Por qué los papas acostumbran adoptar un nuevo nombre tras ser elegidos

La tradición inició en la Alta Edad Media y tienen diversos significados
Tahiana González
Tahiana González - Redactora
5 Min de lectura

Conforme a los criterios de

El Vaticano sigue varios ritos tras la muerte de un papa, sin embargo, el cambio de nombre del nuevo papa es una práctica simbólica en la Iglesia católica de Roma y que no es obligatoria en la doctrina religiosa. 

Cambiar su nombre es la primera decisión que toma un nuevo papa y es una tradición que se estableció como parte del proceso durante la Alta Edad Media.

Durante la historia, gran parte de los papas han utilizado nombres diferentes al de su nacimiento, en muchos casos para honrar a un predecesor del cargo, entre otros significados que marcan su pontificado. 

En el caso del papa Francisco, cuyo nombre de pila era Jorge Mario Bergoglio, su elección estuvo motivada en honor a San Francisco de Asís, conocido por su compromiso con los más necesitados. 

Por su parte, el papa Benedicto XVI (Joseph Alois Ratzinger) escogió ese nombre papal en concordancia con su compromiso con la paz, reconciliación y para honrar a San Benito y al papa Benedicto XV, quien se desempeñó como jefe de la Iglesia católica durante la Primera Guerra Mundial.

El cónclave para elegir al nuevo papa comenzará el 7 de mayo
Foto: Estado Vaticano/Mario Tomassetti

Otros papas que cambiaron su nombre

El cambio de nombre para el papado es una tradición que inició con el sumo pontífice Juan II (533-535). Su nombre de nacimiento era Mercurius y decidió sustituirlo, al considerar que no era apropiado para un papa, al ser similar al de un dios pagano: Mercurio. 

Frente a ello, Juan II decidió ese nombre en honor a su predecesor Juan I (523-526), considerado un mártir de la Iglesia católica y nombrado santo por el papa Clemente X en 1726. 

Por otro lado, el papa Juan XIV utilizó ese nombre durante su gestión como líder de la Iglesia católica (983-984), ya que su identificación real era Pedro Canepanova, por lo que quiso evitar ser llamado Pedro II (nombre del primer papa de la historia). 

Leer más  Anunciaron la suspensión de todos los vuelos hacia Venezuela provenientes de Colombia
Entre la tradición y el cambio: los retos que enfrentará el nuevo papa
EFE/ Stringer

De acuerdo con Liam Temple, profesor asistente en la historia del catolicismo en el Centro de Estudios Católicos de la Universidad de Durham (Inglaterra), en una entrevista para CNN, Pedro es un nombre que posiblemente no adopten los papa por respeto al primer sumo pontífice, San Pedro Apóstol. 

Además, según el blog especializado Corazones ORG, la profecía San Malaquías, también conocida como la “profecía de los papas”, Pedro II sería el último papa en servir, ya que en esta gestión “ocurrirá el fin”. 

Nombres que no son considerados para los papados

Además de Pedro, hay otros nombres que no son considerados por los religiosos para sus papados, entre ellos, aquellos que estén asociados a los pontífices más recientes, explicó Temple. 

Estos son algunos de los nombres poco probables que sean elegidos por un nuevo papa:

-Urbano: hace referencia al papa Urbano VIII, quien protagonizó el juicio de Galileo Galilei.

-Pío: por el recuerdo al papa Pío XII, quien lideró durante la Segunda Guerra Mundial y su gestión ha sido criticada.

-Jesús: nunca ha sido utilizado y tampoco sería considerado por ser el nombre del hijo de Dios.

El nuevo papa podría considerar un nombre único, como lo hizo Francisco, o mantener la tradición de escoger uno que simbolice lo que desea reflejar durante su gestión, así como rendir tributo al predecesor que lo inspiró a escoger el nombre. 

Por otro lado el nombre del nuevo papa se anunciará luego de que desde la Capilla Sixtina salga el humo blanco y las campañas de la basílica de San Pedro sean sonadas. Este nombre se dirá en latín y el cardenal elegido se asomará en el balcón central de la basílica. 

Cómo avanzan los preparativos para el comienzo del cónclave
EFE/ETTORE FERRARI

Tahiana González
Tahiana González - Redactora
5 Min de lectura