- El recién electo presidente de Estados Unidos prometió, durante su campaña, varias medidas para frenar la migración
El gobernador de Texas, Greg Abbott, expresó su apoyo a la propuesta de deportaciones masivas del presidente electo Donald Trump y aseguró que estas comenzarán con los migrantes que tengan antecedentes penales.
Trump, quien obtuvo la victoria en las elecciones frente a la vicepresidenta Kamala Harris, prometió durante su campaña expulsar del país a más de 11 millones de personas que viven sin un estatus legal en EE UU.
“Hará lo que casi todos los estadounidenses están de acuerdo que haga: comenzar con los criminales que están aquí”, indicó Abbott en una rueda de prensa el 7 de octubre.
De acuerdo con el gobernador, las deportaciones son un proceso que comenzarán con los migrantes “criminales”: “Después de que termine con eso, mirará a otros lugares”.
Para poner en práctica el plan de expulsión de migrantes, Trump prometió invocar una ley de 1798 que solo se ha usado en tiempos de guerra.
Esa ley se utilizó durante la Segunda Guerra Mundial por el presidente Franklin D. Roosevelt (1933-1945) para establecer centros de internamiento donde fueron detenidos miles de migrantes japoneses y sus descendientes nacidos en Estados Unidos.
Un reciente cálculo del Consejo de Inmigración Estadounidense (AIC, por sus siglas en inglés) estima que EE UU gastaría 3,15 millardos de dólares para deportar 13 millones de migrantes sin documentación.
Propuestas migratorias de Trump
Trump, durante sus mítines de campaña, mantuvo en su discurso su política en contra de los “migrantes ilegales”. Además de las deportaciones masivas, también prometió construir centros para la detención de extranjeros indocumentados que ingresen al país.
El republicano ha insistido en que no está en contra de que lleguen a EE UU personas de otros países, pero deben hacerlo de forma legal.
Stephen Miller, principal ideólogo de las propuestas de Trump, detalló que para realizar las deportaciones masivas, el gobierno federal pediría ayuda a los reservistas de la Guardia Nacional.
De acuerdo con Miller, Trump desplegaría a las Fuerzas Armadas en la frontera con México para deportar automáticamente a quienes intenten cruzar.
Trump ha citado como ejemplo, en varias oportunidades, deportaciones masivas de la conocida como Operación Wetback, ejecutada en 1954 por el entonces presidente Dwight D. Eisenhower.
La campaña republicana también dejó entrever los planes para construir grandes centros donde los migrantes esperarían para ser deportados con vuelos de expulsión programados de manera continua.
Otra medida de Trump para frenar la migración es imponer aranceles de hasta el 100 % a México si no consigue frenar la migración hacia Estados Unidos.
En un discurso previo a las elecciones, Trump señaló que podría usar los aranceles para presionar a México sobre su gestión de la frontera.
El republicano se refirió específicamente a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, diciendo que el primer día de su mandato le informará que si no detiene la “llegada de criminales y drogas al país” impondrá aranceles del 25 % a todas las importaciones mexicanas.
“Si eso no funciona lo subo a un 50 % y si tampoco funciona a un 75%, después, lo subiré a un 100 %”, resaltó el electo presidente.
Con información de EFE