Desde que Donald Trump asumió el cargo como presidente de Estados Unidos, el 20 de enero de 2025, ha llevado a cabo varias medidas migratorias en contra de personas indocumentadas que residen en territorio estadounidense, lo que, a juicio del mandatario, proporcionará mayor seguridad a los ciudadanos de ese país. Una de estas políticas se centra en detener y deportar a centros de alta seguridad como la cárcel de Guantánamo, en Cuba, y el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), en El Salvador, a los venezolanos que sean identificados como presuntos miembros de la banda criminal trasnacional Tren de Aragua.
¿Qué es el Tren de Aragua?
El Tren de Aragua es un grupo criminal organizado que se creó en el interior del país hace aproximadamente 14 años, en un sindicato que controlaba un tramo en construcción del ferrocarril que atravesaría el estado Aragua, de acuerdo con información que ofreció Luis Izquiel, profesor de Criminología de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en una entrevista a la cadena BBC Mundo.
Durante los primeros años de la banda delictiva, se les adjudicaron delitos como sicariato, extorsión, soborno, robo, secuestros exprés y cobro de comisiones por puestos de trabajos en obras de construcción.
El Tren de Aragua se consolidó como una de las bandas criminales más poderosas de Venezuela tras la reclusión de uno de sus principales líderes, Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, en el Centro Penitenciario de Aragua, conocido como la cárcel de Tocorón.
Luego de que Guerrero Flores tomó el poder como cabecilla de la banda, formó una organización criminal que operaba desde el interior de ese centro de detenciones y su influencia se extendió por todo el país.
A partir de 2016, uno de los años en los que se agudizó la crisis económica en Venezuela y se registraron las primeras olas migratorias, la banda criminal identificó cómo hacer dinero a través de las personas que huían del país en búsqueda de oportunidades laborales y mejor calidad de vida, de acuerdo con la afirmación que hizo la periodista e investigadores, Ronna Rísquez, a BBC Mundo.
Guerrero estuvo recluido en Tocorón hasta septiembre de 2023, cuando el gobierno de Nicolás Maduro confirmó su fuga y, hasta el momento, las autoridades siguen sin ofrecer detalles de su paradero.
Expansión del Tren de Aragua por Latinoamérica
En los últimos años, funcionarios de seguridad de varios países de Latinoamérica han denunciado la presencia de miembros del Tren de Aragua en sus territorios, en especial: Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú.
En su expansión por la región, se les ha imputado delitos relacionados con la trata de personas, tráfico de drogas, explotación sexual, robo, extorsión y esclavitud moderna.
“El Tren de Aragua controla la migración irregular, explotándola en los países que transita, y así conoce también otras realidades criminales y va aprendiendo de ellas”, le dice a BBC Mundo Pablo Zeballos, un exagente de inteligencia de la fuerza policial chilena de Carabineros reconvertido en consultor sobre crimen organizado.
Por su parte, Risquez aseguró que una de las primeras evidencias de la presencia de miembros del Tren de Aragua en Latinoamérica se registró en el año 2018 en Perú y desde entonces hasta la actualidad se han reportado decenas de detenciones de miembros del grupo criminal en distintos países del continente.
Sin embargo, Yván Gil, canciller de Venezuela, aseguró en 2023 que la banda delictiva fue desmantelada, afirmación que fue criticada y desmentida por varios mandatarios regionales, debido a que posterior a las declaraciones del funcionario, la Policía de Colombia confirmó la detención de Larry Amaury Álvarez Núñez, considerado otro de los fundadores del Tren de Aragua.
Países de Latinoamérica declararon al Tren de Aragua como una organización terrorista
En marzo de 2025, el Congreso de Perú aprobó una moción para declarar como organización terrorista al Tren de Aragua, debido a su estructura jerárquica, métodos violentos y fines desestabilizadores contra el orden constitucional peruano.
Además, los congresistas peruanos también exhortaron al Ministerio de Relaciones Exteriores para que gestione ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e instancias regionales, junto a países como Argentina, Colombia, Chile, Bolivia, Brasil, Panamá, Paraguay y Uruguay, la designación conjunta del Tren de Aragua como una organización terrorista transnacional.
El Tren de Aragua en EE UU
A estos países de Latinoamérica se suman dos más de la región en la designación del Tren de Aragua como una organización terrorista: Estados Unidos y Canadá.
“Empezamos a detectarlo en 2021, pero los reportes policiales al respecto eran pocos. En 2022 hubo más, y en 2023 muchos más. Hasta que este año se desencadenó todo”, dijo Joseph Humire, de la organización no gubernamental estadounidense que vela por la seguridad nacional Center for a Secure Free Society.
Sumado a esto, Joseph Kerry, jefe de detectives del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York, declaró recientemente al diario The New York Times que los funcionarios tienen registro de la presencia de presuntos criminales del Tren de Aragua en esa ciudad desde enero de 2024.
El 21 de enero de 2025, Donald Trump firmó una orden ejecutiva para clasificar al grupo criminal Tren de Aragua como organización terrorista, así como también a seis cárteles mexicanos y a la pandilla salvadoreña MS-13.
Estos grupos pasaron a formar parte de una lista de organizaciones, en la que están incluidos el Estado Islámico y a Al-Qaeda, y a las que las empresas y ciudadanos estadounidenses tienen prohibido dar apoyo material.
Por su parte, Marco Rubio, secretario de Seguridad de Estado de EE UU, aprobó esta designación en un documento publicado en el Registro Federal que entró en vigencia el 20 de febrero.
Además, Daniel Brunner, agente especial del FBI experto en organizaciones criminales, es uno de los investigadores que lleva el caso del Tren de Aragua en EE UU y aseguró que el grupo criminal está presente al menos en una veintena de estados de ese país.
La incertidumbre sobre la identidad de los deportados a El Salvador
Las recientes deportaciones de migrantes venezolanos a El Salvador, bajo la presunción de ser miembros del Tren de Aragua, han generado incertidumbre sobre la validez de estas acusaciones. Aunque las autoridades estadounidenses han identificado a algunos como presuntos integrantes de la banda, aún no hay pruebas definitivas de que todos los deportados pertenezcan realmente a la organización criminal.
Las declaraciones del secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio, del 17 de marzo, sugieren que aquellos que no estén vinculados al Tren de Aragua podrían ser enviados de regreso a Venezuela, lo que subraya la falta de claridad en el proceso de identificación.
Por otro lado, el gobierno de Venezuela ha negado las acusaciones. El ministro de Interior, Diosdado Cabello, en declaraciones del 20 de marzo, aseguró que ninguno de los 919 migrantes repatriados desde febrero pertenece a la organización criminal.
El funcionario, tras recibir un vuelo con 311 deportados, refutó las afirmaciones de EE UU y dijo que el gobierno estadounidense está “muy confundido” al respecto. En su opinión, Washington está manipulando la información y tratando de vincular a personas inocentes con el Tren de Aragua, sin pruebas que lo respalden.
En contraste, la Administración de Trump defendió la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros, una legislación de 1798, que se utiliza en tiempos de guerra para realizar expulsiones sumarias. Según Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, la ley está justificada debido a las acciones del Tren de Aragua, que, según Washington, está llevando a cabo una “incursión predatoria” en territorio estadounidense.
