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- Investigadores botánicos del proyecto Flora de Guaramacal consideran que la tradición se debe continuar con planes que incluyan la conservación de estas especies
Investigadores botánicos del proyecto de conservación la Flora de Guaramacal, asentado en Boconó (estado Trujillo), emitieron un comunicado para advertir sobre los riesgos que podría causar seguir comercializando la palma bendita en Venezuela sin un manejo sustentable de estas especies.
La mayoría de las palmas benditas provienen de cuatro especies del mismo género: Ceroxylon alpinun, C. ceriferum, C. parvifrons y C. vogelianum. Todas ellas han sido consideradas especies amenazadas por el Libro Rojo de la Flora Venezolana. Asimismo, la última de esta lista posee una categoría de riesgo de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Bajo este contexto, el investigador Miguel Niño explicó para El Diario que es importante gestionar planes para determinar la dinámica poblacional de estas especies y su situación actual en Venezuela.
Niño considera que, con la llegada de la Semana Santa, se están comercializando las hojas más jóvenes impidiendo que los ejemplares puedan continuar con su ciclo de recambio de follaje. Al no cumplirse este proceso, ocurre la muerte de la especie.
Es urgente un manejo sustentable de la palma bendita
Para los investigadores resulta imprescindible desarrollar una legislación ambiental que les otorgue una categoría de protección o conservación a estas especies de palma.
De no hacerlo, estas especies están en peligro de extinguirse debido a que no existe la supervisión en el manejo de estos ejemplares y no se ha puesto en práctica planes de reforestación que velen por su conservación.
Los diferentes tipos de palma tienen un papel protagónico en los ecosistemas debido a que su presencia da cobijo a la fauna local.
Los especialistas botánicos consideran que su uso para actividades de tradición religiosa puede seguir coexistiendo siempre y cuando también esté vigente un esquema de sustentabilidad y respeto socioambiental.
¿De dónde provienen las palmas que se utilizan los Domingos de Ramos?
En Caracas, por ejemplo, la mayoría de los ejemplares provienen del parque nacional El Ávila. En este lugar, comenta Miguel Niño, se puede conseguir una especie de palma distinta a las andinas.
Otros estados productores de palmas del género Ceroxylon son nativas de Táchira, Mérida, Lara y Trujillo
La tradición de los palmeros de Chacao
La costumbre caraqueña nació en el siglo XVIII en medio de una epidemia de fiebre amarilla que afectó a la ciudad de Caracas.
Esta enfermedad azotó más fuerte en el año 1776 al entonces pueblo de San José de Chacao.
Ante esta situación, el párroco pidió recolectar la espiga de las palmas para bendecirla. Promesa que le hizo a Dios a cambio del cese de la peste.
Curiosamente, luego de que el párroco recibió las espigas, los casos de personas enfermas se redujeron, lo que hizo que se repitiera año tras año y se convirtiera en una tradición que cuenta con 247 años.
