- El mandatario brasileño deberá trabajar moderadamente por los próximos 60 días y tiene totalmente restringidas las actividades físicas | Foto: EFE/ Sebastião Moreira
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hospitalizado desde el lunes 9 de diciembre para tratar una hemorragia intracraneal, fue dado de alta el domingo 15 de diciembre por sus médicos, que aclararon que el líder progresista tendrá que permanecer en Sao Paulo hasta el jueves 19 de diciembre para exámenes de control.
“El presidente recibió el alta hospitalaria pero no el alta médica. Aún se necesita algunos exámenes de control, como una tomografía a la que se someterá el jueves antes de que pueda regresar a Brasilia”, afirmó su médico personal, Roberto Kalil, en una rueda de prensa.
El especialista explicó que el jefe de Estado, de 79 años de edad, recibió autorización a abandonar el hospital en la mañana del sábado 14 de diciembre y que inicialmente se dirigirá a su residencia particular en Sao Paulo.
La rueda de prensa fue interrumpida por el propio Lula, que apareció en el auditorio de sorpresa ya vestido y listo para abandonar el hospital, pero usando un sombrero Panamá para, según admitió, ocultar el curativo por causa de su “vanidad”.
El mandatario hizo una corta declaración para agradecer por los cuidados, admitir que se asustó cuando se enteró de la cantidad de líquido (sangre) derramado en su cabeza y avisar que está listo para trabajar y retomar sus actividades como presidente.
Lula podrá retomar sus actividades como presidente
Kalil aclaró que el líder progresista podrá retomar sus actividades normales como presidente, pero que deberá trabajar moderadamente al menos por los próximos 60 días y que tendrá totalmente restringidas las actividades físicas.
“Con excepción de pasear, todas las actividades físicas están prohibidas. Las otras actividades podrá desempeñarlas, pero moderadamente. Pero puede volver a sus actividades normales, como reuniones en su despacho”, afirmó.
El médico afirmó igualmente que Lula solo podrá viajar a Brasilia y retomar su trabajo en el Palacio presidencial de Planalto si los exámenes a los que se someterá hasta el jueves 19 de diciembre no muestran ninguna alteración.
Dijo igualmente que todos sus viajes internacionales están prohibidos hasta nueva orden y que Lula solo podrá realizar vuelos cortos.
La cirugía de urgencia a la que se sometió el mandatario
Tras una cirugía de urgencia en la noche del lunes 9 de diciembre en la que los médicos le drenaron el hematoma intracraneal, detectado después de que se quejara de fuertes dolores de cabeza, Lula se sometió el jueves 12 de diciembre a una segunda intervención, preventiva, complementaria y de menor riesgo.
El mandatario admitió que se asustó con la cantidad de sangre que sus médicos detectaron en su cabeza y que se preocupó por su salud.
“Yo creía que estaba curado tras haber hecho cinco tomografías (tras sufrir un golpe en la cabeza por una caída en el baño en octubre), pero me asustó el crecimiento del volumen de líquido en mi cabeza. Me preocupó”, aseveró en una rueda de prensa el domingo 15 de diciembre.
La cirugía consistió en una embolización de la arteria meníngea media para minimizar el riesgo de posibles nuevas hemorragias intracraneales.
El hematoma fue consecuencia de la caída que el presidente sufrió el 19 de octubre en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial, cuando se golpeó la cabeza en el baño y tuvo que recibir cinco puntos de sutura en la nuca.