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- La investigación fue posible gracias a la colaboración de más de 50 medios de comunicación de todo el mundo que forman parte del Proyecto de Investigación sobre Corrupción y Crimen Organizado
Una investigación periodística internacional reveló a través de los denominados Suisse Secrets (secretos suizos) cómo el banco Credit Suisse aceptó depósitos de personas ligadas a hechos de corrupción procedentes de todo el mundo.
De acuerdo con los datos publicados hasta el momento, la filtración aportó información de más de 30.000 clientes del banco cuyo dinero se encontraba depositado en Suiza. Se estima que el monto total vinculado a dichas cuentas bancarias asciende a más de 100 millones de dólares.
La publicación de esta información fue posible gracias a la colaboración de más de 50 medios de comunicación de todo el mundo que forman parte del Proyecto de Investigación sobre Corrupción y Crimen Organizado, conocido en inglés como Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP).
Esto fue posible luego de que, hace un año, una fuente anónima le suministró al diario alemán Süddeutsche Zeitung la información privada de miles de cuentas del Credit Suisse cuyos fondos son de dudosa procedencia.
Los datos analizados por el OCCRP abarcan información relacionada a clientes del Credit Suisse entre 1940 y 2010, de allí el gran volumen de información publicado.
Un hecho a destacar que se conoció como parte de la investigación es que el Credit Suisse falló en llevar a cabo los debidos controles financieros para garantizar que los fondos depositados no provienen de actividades ilegales. Esto se produjo pese a los señalamientos de los propios empleados del banco quienes alertaron en repetidas oportunidades acerca de comportamientos sospechosos en los registros bancarios de clientes de alto riesgo.
¿Quiénes aparecen en la investigación?
La lista de figuras que mencionan en los Credit Suisse es extensa y recuerda otras filtraciones similares como los Panamá Papers. Esto debido a que involucra a personajes de la política, la Iglesia y el mundo empresarial.
Entre estos destacan nombres como el de Hisham Talaat Moustafa, un multimillonario egipcio que se encuentra en prisión luego de que lo declararan culpable de contratar a sicarios para asesinar a su novia, la estrella pop libanesa Suzanne Tamim.
Otro de los nombres que surgió a raíz de la investigación es el de Stefan Sederholm, un técnico de computadoras que mantuvo por un lapso de dos años y medio una cuenta en Credit Suisse. Su aparición es llamativa tomando en cuenta que Sederholm fue arrestado bajo cargos de tráfico de personas en Filipinas, por los cuales fue condenado a cadena perpetua.
El Vaticano también forma parte de la lista. Se descubrió que una cuenta oficial de la Iglesia fue utilizada para realizar transacciones por un total de 350 millones de euros en una inversión fraudulenta de una propiedad en Londres (Inglaterra).
Este caso lo están investigando las autoridades inglesas, siendo una de las figuras de interés un cardenal.
La filtración también afectó a personajes de la política tal y como ocurrió con el fallecido dictador de Egipto Hosni Mubarak, y sus hijos Alaa y Gamal Mubarak. Estos mantuvieron cuentas en la institución financiera con fondos de hasta 253 millones de dólares.
Venezuela
Venezuela, junto con Egipto, Ucrania y Tailandia, es uno de los países con mayor cantidad de cuentas en el Credit Suisse. De acuerdo con la investigación se estima que existen más de 2.000 cuentas en la banca suiza pertenecientes a clientes venezolanos.
Entre ellos se encuentran personajes vinculados al régimen venezolano como el exviceministro de Energía durante el gobierno de Hugo Chávez, Nervis Villalobos, quien abrió una cuenta en el Credit Suisse en la que manejó hasta 10,3 millones de dólares.
Otras figuras que también contaron con cuentas en el banco suizo son el antiguo director de Finanzas de la Electricidad de Caracas, Luis Carlos de León Pérez (24,5 millones de dólares) y el empresario Roberto Picón (101 millones de dólares) quien admitió haber sobornado a funcionarios de PDVSA ante la justicia estadounidense en 2016
¿Qué dice el Credit Suisse?
Luego de conocerse la información, representantes del banco aseguraron que lo publicado forma parte de una campaña de descrédito en contra del Credit Suisse y el sistema financiero suizo.
Afirmaron que durante las últimas décadas la banca suiza se ha sometido a importantes cambios con el fin de garantizar que los fondos depositados en las cuentas de sus clientes tienen un origen lícito.
Argumentaron también que 90 % de las cuentas bancarias señaladas de pertenecer a clientes de alto riesgo se encuentran cerradas o se encuentran en proceso de cerrar.
Por este motivo plantearon que los datos publicados son inexactos y que los sacaron de contexto por los medios de comunicación. Sin embargo, no negaron que dichas cuentas hayan existido o que los montos mencionados hayan sido verídicos.
Al respecto la OCCRP mencionó que la razón detrás de la publicación de los registros bancarios del Credit Suisse es que la banca se haga responsable por velar que los fondos que manejan no provengan de la corrupción, la trata de personas o cualquier otro crimen cometido por sus clientes.
“Lo hacemos porque el secreto financiero es más que una abstracción académica: el dinero opaco significa poder opaco. Cuando el dinero corrupto puede fluir sin obstáculos en el sistema financiero, hay más delincuencia, más extremismo y se debilitan más las normas democráticas. Los dineros oscuros son considerados por muchos países como un importante problema de seguridad nacional”, indicaron.
