- Miguelangel Suárez y Rosa Cucunuba resultaron electos como presidente y vicepresidenta de la Federación de Centros Universitarios de la UCV. En entrevista para El Diario, hablaron sobre sus proyectos y visiones para reimpulsar el movimiento estudiantil venezolano
Miguelangel Suárez y Rosa Cucunuba han tenido unos días bastante ajetreados desde las elecciones estudiantiles de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Ambos estarán al frente de la Federación de Centros Universitarios (FCU) para el periodo 2025-2026 luego de resultar electos en los comicios del 15 de noviembre, en los que participaron con la plancha Salvemos la U.
Todavía no han asumido formalmente sus cargos como presidente y vicepresidenta respectivamente, sin embargo, ya fueron proclamados por la Comisión Electoral de la UCV. Desde entonces, sus agendas se han repartido entre reuniones con el rector Víctor Rago, el Consejo Universitario, autoridades de escuelas y facultades, e incluso con los sindicatos de trabajadores para articular temas de interés para los estudiantes, como transporte, seguridad o el comedor. Sorprendentemente, consiguen tiempo también para participar en mítines y eventos sin dejar de faltar a clases.
En entrevista para El Diario, Suárez y Cucunuba relataron que decidieron postularse a la FCU para democratizar el gobierno estudiantil y buscar una mayor diversidad de voces que, unidas, puedan generar cambios positivos en el campus. Como adelanto de esta filosofía, Cucunuba presentó recientemente el proyecto UCV: Tierra de todos, el cual busca crear una red de voluntariado en la que cada estudiante pueda plantear sus ideas u observaciones, como un espacio de diálogo y encuentro.
Diversidad de voces
Desde un pasillo de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, a la que ambos pertenecen pese a estudiar carreras distintas, Suárez y Cucunuba señalan que formaron la plancha Salvemos la U con el propósito de representar a la mayor cantidad posible de ucevistas. Por eso su plan de gestión incluye a diferentes sectores que integran la institución, incluso más allá de la Ciudad Universitaria de Caracas.
Suárez contó que la clave de su campaña estuvo en dar protagonismo a todas las dependencias de la UCV dispuestas a lo largo del país, conocidas como extramuros. De hecho, la nueva FCU electa cuenta en su equipo con representantes provenientes del núcleo Maracay, en el estado Aragua, o de la modalidad de Estudios Universitarios Supervisados (EUS) de Barquisimeto, estado Lara. Su plancha también ganó en los EUS de Barcelona (Anzoátegui) y Puerto Ayacucho (Amazonas), donde prometió trabajar de forma articulada.
Aunque no pertenece a ningún partido político, el nuevo presidente de la FCU no reniega de la relación histórica que los dirigentes estudiantiles han tenido con su militancia partidista. En este sentido, destacó que su carácter independiente le permitió construir un movimiento diverso, con el apoyo de actores cercanos a organizaciones que fuera del campus operan en aceras distintas, como Acción Democrática, Vente Venezuela, Voluntad Popular e incluso dirigentes juveniles de la Alianza del Lápiz. También representantes de sectores como la comunidad afrovenezolana o la LGBTIQ+, quienes aportaron ideas para su plan de gestión.
“Una de las cosas que nosotros observamos fue la importancia y la necesidad de poder ocupar los espacios para resolver todos los conflictos que actualmente tiene la universidad. Nosotros siempre estamos pensando en trabajar juntos y tenemos un gobierno abierto donde todos podemos sentarnos y proponer soluciones”, aportó Cucunuba.
Prioridades
Precisamente una de las prioridades de su gestión será atender la grave situación en la que se encuentran los edificios de extramuros. Por ejemplo, denunció que actualmente el núcleo de la Facultad de Ingeniería en Cagua (Aragua), “se perdió”, pues delincuentes se han llevado hasta los techos y pizarrones, mientras las facultades de Veterinaria y Agronomía en Maracay parecen de problemas de moho y humedad que han comprometido seriamente sus bibliotecas.
En Caracas, reportó que la Escuela de Salud Pública se encuentra bajo una constante amenaza de desalojo de su sede en el Hospital de El Algodonal. Incluso dentro de la Ciudad Universitaria, resaltó que hace falta más inversión para recuperar los laboratorios y aulas. “La universidad no es un museo”, declaró, pues se trata de un ente vivo y proactivo, que necesita actualizarse en materia de investigación y desarrollo.
Otro de los factores en los que Suárez aseguró que hará hincapié será en la transparencia en la rendición de cuentas. Indicó que exigirá a las autoridades universitarias explicar cuál es el uso que se le da a los fondos por ingresos propios que la UCV obtiene de la renta de sus canchas y estadios, entre otros recursos. Acotó que este principio será recíproco, por lo que FCU también será abierta con sus finanzas.
Perfil de Miguelangel Suárez
Presidente electo de la FCU-UCV. Tiene 24 años de edad y es estudiante de Ciencias Políticas. Fue secretario general del Centro de Estudiantes de la Escuela de Estudios Políticos y coordinador de la plancha estudiantil Ágora, así como del Movimiento UCV. Es coordinador de la organización Voto Joven para los Altos Mirandinos e integró el Comité de Estudiantes para las Primarias opositoras, que más adelante que convirtió en la plataforma Vamos, que promovió la inscripción de jóvenes en el Registro Electoral para las presidenciales del 28 de julio.
Defender la autonomía
Durante muchos años, la situación con el presupuesto llevó a un deterioro generalizado de los espacios de la UCV por falta de mantenimiento. El colapso de uno de los pasillos techados de Tierra de Nadie en 2020 llevó finalmente a un acuerdo entre las autoridades universitarias y el gobierno de Nicolás Maduro. Este último creó una Comisión Presidencial que en julio de 2021 emprendió un plan de rehabilitación de la infraestructura del campus, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Desde el inicio de los trabajos, el paisaje de la Ciudad Universitaria de Caracas se ha recuperado significativamente, con la reapertura del Aula Magna y de las áreas comunes de varias facultades. Sin embargo, luego de tres años de obras en las que incluso se llegaron a ocupar temporalmente algunas oficinas de la FCU, Suárez se cuestiona hasta cuándo permanecerá la comisión ejerciendo tareas de mantenimiento que son responsabilidad de las autoridades de la UCV.
“Queremos exigirle a esta Comisión Presidencial que pueda dar un balance de lo que ha hecho y de cuándo va a dejar de hacer estas obras en la universidad, porque al parecer hay obras infinitas, en donde vemos entrar obreros por años y donde no sabemos en qué momento van a terminar. Vemos con preocupación que esta comisión sea un mecanismo para que el gobierno central entre a la universidad y tome decisiones”, dijo.
Indicó que como movimiento estudiantil presionarán para hacer valer la autonomía universitaria y que el Estado se limite a cumplir su única tarea, que es la asignación de recursos para la universidad. Agregó que no se resuelve nada con podar jardines o pintar muros mientras persisten los problemas de fondo como los bajos sueldos de trabajadores y docentes, o las becas estudiantiles que, aseveró, apenas equivalen a cinco dólares mensuales.
Del lado de la democracia
Históricamente la dirigencia estudiantil de la UCV ha tenido un papel importante en las luchas políticas más allá del campus universitario. Desde la Generación del 28 que enfrentó la dictadura de Juan Vicente Gómez, hasta el Movimiento Estudiantil que jugó un papel clave en las protestas contra los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Al respecto, la nueva directiva de la FCU tiene claro su papel en los tiempos que vive el país.
“Nosotros estaremos siempre del lado de la democracia y del lado de la verdad. Entendemos que la universidad ha cumplido un papel histórico y ha significado bastión de lucha frente a muchísimas cosas en el país, y nosotros reconocemos eso y queremos estar del lado del país”, apuntó Cucunuba.
Recordó que si bien las decisiones que tomen deben estar sometidas al consenso de los miembros de la federación, todos coinciden en el apoyo a la causa democrática. Al respecto, Suárez precisó que como representantes estudiantiles deben hacer cumplir la voluntad de los jóvenes que votaron por ellos, y eso incluye apoyarlos en la reivindicación de sus derechos ciudadanos.
“Si los estudiantes estamos en busca de la verdad y todos conocemos cuál es la verdad, que fue lo que pasó en todo ese proceso (las elecciones presidenciales), la máxima representación estudiantil de la Universidad Central de Venezuela tiene que acompañar al país y en consecuencia a los estudiantes en estas luchas”, comentó.
Perfil de Rosa Cucunuba
Vicepresidenta electa de la FCU-UCV. Tiene 21 años de edad y es estudiante de Derecho. Es miembro del equipo juvenil del think tank Cedice Libertad, con el que ha participado en academias de pensamiento liberal en Colombia y Chile. Es coordinadora en el municipio Los Salias del estado Miranda del movimiento Jóvenes Con Vzla, donde promovió el voto para las elecciones presidenciales. En la universidad, formó parte de las planchas estudiantiles Seamos y Renovamos UCV.
Lucha pacífica
Poco después de las elecciones en la UCV, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, acusó a Suárez de tener órdenes de la líder opositora María Corina Machado para que “comience a alborotar a la comunidad estudiantil” en el contexto de la toma de posesión de Nicolás Maduro, pautada para el 10 de enero de 2025. Sobre estas acusaciones, el dirigente estudiantil desmintió estar detrás de cualquier plan para generar disturbios.
“Nosotros no somos fascistas, no somos terroristas e incluso hacemos una invitación para sentarnos y dialogar. Sin embargo, sí somos un movimiento estudiantil irreverente, que va a seguir pidiendo la libertad para nuestros cuatro ucevistas detenidos, y que va a seguir exigiendo que se le dé el presupuesto a la universidad para que funcione de forma autónoma”, expresó.
Por su parte, Rosa Cucunuba ratificó el carácter pacífico de la dirigencia estudiantil, señalando que en el contexto actual no es factible apelar a la estrategia de calle usada por sus antecesores. En cambio, apuestan a la conciliación y el diálogo para resolver problemas, incluyendo voces de diferentes tendencias e ideas políticas. “La forma de hacer política obviamente ha cambiado tanto en el país como dentro de la universidad, y nosotros entendimos que gritando no vamos a llegar a ningún lado”, acotó.
Alianza estudiantil
En 2019 se fundó la Confederación de Estudiantes de Venezuela (Confev) como una gran plataforma que agrupó a la dirigencia de las principales universidades autónomas, experimentales y privadas del país. Aunque en teoría esta organización sigue activa, Cucunuba aseguró que desde hace años el movimiento estudiantil está desarticulado, o al menos sin la misma fuerza que tuvo en sus inicios.
Por eso, uno de los objetivos de la FCU-UCV será coordinarse con los líderes estudiantiles de todo el país para reconstruir a la Confev. La vicepresidenta agregó que todo esto pasa primero por la recuperación de los principios que rigen a los centros de estudiantes, y de darle voz a aquellos grupos que, por razones políticas, han sido desmantelados de la misma forma que las instituciones en las que hacen vida.
Buena parte del problema viene de que en muchas universidades como la Universidad de los Andes (ULA), la Universidad de Carabobo (UC) o la Universidad del Zulia (LUZ) no han podido renovar su representación estudiantil debido a que no se han convocado a nuevas elecciones. Por ese motivo, ambos esperan convertir a la Confev en una tribuna para que los jóvenes puedan expresar sus inquietudes sin necesidad de un cargo o militancia, y trabajar juntos en los problemas comunes del sector.
“Nosotros nos vamos a montar en una agenda donde nos podamos articular con esos chamos, porque sabemos que hay nuevos liderazgos que están dispuestos a asumir las responsabilidades para transformar las realidades de cada una de sus universidades”, adelantó.
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