• A propósito de la conmemoración del Día del Orgullo, el equipo de El Diario abordó con un especialista el tema de la importancia de la aceptación y el apoyo familiar. Además, dos miembros de la comunidad hablaron de su experiencia 

Muchas de las historias de las personas de la comunidad LGTBIQ+ comienzan de la misma forma. Desde niños o durante su adolescencia se percataron de que sus gustos en cuanto a sexualidad, vestimenta o como se autopercibían no eran los tradicionales. No obstante, un factor clave ha hecho la diferencia en el desenvolvimiento de muchos de ellos: el apoyo de sus padres y familiares. 

La psicóloga Khinverly Marrero, especialista en atención y acompañamiento psicoterapéutico de pacientes transgénero, comentó que el apoyo familiar es el escenario ideal, debido a que las personas de la comunidad LGTBIQ+ ya se enfrentan al rechazo social.

“Como sociedad aún estamos muy atrasados en cuanto al tema de la diversidad sexual y las identidades de género. Es importante tener ese espacio de apoyo en casa, pero la realidad es que la mayoría de las personas de la comunidad no tienen espacios seguros en sus hogares”, explicó en entrevista para El Diario

Marrero aseveró que son pocas las personas LGTBIQ+ que cuentan con un apoyo familiar importante. En consecuencia de la falta de acompañamiento, la especialista indicó que puede existir violencia en los hogares y hay casos donde la personas quedan en situación de calle.

Desde el punto de vista emocional, las personas de la comunidad se enfrentan a la depresión, ansiedad y el riesgo suicida aumenta. En este sentido, destacó que muchos terminan buscando esa red de apoyo en amigos y otros grupos externos que consideren espacios seguros. 

Este es el caso de Alejandro Gómez, un hombre de 20 años de edad que consiguió en sus amigos el apoyo que no recibió en su hogar. “Mi mejor amiga siempre me ha apoyado, ella ha sido la que me ha ayudado a darme cuenta lo que hacía bien o mal, si me estaba expresando de la forma correcta o no”, precisó. 

Comentó que ha sido su amiga quien lo ha incentivado a retomar el habla con muchas personas de su familia, luego de que varios de diferentes formas hayan expresado su rechazo hacia su inclinación. 

Desde joven siempre mantuvo oculta su bisexualidad

A los 7 años de edad, Alejandro Gómez comenzó a percatarse de su inclinación sexual, debido a que sintió atracción hacia un compañero del colegio. “Un día haciendo una tarea en casa como niños inventamos y nos dimos un beso. Desde ese momento supe que sentía atracción por los hombres. Fue extraño porque algo en mí me decía que no estaba bien, que no debería estar haciendo eso, lo que me hizo retraerme mucho. Era muy introvertido”, contó. 

En su etapa escolar siempre lo mantuvo oculto, algo de lo que se arrepintió al tener una edad madura. Considera que tuvo que haber actuado como era él, pero por temor al bullying y el rechazo no lo hizo. 

Crear un espacio seguro

La psicóloga Khinverly Marrero recordó que durante la adolescencia se da todo lo que es la búsqueda de la identidad y la orientación sexual.

En este sentido, mencionó que antes y durante ese proceso de exploración es importante que los padres establezcan una relación de comunicación donde su hijo o hija pueda sentirse apoyado, acompañado y seguro.

“Lo importante es no forzar ningún proceso, sino esperar mientras que se promueve un espacio seguro donde se puedan abordar esos temas con cierta normalidad”, precisó. Además, sostuvo que no existe un aspecto en particular para poder determinar si un hijo o hija está atravesando por un dilema respecto a su sexualidad o autoimagen.

Aseveró que no puede confundirse la expresión de género, que es la forma que cada persona adopta para vivir su identidad, con la orientación sexual. “Dos mujeres pueden tener una expresión de género muy diferente, mientras una prefiere los tacones, otra le gustan más los zapatos o una se maquilla y otra no”, explicó.

Hay muchas personas que tienden a tener conductas homofóbicas o transfobicas por temas de desconocimiento. En este sentido, se necesita generar un espacio de información.

“Cuando estoy tratando a un paciente adoleslecente, le comento que me gustaría tener una consulta con sus padres, para que ellos puedan preguntar lo que quieran y su hijo también. La idea es crear ese espacio seguro para poder tener una conversación”, precisó.

Precisó que en muchas ocasiones debido a la falta de información respecto a la diversidad sexual, las personas generan pensamientos que no están basados en la realidad sino en prejuicios.

Entre la aceptación y el rechazo: la importancia del apoyo familiar para las personas LGTBIQ+

“Crecí escuchando que alguien merecía morir por ser gay”

Alejandro Gomez sostuvo que el apoyo familiar es un aspecto fundamental y que las cosas hubieran sido distintas en sus inicios si lo hubiera tenido, debido a que al estar en un entorno seguro no se tiene tanto miedo al salir a la calle. 

“Pero en los casos como el mío, que mi familia es muy conservadora, crecí escuchando cosas como que mataron a alguien por homosexual y se lo merecía”, indicó.

Teniendo su sexualidad definida desde los 12 años de edad, precisó que escuchaba ese tipo de señalamientos sin poder comentar nada. Lo habian criado con la mentalidad que ser homosexual era pecado y que esas orientaciones estaban mal.

“Uno crece con ese temor de que si me descubren me van a botar o me van a rechazar”, agregó. En este sentido, indicó que el acompañamiento familiar le ahorra a las personas de la comunidad muchos problemas psicológicos y emocionales, como los que él atravesó. 

Sostuvo que por lo que escuchaba, tenía un descontrol emocional que reflejaba con la comida, podía dejar de comer o comer en exceso durante esos periodos. 

Si en mi proceso de aceptación hubiera tenido a personas de mi familia que aunque no lo aceptaran lo hubieran respetado, hubiera sido suficiente. Es quitarte un peso de encima y no cargar con el hecho de que se está decepcionando. A veces por ser gay te toman como el malandro de la familia, te tratan con ese tipo de recelo”, puntualizó.

El temor de revelar su identidad

La relación con su familia ha sido difícil desde que su tía descubrió unas conversaciones en Facebook que tenía con un chico. Aunque trató de ocultar la situación inventando una historia, él supo que no lo creyeron, sin embargo, no hicieron más preguntas pero su tía le dejó de hablar durante un tiempo. 

Debido a que su papá siempre estuvo ausente, vivía con su mamá. Luego de que ella tuvo que viajar a Perú y él se quedó viviendo con su padrastro, con quien tenía una mala relación, decidió irse a vivir con su abuela.

“Cuando me fui a vivir con mi abuela tuve como una etapa de liberación porque podía expresarme más. Aunque a mi abuela no le agrada la idea que sea bisexual o homosexual, porque para ellos es blanco o negro, nunca me rechazó”, indicó.

Queer: es un término que hace referencia a todas aquellas personas que no se identifican por su género u orientación sexual.

No obstante, al atravesar varias situaciones se fue a vivir solo a casa de un primo y fue allí que comenzó a explorar su lado queer, por lo que decide hablar con su mamá para contarle que era bisexual. “Ella lo tomó de buena manera porque ya lo sospechaba”, precisó. 

Con su papá la historia fue distinta porque, según relató, es el tipo de persona que es poco receptivo con las cosas que no puede comprender. Después de haber publicado un video en Instagram, su papá lo enfrentó para preguntarle sobre su orientación. 

“Le pregunté qué quería saber y me preguntó si era travesti. Le dije que no lo era, pero pertenecía a la misma comunidad que ellos. No esperaba que mi papá me llamara travesti, pensé que diría terminos como marica o cualquier insulto”, indicó. 

Aunque había personas que ya lo sabían o sospechaban que era bisexual, como su mamá, comentó que le afecto el hecho de que otros miembros de la familia hayan tomado su orientación sexual de una forma negativa. 

Fue un proceso demasiado difícil, bonito, feo y estresante. Todavía sigo en el proceso de asimilar que ellos no lo van a aceptar y ya”, resaltó. 

La salud mental, un aspecto invaluable

Cuando comenzó el diplomado en Prisma, donde se forma como activista en derechos humanos y liderazgo con enfoque LGTBIQ+, fue que tuvo la oportunidad de hablar abiertamente con toda su familia sobre los proyectos en los que estaba trabajando.

“Me he abierto más a contar, a saber que tengo derecho a expresarme de la manera que quiero sin tener que sentirme juzgado. Saber que yo puedo hablar y estarán los que quieran escucharme y los que no”, agregó. 

Gómez sufrió de bullying en el colegio por ser afeminado y tener sobrepeso, por lo que asistió al psicopedagogo en la institución donde estudiaba y luego cuando estaba en su proceso de aceptación comenzó a ver terapias con un psicólogo. 

“Fue una gran ayuda y motivación a darme cuenta que estaba haciendo algunas cosas mal y que tenia que buscar un mejor enfoque, por lo que estaba transmitiendo no era lo que quería, porque estaba reprimido y tratando de evitar discuciones minimizando su situacion”, explicó.

De acuerdo con Gómez, el psicólogo le enseñó que cuando se trata de él no hay nada más saludable que tener una visión y opinión propia de cómo se percibe y de cómo se quiere proyectar. 

Entre la aceptación y el rechazo: la importancia del apoyo familiar para las personas LGTBIQ+

“Mi familia siempre me ha apoyado incondicionalmente”

Anderson Castillo, de 31 años de edad, tuvo lo que muy pocos han tenido, el apoyo de sus padres y hermanos en su proceso de aceptación. “Con mis padres nunca tuve la oportunidad de sentarme a conversar de que era homosexual, siento que era algo que ya ellos sabian y mas bien trataron de cuidarme siempre”, relató.

Sostuvo que al igual que cualquier padre que cuida de su hijo adolescente, no le permitían ciertas salidas o estar hasta tarde fuera de la casa. Considera que lo mantenían vigilado por el mismo tema de su inclinación, que aunque no se atrevieron a preguntarle, tampoco se sintió invadido para revelar que lo era. 

Tomaron muy bien la situación porque en ningún momento me han discriminado por ello, más bien ha sido todo lo contrario. No solo mis padres, sino toda mi familia. Siempre me han apoyado y nunca me han despreciado por ser homosexual”, resaltó. 

A pesar de que sus padres no le preguntaron sobre su orientación, al inicio si le preocupaba que se enteraran por como lo fueran a tomar. Al igual que como ha ocurrido con muchas personas de la comunidad, pensó que no lo tomarían bien o que lo correrían de la casa. 

Al inicio quiso ocultarlo

Anderson Castillo se percató que sentía más atracción por los niños a los 12 años de edad. “A diferencia de otros niños, tenía más amigas con quien me gustaba estar. Ya por allí se notaba que no era totalmente heterosexual”, contó. 

Para él fue un poco confuso al inicio. A su juicio, en ese entonces los niños eran más inocentes o ingenuos, y debido a que habían ciertas cosas que aún eran tabú, no las conocían porque no estaba permitido.

“Al inició lo oculté porque pensaba que era algo malo, siempre fui una persona reservada con mi vida personal y respecto a mi orientación sexual”, destacó. 

A sus 20 años fue que comenzó a abrirse más y conocer personas, debido a eso su personalidad fue cambiando y empezó a hacer ciertas cosas que antes no se permitía.

Aunque nunca le ha presentado una pareja formal a sus padres, si ha llevado a personas con las que salía a su casa diciendo que eran amigos. “Ellos saben pero no dicen nada, mis padres prefieren no meterse en el asunto y lo dejan pasar, no me preguntan más”, indicó.

El hecho de que no le presente a una pareja no es por temor sino porque no ha conseguido a esa persona con la que se sienta seguro y con la que considera que podría durar bastante tiempo la relación.  Sin embargo, espera en un futuro poder presentar a un novio formal porque sabe que no tendrá ningún inconveniente con su familia, considera que por el contrario a ellos les gustaría saber que no está solo. 

“No me excluyeron porque me faltara una pierna”

En diciembre de 2016, Anderson Castillo fue arrollado por un vehículo. A raíz del accidente, hubo ciertas complicaciones que llevaron a los médicos a amputarle su pierna derecha. 

“Mi familia siempre estuvo presente, el apoyo incondicional también de mis amigos fueron factores importantes para mi recuperación. Si ellos no hubiesen estado en ese momento tan catastrófico para mí, siento que no hubiese logrado todo lo he hecho”, detalló.

Precisó que nunca lo excluyeron porque le faltara una pierna, sino que estuvieron mucho más presentes y atentos a todos sus movimientos. “Estuvieron y aún están muy presentes en todo mi proceso de recuperación y adaptación”, señaló. 

A pesar de haber sido un cambio drástico en su vida, considera que ha sido un proceso difícil pero no imposible. Castillo resaltó que debido al amor que tuvo por parte de sus amigos que lo incluían en todo, nunca se sintió solo o despreciado. 

Eso ha sido importante, eso enmarca el hecho de que todas las personas y amistades que coseché a través de los años de verdad son sinceras. También el hecho que sentí que hice un buen trabajo como amigo, como hijo, como primo, como hermano, al recibir todo ese apoyo”, indicó.

Aunque al principio se retrajo y se quedó cierto tiempo en casa, por temor a toparse con personas que lo conocían antes del accidente y que le preguntaran qué había pasado, poco a poco logró superar ese aspecto y tomó nuevamente su ritmo de vida. 

“Yo soy muy independiente, vivo solo y trabajo. Siento que pude retomar mi vida normal, hasta mejor de lo que era antes”, aseveró. 

Entre la aceptación y el rechazo: la importancia del apoyo familiar para las personas LGTBIQ+

Redes de apoyo

La psicóloga Khinverly Marrero señaló que el acompañamiento psicológico es importante en los procesos de aceptación de las personas LGTBIQ+. Aunque no existe como tal una red de atención gratuita, precisó que ahora hay más grupos de apoyo donde se están visibilizando situaciones. 

Realmente es como ir conformando familias elegidas para tener espacios seguros con el apoyo de personas que también forman parte de la comunidad”, agregó. 

La especialista indicó que existen redes de apoyo como la asociación Somos (@somosmov) que tienen grupos en varios estados del país. Además, indicó que el Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+ tiene en su agenda darle continuidad a esos trabajos, debido a que faltan muchos más espacios seguros para la comunidad. 

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