• Noelbis Aguilar, directora del Programa Escuela de Fe y Alegría, ofreció un balance del año escolar 2019-2020 que culminó bajo la modalidad de educación a distancia. También habló sobre los retos que afrontará el sector en el próximo período. Foto: AP

Desde la suspensión de clases presenciales el 13 de marzo de este año, la premisa de la red de escuelas de Fe y Alegría fue la de duplicar esfuerzos para llegar al 100% de sus estudiantes bajo la modalidad de educación a distancia. Una tarea que esperaban cumplir sorteando limitantes como fallas de conectividad a Internet, cortes eléctricos, entre otras eventualidades. 

Cuatro meses después –tras perfeccionar los métodos para llevar enseñanza a más jóvenes y brindar orientación tecnológica a los docentes– Noelbis Aguilar, directora del Programa Escuela de Fe y Alegría, comenta para El Diario que la meta estuvo a punto de alcanzarse para el cierre del año escolar 2019-2020, aunque diversas fallas lo impidieron. Al menos 2 de cada 10 niños que integran la red de escuela no pudo acceder a la educación en este lapso de tiempo, lo que se traduce a un 20% en contraste con el 80% que si logró cumplir con sus asignaciones. 

Fe y Alegría en Venezuela

176

centros educativos agrupa la red en el país

105.760

niños están matriculados

“No llegamos a donde habían niños que fueron trasladados por sus padres a otras comunidades, en otros casos los niños vivían lejos de la escuela. Fe y Alegría no llegó a esa población porque las condiciones en la que estaban no nos permitía tener acceso a ellos (estudiantes), pero se hizo todo lo humanamente posible”, expresa Aguilar

Para la docente el alto porcentaje de estudiantes al que pudieron llegar en medio de las limitantes por el covid-19 no es fortuito. Cree que el plan que armó la red para atender la emergencia humanitaria en el sector fue una herramienta fundamental para sacar adelante las clases bajo este contexto de pandemia. 

Los mecanismos y las estrategias multimodales que establecieron también contribuyeron. Entre ellas destacan: la instalación de papelógrafos en las afueras de las escuelas para que aquellos representantes sin acceso a Internet y celulares pudieran copiar las asignaciones y los micros radiales–armados en base a guías escolares– que fueron emitidos por la emisora de Fe y Alegría para brindar orientación a los niños de preescolar y primaria.

“A medida que agarramos el ritmo de este modelo a distancia ideamos estrategias para seguir llegando a más niños utilizando papelógrafos, medios de comunicación, mensajes de textos. Hoy nosotros (Fe y Alegría) podemos decir de manera bien satisfactoria y grata que pudimos llegar a esa cantidad de estudiantes gracias al esfuerzo y compromiso de los docentes y representantes”, asegura Aguilar sobre lo que dejó este año escolar 2019-2020. 

En este proceso por el que pasaron los últimos meses también estaba la tarea de seguir garantizando alimentación a los niños, así no estuvieran asistiendo a las aulas. Hasta marzo de este año, 76 centros educativos de la organización contaban con un programa de alimentación que beneficiaba a 45% de la población, alrededor de 98.000 alumnos. Por ello y gracias a la contribución de otros organismos, en Fe y Alegría optaron por la distribución de kits de alimentación directo al hogar, los cuales incluían productos con la ingesta calórica necesaria para el bienestar de los menores.

En el caso del Programa de Alimentación Escolar (PAE), impulsado por el Estado venezolano, Aguilar detalla que los encargados siguieron garantizando los alimentos de forma regular. Aunque en ocasiones los cargamentos no eran suficientes y el programa se detenía.

Ahora está por culminar el período académico y ya hay fecha oficial para el arranque del próximo (16 de septiembre). La docente afirma que en Fe y Alegría ya trabajan en mejorar los mecanismos que implementaron en los últimos meses, especialmente para atender al 20% de los estudiantes al que no lograron llegar.

Precisamente para la atención de esta población, la red de escuela maneja implementar un plan de nivelación para garantizar que todos los estudiantes tengan los conocimientos requeridos en el próximo nivel educativo. Inicialmente se efectuará al inicio del año escolar 2020-2021, pero dado que también iniciará a distancia, esta planificación podría retrasarse hasta que haya un retorno a las aulas. 

El último escalón que le resta a Fe y Alegría por superar en este ciclo es el de los actos de grado. Sobre ello, la directora del Programa Escuela indica que ya decidieron que la entrega de títulos se efectuará por secretaría, serán los representantes los encargados de retirar los documentos. 

Lo que vendrá en el período 2020-2021

Dado el incremento en la curva de contagios por covid-19 en Venezuela, Noelbis Aguilar no ve cerca el regreso a las aulas. Cuando se efectúe, aspira que se hagan de forma gradual o el formato semipresencial que ya varios representantes del sector han comenzado a evaluar como una opción viable que permita garantizar el bienestar de estudiantes y docentes. 

“El último grupo que se incorporaría tras estos meses de confinamiento es el sector educativo”, asegura. 

Sobre la opción de clases semipresenciales, la docente cree que solo podrán optar aquellas instituciones que tengan los recursos necesarios para adquirir los equipos de bioseguridad y otros implementos necesarios para evitar la propagación del covid-19. En el caso de Fe y Alegría enfatiza que no tienen esa disponibilidad. 

Ese equipo es muy costoso y no todos estamos en condiciones de garantizarlo, el Estado no ha dicho nada al respecto porque eso significaba una inversión alta y permanente. Por ejemplo, en nuestras escuelas nosotros no tenemos garantizado todo el tema del agua y el lavado de manos es importante para prevenir el covid-19 (…). En esta son las cosas en las que debería invertir el Estado”, asevera.

Sin embargo, en Fe y Alegría actualmente hay otras prioridades: la de cómo motivar a los estudiantes a mantenerse activos en la modalidad de educación a distancia, especialmente aquellos que cursan bachillerato. Aguilar cree que este será el “desafío titánico” del venidero año escolar. 

“Es una población expuesta a riesgos muy altos y tenemos que ver qué oferta educativa vamos a ofrecer a estos jóvenes para mantenerlos con opciones dentro del sistema escolar”, afirma. 

Ante los retos que superó la red de escuela y los que están por venir, la directora no tiene más que palabras de elogios para los docentes, representantes y alumnos. El compromiso es llegar al 100% de los estudiantes en este nuevo período.

“Ha sido un trabajo titánico y de mucho compromiso, el trabajo que ha hecho Fe y Alegría de identidad es lo que hizo posible el milagro de seguir atendiendo a los niños en estos momentos de pandemia. La respuesta ha sido la de ponerse las botas y mantenerse firme hasta el final”, concluye. 

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