• Nereida Guerra, representante de la Sociedad de Amigos de los Árboles (Sadarbol), alertó que el debilitamiento de los ejemplares responde a diversos factores que no han sido abordados por las autoridades

Los árboles muchas veces se ven afectados debido a la intensidad de los vientos o las condiciones climáticas que generan las lluvias. La capacidad de un árbol para resistir estos elementos puede depender de varios aspectos, como su salud en general y la forma en que están desarrolladas sus raíces. 

Nereida Guerra, representante de la Sociedad de Amigos de los Árboles (Sadarbol), indicó que los factores que inciden en que los árboles tengan poca resistencia en los periodos de precipitaciones obedece, en Caracas, al lugar donde fueron plantados. 

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“Los árboles en Caracas tienen muchas cosas en contra. Algunos están plantados en islas, aceras, cerca de brocales, etc. Además, muchos son afectados por reparaciones de infraestructuras urbanas, lo que implica en algunas ocasiones el corte de raíces”, explicó Guerra en entrevista para el Circuito Éxitos de Unión Radio.

Otros factores 

La activista destacó que otro factor es que la presencia de botes de agua en las aceras, a menudo ignorada, puede tener consecuencias significativas en el debilitamiento de los árboles. Guerra aseguró que el agua estancada alrededor de las bases de los árboles contribuye a la compactación del suelo y dificulta el acceso de oxígeno y nutrientes a las raíces. Este estancamiento puede debilitar el sistema de raíces, afectando la capacidad del árbol para anclarse de manera efectiva.

Puede ser un árbol perfecto, sano y apropiado para el espacio, pero si está siendo vulnerado en su anclaje aunque esté sano va a volcar con un viento fuerte”, indicó.

Acotó que la humedad constante crea un ambiente propicio para la proliferación de patógenos que debilitan la estructura del árbol y pueden llevar a su deterioro. La vocera también recalcó que a los árboles se le vierten desechos de aceites y lubricantes, lo que los intoxica y debilita hasta que mueren.

Por otra parte, Guerra sostuvo que la poda inapropiada, como la eliminación excesiva de ramas principales o la realización de cortes incorrectos, debilita la estructura del árbol.

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Las ramas son esenciales para la salud y el equilibrio de un árbol, y su eliminación excesiva puede desestabilizarlo, lo que los hace más susceptible a daños por viento, lluvia o nieve. Además, opinó que los cortes incorrectos pueden dejar heridas abiertas que facilitan la entrada de enfermedades y plagas.

“Hay que aprender un poco más de los árboles; es importante cuidar los que ya tenemos, gestionar de una mejor forma las reparaciones, y la ciudadanía tiene el deber de exigir a las empresas y administradores públicos que integren el espacio a las áreas verdes”, concluyó la activista ambiental. 

Árboles caídos se convirtieron en algo regular en Caracas

Las lluvias registradas en los últimos meses en el Área Metropolitana de Caracas han dejado un saldo de varios árboles caídos. Los ejemplares que se ven afectados son de gran magnitud, por lo que se han presentado daños en calles y avenidas, además de hogares y locales comerciales.

Tala sistemática 

#TeExplicamosElDía | Sábado 27 de noviembre
Foto: Archivo

Grupos ambientalistas, diversas organizaciones no gubernamentales (ONG) y la sociedad civil han denunciado, a través de redes sociales, la tala de gran cantidad de estos árboles en los municipios que conforman la Gran Caracas.

“Se ha dado una tala sistemática y sin control bajo un silencio cómplice de las autoridades. Esto no es más que una una actitud negligente de quienes son responsables de la protección del ambiente, incluyendo al Ministerio de Ecosocialismo, Instituto Nacional de Parques, y los institutos ambientales de las gobernaciones y municipios”, dijo en entrevista para El Diario el 21 de julio de 2023, Hildebrando Arangú Santeliz, profesor especialista en derecho ambiental y desarrollo sustentable, magíster en Ciencias Ambientales.

Arangú Santeliz precisó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un estándar mínimo de superficie de áreas verdes, el cual es un indicador de calidad de vida, de aproximadamente 9 metros cuadrados de zona verde urbana por habitante. Sin embargo, señaló que en Venezuela no se cuenta con un estudio que avale si ese parámetro internacional es respetado.

El especialista señaló que es determinante la supervisión por parte de especialistas en biología y botánica cada vez que se autoriza una poda o tala para velar por el bienestar de las especies, disminuir los riesgos de una poda inadecuada y certificar el proceso de principio a fin.

“El procedimiento debe hacerse con el conocimiento y la pericia necesaria de expertos, porque de hacerlo de una manera incorrecta podría afectar su sistema de crecimiento”, explicó también para El Diario Ignacio Armas, director de la ONG la Tierra se Calienta.

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