Qué es el hígado graso y cuáles alimentos deben evitarse tras su diagnóstico 

Una dieta alta en azúcares y grasas trans o saturadas es una de las principales causas del aumento de la grasa en las células hepáticas
Daniela León
Daniela León - Redactora
4 Min de lectura

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El hígado graso, también llamado esteatosis hepática, es una condición que se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa en el hígado. El funcionamiento de este órgano se puede ver afectado por la enfermedad. 

La grasa que llega al hígado se almacena en sus células, un proceso que suele ser normal, pero cuando esta grasa supera el 10 % de su peso total se considera anormal.  

La alimentación alta en azúcares y grasas saturadas, así como factores de sobrepeso, obesidad y sedentarismo son algunas de las principales causas del hígado graso. También puede ser provocado por el consumo excesivo de alcohol y trastornos como el síndrome metabólico o la resistencia a la insulina

Qué es el hígado graso y cuáles alimentos deben evitarse tras su diagnóstico 
Imagen referencial: Pixabay

Los expertos recomiendan atacar esta condición en sus etapas iniciales con cambios en el estilo de vida, pero principalmente en la alimentación. La atención temprana de la enfermedad puede evitar futuras complicaciones. 

De acuerdo con una reportaje del medio argentino Infobae, restringir algunos alimentos puede ser una de las pautas a seguir para tratar esta condiciones, por lo que es necesario conocer cuáles de ellos aumentan el nivel de grasa en el hígado. 

¿Cuáles alimentos evitar si tiene hígado graso?

Azúcares y productos refinados: refrescos, jugos, dulces, tortas y galletas, que por su alto contenido de azúcar, acumulan grasa en el hígado convertida en triglicéridos.

Carbohidratos refinados: pan blanco, arroz blanco, pasta y productos hechos con harinas refinadas, que elevan los niveles de glucosa en sangre, lo que empeora la condición. En cambio, es recomendable consumir productos integrales. 

Grasas trans y saturadas: margarinas, comida rápida, frituras, productos de panadería y alimentos ultraprocesados. Estos alimentos promueven la acumulación de grasa en el hígado y provocan inflamación. 

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Foto referencial: Pixabay

Lácteos enteros: crema, mantequilla, leche entera y quesos altos en grasa. Estos alimentos contienen grasas saturadas. 

Carnes rojas y procesadas: carnes grasosas, embutidos como salchichas, chorizo, tocineta y jamón, por su alto contenido en grasas saturadas y sodio. 

Alcohol: las bebidas alcohólicas obligan al hígado a hacer un esfuerzo mayor y promueven la acumulación de grasa en el órgano, de hecho, es una de las principales causas del daño hepático. 

Alcohol
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Alimentos fritos: papas, nuggets, snacks, alimentos precocinados y empanizados, por su alto contenido de grasas y aditivos.  

Jugos naturales: los jugos de frutas tienen un alto contenido de fructosa (el azúcar natural de la fruta), por lo que si se consume de forma excesiva contribuye a la acumulación de grasa en el hígado.

Si el diagnóstico de hígado graso está en sus etapas iniciales existe la posibilidad de revertir la condición con ayuda de la alimentación. Al volver el hígado a su estado normal, la persona puede volver a comer estos alimentos aunque se recomienda que lo haga con moderación para evitar recaídas. 

Daniela León
Daniela León - Redactora
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