- Al igual que ocurrió al formar sindicatos, universidades e impulsar grupos empresariales afines a la política estatal, el oficialismo evita medirse en elecciones competitivas con los líderes que apuestan a un cambio dentro del Ejecutivo
El regreso a la escena de políticos que tenían años fuera de la exposición pública y ahora retornan de la mano oficialista tiene varias lecturas. Hasta ahora la que más genera consenso entre analistas y consultores es la del innegable interés del régimen de Nicolás Maduro de mantenerse en el poder sin enfrentar en las urnas a los líderes que trabajan para impulsar un cambio dentro del Ejecutivo.
A esto se suman las recientes sentencias provenientes del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) afín al régimen. Suspendieron las directivas de los partidos Voluntad Popular (VP), Primero Justicia (PJ) y Acción Democrática (AD) para designar a personas expulsadas de las referidas toldas por aliarse con el régimen de Maduro.
Así como hizo al formar sus propios sindicatos, universidades e impulsar grupos empresariales, la administración roja avanzó hasta tener la venia de un conjunto de partidos que no solo acudan a las reuniones del diálogo, sino que incluso vayan a elecciones. A pesar de que no existan garantías plenas de transparencia y equilibrio.
“Muchos llegaron a través de sobornos”
La analista política Paola Molina Noguera indicó para El Diario que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados están ávidos de reconocimiento internacional, por ello organizaron unos comicios legislativos e invitaron a un grupo de partidos que, desde su punto de vista, actúan como opositores, pero sus decisiones avalan la permanencia de Maduro y la no alternabilidad.
Subrayó que muchos de los dirigentes que se han retratado recientemente con el oficialismo “no tienen liderazgo ni incidencia en la opinión pública. Además de esto, los ciudadanos lo deploran, no olvidemos que muchos de ellos están ligados a Álex Saab (testaferro de Maduro)”, precisó.
Por su parte, el politólogo Piero Trepiccione precisó que estos “políticos que se hacen llamar de oposición y que actúan con el chavismo buscan cuotas de poder que no tendrían en comicios competitivos”.
Apuntó que estos casos de factores contrarios aliados a quien está en el poder no solo se han visto en Venezuela, sino en otros países, siempre con un interés económico. “Lo hacen para gozar de esquema de financiamiento. Dicen ser de oposición, pero en lo discursivo actúan para favorecer a quien ostente el poder. En la actualidad, Maduro tiene un alto nivel de rechazo, en parte por su forma de gobernar. En una elección limpia, sin estos caballos de Troya, sería difícil que el chavismo saliera victorioso”, apuntó.
Con respecto a la participación de políticos señalados de actuar en alianza con el chavismo, Trepiccione refirió que el 6 de diciembre no habrá unos comicios, “sino la participación activa de un club de amigos. Quienes no tienen capacidad de aglutinar, reaparecen cada cierto tiempo”, expresó.
“Ser mayoría por encima de la voluntad de los venezolanos”
Ángel Medina, diputado de la Asamblea Nacional (AN), enfatizó que el madurismo no pretende reconocimiento ni legitimidad, sino la reconstrucción del ecosistema electoral.
“Esto no es un tema de partidos, es algo más grave. El chavismo reconstruyó el sistema electoral, modificó leyes. El objetivo final es construir un espacio que les permita ser mayoría en la AN, incluso por encima de la voluntad de los venezolanos”, agregó.
Puntualizó que hay algunos políticos “que no entienden que hay política incluso sin proceso electoral. No es de extrañar que con esta coyuntura, muchos invisibles aparezcan. Esto será un archipiélago de opciones, pero que no representan la voluntad de los venezolanos”.
Ante el escenario de mayor polarización en el país, Medina recomendó a los venezolanos resistir, organizarse y no perder el contacto con la gente. “Hay que ver este momento con altura y profundidad”.
Sobre este aspecto, Molina añadió que uno de los errores comunicacionales más graves de la oposición estuvo en la generación de expectativas que, desde su visión, no respondieron a la ciudadanía.
“Se alimentaron esperanzas basadas en ilusiones y no en acciones, por eso debe dar espacio a nuevas caras e ideas, escuchar más, y que las decisiones trascendentales no recaigan en el mismo grupo”.
Trepiccione recomendó la reunificación en los partidos de la alternativa democrática. “En esta crisis, la múltiple vocería le pone el caldo morado, tal y como pasó en los años 2005 y 2006, en la época de la Coordinadora Democrática. Es momento de estrategia conjunta, de claridad política, de presentar una hoja de ruta, con madurez y liderazgo”, añadió.
Según el cronograma elaborado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) afín al régimen, este lunes 13 de julio y hasta el 21 de este mes se realizará el proceso de recepción de candidaturas. Al final de ese plazo se sabrá quién decide sumarse a la llamada “fiesta democrática” promovida por Maduro.
Este artículo de El Diario fue editado por: Génesis Herrera | Irelis Durand |José Gregorio Silva.
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