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- Durante la pandemia también han surgido iniciativas para apoyar el turismo en el país. El proyecto, que inició con un viaje a Tinaquillo, es una alternativa de acampada y actividad al aire libre para las personas que deseen explorar el interior del territorio venezolano
Una delgada carretera de tierra divide los matorrales que se mezclan con el atardecer que, poco a poco, se desvanece sobre el llano venezolano. Luego de pasar Tinaquillo, en el estado Cojedes, quedan atrás el asfalto y las señalizaciones. Mientras el sol sigue bajando, los sonidos de las aves acompañan la ruta de tierra para llegar al campamento Lagunazo, un lugar escondido en la sencillez de sus espacios y que acogió a Okaminos, un proyecto para hacer turismo en Venezuela y preservar el ecosistema en familia.
La necesidad del reencuentro con la naturaleza luego del confinamiento por la pandemia fue lo que motivó a cinco personas a materializar, luego de tres años de pruebas pilotos, que los viajes de acampada fueran posibles.
Desde el viernes 9 hasta el domingo 11 de julio, cientos de familias disfrutaron de tres días de desconexión, actividades al aire libre y recorridos 4×4. La idea, coincidieron los organizadores, es que como ya hay rutas 4×4 disponibles para recorrer el país, no es necesario abrir otras nuevas ya que, consideran, es un daño al ecosistema.
Una experiencia en familia
Por esa razón, los venezolanos detrás del proyecto se dieron la tarea de investigar y crear destinos para toda la familia. Algunos niños se divirtieron en el lago mientras que otros tenían la oportunidad de estar por primera vez en contacto con animales como vacas y caballos. Al final del día, tocaba el turno de las actividades 4×4. A las personas se les invitaba a realizar rutas nocturnas y aprovechar las condiciones del camino.
Jesús Naranjo, coordinador del Proyecto Yanomami y parte de la directiva de la Experiencia Okaminos, afirmó para El Diario que la iniciativa surgió para impulsar una actividad que pudiera afianzar lazos con el medioambiente y que se habían perdido producto de un año y medio de restricciones por la llegada del covid-19 al país.
En ese sentido, destacó que la experiencia de participar en alguna de estas rutas permite conectar con muchas personas, además de compartir vivencias únicas en un espacio seguro y ambientado con todas las comodidades.
“La idea es compartir y que los niños disfruten al máximo. A pesar del contexto de dificultades, quisimos reunir una variedad de actividades en un mismo lugar. Por ejemplo, durante el fin de semana, había estaciones de pesca, paseos en el lago, competencias, habían caballos, motos y algunas cosas más que fueron parte de lo que se vivió en el campamento Lagunazo”, dijo Naranjo.
Además de las actividades de campo, el coordinador del Proyecto Yanomami agregó que la oportunidad de hacer este viaje brinda a los jóvenes conocer otra realidad y fomentar el interés por los destinos turísticos en el país.
Hacer turismo consciente
Esta visión la comparte Victor Padula, organizador y también directivo de la experiencia Okaminos. Él considera que las condiciones en las que se encuentra Venezuela actualmente son una oportunidad para proponer alternativas para sobrellevar el día a día. De eso está seguro, pues afirma que se debe potencializar el turismo en cada estado, pero siempre cuidando el ambiente.
Padula también aclara que no hay limitaciones para los destinos que organiza Okaminos. Existen rutas en las que no se contará con actividades 4×4; otras en la que habrá playa y no montaña debido a que el proyecto se adapta para no tener un destino definitivo.
“Queremos dejar una huella de responsabilidad por la práctica de rutas 4×4 y educar a la generación de relevo sobre la importancia de conservación de nuestra fauna y flora. Es lo que hemos venido haciendo desde hace 30 años. Conectamos a las personas con el ambiente para que lo conozcan y sean conscientes de lo que tenemos que cuidar”, comentó el directivo.
El proyecto incentiva a los ciudadanos que se atrevan a realizar turismo en Venezuela y que sobran los motivos para recorrer el país a pesar de las dificultades que se viven actualmente. Los directivos Inacio Fernandez, Victor Padula, Jesús Naranjo, Fernando Vera y Hector Parra así lo consideran y por eso decidieron poner en marcha lo que hoy es una realidad de un campamento en familia.
La crisis sanitaria ha hecho que los hábitos de vida estén cambiando. Aun cuando muchas personas todavía se adaptan a la “nueva normalidad”, otras han optado por cambiar el destino de sus vacaciones y realizar turismo rural y de interior, por lo que esta alternativa se adapta para las personas que busquen conocer cada rincón del país.
