• La Encuesta Nacional de Hospitales indicó que 261 personas murieron por fallas atribuibles a fallas en el servicio eléctrico. De igual modo, el 60 % de los centros de salud reportó problemas en el suministro de agua

La Encuesta Nacional de Hospitales (ENH) presentó el 1° de marzo su balance anual correspondiente a 2022. El informe, elaborado por la organización Médicos por Venezuela, monitoreó la situación de los principales centros de salud del país, donde se evidenció que el desabastecimiento y las faltas de servicios básicos se mantienen como consecuencia de la emergencia humanitaria compleja.

En el balance, la encuesta mostró que el porcentaje de desabastecimiento fue de 70 % de los quirófanos venezolanos, mientras que en las salas de emergencias fue de 45,9 %. Esto representa un incremento en la carencia de insumos con respecto a 2020, cuando fue de 68, 7 % (44,9 % en Emergencias). De hecho, los indicadores son similares a los registrados en 2019, antes de la pandemia de covid-19.

La falta de servicios esenciales como electricidad y agua corriente sigue siendo también un motivo de preocupación para la organización. La encuesta reveló que durante 2022 murieron 261 personas por fallas atribuidas a apagones. Los meses con más casos fueron febrero y septiembre, ambos con 49, seguidos por mayo y diciembre, con 39 y 34 respectivamente. Por su parte, el 60 % de los centros de salud evaluados presentó problemas con el suministro de agua por tuberías.

“El comportamiento de los indicadores de agua y luz difícilmente escapan del contexto nacional. De hecho, son un perfecto indicador de la crisis de servicios básicos no solo a nivel hospitalario, sino nacional. Entendiendo los pocos datos oficiales disponibles en torno a esta crisis, el acceso a estos servicios, registrado desde los hospitales, ofrece una perspectiva real sobre esta situación en las zonas y regiones donde están”, se lee en el texto.

Mejoró la atención

En el Hospital de San Cristóbal se están consumiendo entre 5.000 y 6.000 litros de oxígeno por día
Foto: Cortesía

En cuanto a la disponibilidad de camas, el estudio encontró que el promedio de camas operativas en Emergencias fue de 36,9. Una mejora mínima respecto a las 35,1 registradas en 2021, aunque por debajo de las 37,9 antes de la pandemia. En el caso de los pabellones la situación es similar, con un promedio de 3,6 en 2022, estando el 50 % de las camas de hospital actualmente inoperativas.

Este déficit de ocupación, sumado a la falta de personal e insumos, afectan considerablemente el tiempo de atención de los pacientes. Un factor que puede resultar crítico cuando se tratan emergencias graves como infartos. Sobre este punto hubo una notable mejoría, pues en 2019 se podía demorar hasta 4 horas y media atender a un paciente, mientras que en 2022, el promedio fue de 1 hora y 20 minutos. Aunque todavía está lejos del tiempo ideal para brindar cuidados primarios, que es de 25 a 30 minutos.

Para afecciones respiratorias como la neumonía también mejoró bastante el tiempo de atención. En 2019, un paciente podía esperar hasta más de 12 horas para ser visto por un profesional. Este lapso se redujo durante la pandemia a entre 5 y 4 horas, ubicándose actualmente en 3 horas con 48 minutos en promedio. 

Esto también se ha reflejado en el número de muertes que pudieron haberse evitado con una atención médica oportuna. En 2022, la cifra fue de 1.060 muertes, 48,9 % menos que las 2.050 registradas en 2021. En el caso de pacientes con traumatismos, se pudieron haber evitado 954 muertes, 38,6 % menos que en el año anterior.

Sin servicio

El hombre que falleció por covid-19 durante un apagón en Los Teques
Foto: Cortesía

Otra arista de la desinversión que mantiene el Estado venezolano en los centros de salud está en la operatividad de sus diferentes servicios. Varios pasaron un amplio porcentaje del año funcionando de manera intermitente, o de plano cerrados. 

La ENH encontró que el servicio con mayor inoperatividad fue el de tomografías, el cual pasó 82,7 % del año cerrado. Le sigue Ecografía, el cual estuvo inoperativo 49,1 % y 38,8 % funcionando intermitentemente. Por otro lado, el servicio de rayos X operó irregularmente el 38 % del tiempo, mientras el 31,4 % no funcionó. En laboratorios, hubo una intermitencia del 48,3 % e inoperatividad del 36,7 %.

Solo se mantuvieron abiertos todos los días servicios esenciales para el funcionamiento del hospital, como los quirófanos, salas de emergencias y Unidades de Terapia Intensiva (UCI). Aun así, esta última llegó a estar cerrada durante el 10,1 % del año.

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