- El izquierdista venció a Keiko Fujimori, quien intentó por tercera vez hacerse con el poder. Foto: CNN
Después de semanas de impugnaciones y de batalla legal, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) proclamó a Pedro Castillo como el nuevo presidente electo de Perú, con el 50,125% de los votos. Su adversaria, la derechista Keiko Fujimori, perdió con el 49,875% en su tercera oportunidad de ser electa mandataria.
Su camino a la Casa de Pizarro (Casa de gobierno) no fue fácil. Al recorrido electoral le precedió una crisis institucional que llevó a Perú en noviembre de 2020 a tener tres presidentes en una misma semana. Ahora, Castillo, un profesor sin experiencia salido de la lucha sindical, llegó para implementar su propia versión intensiva del socialismo bolivariano.
Durante toda la campaña de la segunda vuelta Castillo se mantuvo arriba en las encuestas por poco. Anunció que tiene que haber una economía popular de mercado, una vieja conocida para países como Venezuela, Bolivia o la Argentina kirchnerista.
Otras medidas que enumera son la estatización de los fondos de pensiones en un banco de los trabajadores, y restricciones en la importación de rubros que se produzcan en el país, como arroz, trigo y maíz. Sobre esta última medida, varios expertos aseguran que más que favorecer a los agricultores nacionales, logrará el efecto contrario: mayor escasez y encarecimiento de derivados como el pan o la harina.
Las intenciones claras de Pedro Castillo
Una de las propuestas más polémicas de Castillo desde el inicio de su campaña ha sido cambiar la Constitución vigente en Perú desde 1993. El candidato ha sido insistente en este punto, al grado de afirmar en sus mítines que disolverá el Congreso en caso de que se oponga al proyecto.
En su nueva carta magna, el líder marxista plantea cambiar la estructura y función del Estado, pasando de un rol supervisor a uno “interventor, planificador, innovador, empresario y protector”. Del mismo modo, también piensa dar rango constitucional a su idea de la economía popular de mercado.
Resulta pertinente hacer una comparación con otros procesos constituyentes convocados por líderes de izquierda en la región. Rafael Correa hizo lo mismo en Ecuador en 2008, al igual que Evo Morales en Bolivia en 2009. Su precedente más famoso está en Venezuela, con la Constituyente impulsada en 1999 por Hugo Chávez.
La periodista y analista política peruana Diana Seminario explicó en una entrevista para El Diario que la Constituyente de Castillo posee el mismo espíritu que las de sus pares en la región, pero con sus propias particularidades. En el caso de Chávez, precisa que el difunto expresidente en su momento negó sus planes de perpetuarse en el gobierno o confiscar la propiedad privada. “La diferencia con Castillo es que él dice abiertamente lo que va a hacer”, agrega.
Seminario resalta que Perú es de los pocos países que por años resistió los embates del socialismo del siglo XXI. Pero ahora que ganó Castillo, esa situación podría cambiar. El izquierdista es cercano a referentes regionales como Evo Morales o el expresidente de Uruguay José Mujica.
La analista aseveró que un potencial gobierno se centraría más en la política interior, aunque tendría aliados como Bolivia, Argentina, Cuba y Venezuela. A pesar de la narrativa antiimperialista común entre sus camaradas regionales, no cree que Castillo tenga una postura confrontativa con los Estados Unidos de Joe Biden. Por otro lado, la nación andina podría abandonar instancias como la Alianza del Pacífico y el Grupo de Lima, e integrarse a otros como Unasur.
Dentro de esta línea, la posición que tendría el aspirante presidencial sobre Venezuela es predecible. Aunque en sus últimas declaraciones ha intentado desmarcarse del chavismo, siempre cambia de tema al preguntársele si considera al régimen de Nicolás Maduro una dictadura.
Rechazo a los migrantes
En lo que sí ha sido explícito Pedro Castillo es en su rechazo a la migración en Perú. “Ratificamos que el 28 de julio, a través de un decreto supremo, le daremos 72 horas de plazo a los ciudadanos que han venido de otros países a faltar el respeto”, declaró Castillo durante su cierre de campaña, el 4 de junio de 2021. Al respecto, Seminario califica como lamentables sus declaraciones.
En una campaña que acentuó más la polarización y tensiones de la población, ya quedó definido el rumbo que Perú tomará por los próximos cinco años, el de Pedro Castillo. Ahora él tendrá el reto de ganarse la aceptación de un pueblo cada vez más desencantado.
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