lluvia.
Este problema, sumado al hacinamiento en las celdas, da como resultado que los presos padezcan enfermedades como escabiosis, amibiasis y tuberculosis. Aunque muchos son llevados a la enfermería al complicarse sus casos, no suelen recibir atención médica oportuna. Esto debido a las fallas en el suministro de medicamentos.
Motín por visitas en Rodeo II
El 12 de septiembre se presentó una situación irregular en Rodeo II, luego de que los presos realizaran un motín. De acuerdo con la organización Una Ventana a la Libertad, exigían la reanudación de las visitas y de las salidas al patio, las cuales estaban suspendidas por orden del Ministerio de Servicios Penitenciarios desde el 30 de agosto.
El motivo del castigo fue un video difundido en redes sociales. En él, un reo denunciaba públicamente que tenía 11 meses con boleta de excarcelación, pero que las autoridades se negaban a liberarlo. Esto hizo que el Grupo de Respuesta Inmediata de Seguridad y Custodia (GRIC) interviniera el penal e impusiera el régimen de reclusión. La situación se volvió particularmente tensa después de que los presos comunes invadieran el piso de los presos políticos. Testigos afirmaron que todo el día se escucharon gritos provenientes de allí.
El OVP aclaró que las visitas fueron reanudadas al día siguiente del motín. Los detenidos aprovecharon también para quejarse por irregularidades cometidas por los custodios. Entre ellas el decomiso arbitrario de su comida y pertenencias, o el cobro a sus familiares para poder llevarles alimentos.
Detención arbitraria
Si bien la población carcelaria de Venezuela suele ser objeto de constantes violaciones de sus derechos humanos, en el caso de los presos políticos la situación suele ser más grave. Sugled Gasparini, representante de Familia SOS Libertad, afirmó que estos son víctimas no solo de la privación de comida y visitas, sino también de torturas y otros abusos. Esto sin contar el temor de sus familias cada vez que ocurren hechos violentos en la cárcel, como los motines.
“Las cosas se agravan porque los privados de libertad están expuestos a diversas patologías por las torturas de las que constantemente son víctimas. Hemos puesto denuncias en la Fiscalía y no hay repuestas de nada”, aseguró.
En el foro del OVP también estuvieron los padres del preso político Larry Briceño, quien tenía cuatro años detenido en la cárcel militar de Ramo Verde, pero a principios de año fue trasladado sin aviso a Rodeo II. Afirmaron que desde entonces no han podido verlo, ya que viven lejos. También estaban los padres de Marco Antonio Garcés, un estudiante de ingeniería arrestado en septiembre de 2020 y acusado de terrorismo solo haber viajado en un carro por puesto junto a un turista estadounidense.
“Nuestro hijo ha recibido demasiados golpes. Marco Antonio presenta muchos problemas de salud por la alimentación: diarreas, fiebre, pérdida de peso, así como también ansiedad y depresión”, lamentaron.