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- El apicultor José Humberto Guerrero busca salvar las abejas que se encuentren en espacios no aptos y preservar el desarrollo de estos insectos por su valor biológico Fotos: Jose Daniel Ramos @danielj2511
Momentos de angustia vivió recientemente Alicia Rodríguez, quien habita en la urbanización El Paraíso, en Caracas, donde hace unos meses comenzó a ver una cantidad importante de abejas en la entrada de su casa.
Rodríguez dijo que durante el día solo se ven volando cerca de la rendija, pero cuando anochece es “imposible hasta caminar” por el sector, porque buscan la luz, en los postes y bombillos.
La situación empeoró cuando comenzaron las abejas picar a los perros de Alicia y a su vecina.
“Hasta hace dos meses no había pasado nada que me alertara, pero un día una abeja picó a uno de mis perros, quien lloraba y saltaba de dolor. Luego, unos días después mi vecina llegó a la puerta para enseñarme su mano hinchada porque las abejas le habían picado mientras dormía. De hecho, tuvo que llamar de madrugada a una ambulancia y le pusieron un antialérgico fuerte, pero la inflamación de la mano le duró días”.
Ante la situación, Rodríguez comenzó a evaluar cómo resolver el problema. En principio, llamaron a los bomberos, quienes determinaron que no tenían los medios para dar una solución porque por estatutos internacionales no se puede matar abejas.
La recomendación fue buscar el apoyo de apicultores, quienes cuentan con los implementos para lidiar de una forma segura con los insectos.
En los últimos años las abejas han utilizado espacios urbanos como techos, machimbrados, troncos huecos ubicados en urbanizaciones o paredes con cavidades para formar sus colmenas. Esa situación en cualquier momento puede ocasionar molestias en la población humana que se puede ver afectada por el instinto de defensa del insecto hacia su hogar.
Atención de emergencias apícolas
Con la finalidad de preservar la biodiversidad de la especie y atender las emergencias apícolas en la Gran Caracas, surgió la iniciativa Apirrescate hace dos años.
El apirescate busca salvar las abejas que se encuentren en espacios no aptos y que puedan comprometer su supervivencia o afectar a personas y animales cercanos a la colmena.
Guerrero participó recientemente en una actividad de rescate en el sector Las Palmas, en Caracas, debido a que al menos 15 personas resultaron afectadas por los insectos.
El apicultor expresó que actualmente los cuerpos de seguridad como los bomberos o Protección Civil no cuentan con la indumentaria para trabajar con el rescate de abejas.
Africanización de las abejas
Para Guerrero parte del comportamiento defensivo extremo que tienen las abejas en el país se dio por el cruce con otra especie proveniente de África.
Sin embargo, se presume que algunos ejemplares se escaparon y su población se fue extendiendo desde Brasil hasta el resto del continente americano.
Según los reportes, en el año 2000 ya estas abejas africanizadas fueron avistadas en Estados Unidos.
Traje de protección e implementos de un apicultor
Antes de realizar cualquier acción con las abejas, el deber del apicultor es utilizar la indumentaria necesaria que garantice su seguridad personal y la de su equipo de trabajo.
Para ello debe utilizar un traje que consta de una braga de material sintético que se conoce en el mercado como tela de paracaídas, que es la misma tela impermeable que se usan en las sombrillas.
“A pesar de que este material tiende a ser bastante fino en su grosor, la abeja va resbalar cuando intente atacar con su aguijón”, explicó Guerrero.
Otro de los implementos de protección es la careta o velo que consta de una malla metálica para proteger el rostro.
A su vez, para el manejo de las colonias es importante usar un guante de protección de cuero que cuenta con una rejilla de ventilación y una solapa que se extiende un poco más arriba de los codos del apicultor.
El otro instrumento vital es el ahumador, que se trata de un cilindro metálico preferiblemente de acero inoxidable, que cuenta con un fuelle.
Se trata de un instrumento que atrapa aire del exterior y lo lanza con fuerza en una dirección. En su interior cuenta con paredes plegables o flexibles que cuando se llena de aire se abre y para expulsarlo se cierra
Dentro del cilindro se coloca combustible como por ejemplo la cascarilla de café seca o cartón. Una vez se enciende, provoca bocanadas de humo en la punta que cuenta con una forma de cono. El humo es lo único que puede controlar la abeja.
“La abeja en sus genes asocia al humo con el fuego. Por ende, su mecanismo de alerta la lleva a llenarse de miel para abandonar ese nido. Cuando ocurre eso la abeja no pica a quien considera como agresor”, agregó.
¿Cómo se realiza el rescate?
De acuerdo con Guerrero, al ser contactados por quienes tengan una emergencia apícola se debe hacer una primera inspección para visualizar, chequear y diagnosticar las condiciones en las que estaban las abejas.
“En el caso de la colmena de Las Palmas, esta se encontraba aproximadamente a 3 metros de altura dentro del tronco de un árbol. Esto motivó que tuviésemos que buscar dos cuerpos de andamios y una motosierra porque la cavidad por donde estaban alojadas las abejas era muy pequeña”, sostuvo.
Luego, para rescatar a las abejas tuvieron que abrir el tronco de forma tal que pudieran sacar los panales completos.
A su vez, todo el proceso se realizó con ayuda del ahumador y se procedió a dirigir el humo a la cavidad del árbol de acuerdo con el grado de defensividad que experimentó el insecto.
“La cantidad de humo dependerá directamente de la forma como reaccionan las abejas a la hora de proceder al rescate”.
Guerrero indicó que en el orden en que se saquen los panales deben ser colocados en la colmena transportadora o Colmena Langstroth que va a operar como el nuevo hogar del insecto.
Explicó que la abeja reina expele una feromona que va indicarle a los demás individuos de la colmena hacia donde deben seguirla.
Una vez que se realiza el proceso, es importante que la colmena de rescate se deje en el sitio hasta un máximo de 24 horas a fin de que todas las abejas ingresen a la nueva colmena, pero va a depender de las condiciones.
Los costos asociados a las labores de rescate dependerá del nivel de dificultad y los implementos necesarios.
Colmena de traslado
Apirrescate cuenta con una colmena de traslado para el rescate y reubicación de las abejas que están realizando en la Gran Caracas.
Normalmente es realizada en madera. Cuenta con una tapa externa de ese material que a su vez tiene otra metálica o galvanizada que funciona como aislante, y posee al menos 10 cuadros.
En cada uno de los cuadros va a estar ubicado un panal para abejas, de forma tal que puedan organizarse para construir la colmena en cada una de las divisiones.
El sector de la colmena donde las abejas almacenan miel es mejor conocido como alza, y por lo general, se coloca encajada encima de la cámara de cría.
Importancia biológica de las abejas
Según Gutierrez, cuando consiguen a personas reacias a entender la importancia biológica de las abejas no insisten en hacer el trabajo, pero proporcionan a las personas la evidencia científica con relación al tema.
Además, se estima que el valor de la polinización en los sistemas de producción alimentaria global ronda los 600 billones de dólares, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha realizado diversos llamados gobiernos y otros actores sociales para proteger a los cerca de 20.000 tipos de abejas y otros animales polinizadores ya que de ellos depende el aprovechamiento de los sistemas alimentarios como garantía de una producción estable de alimentos en todo el mundo.
Asimismo, a través de la apicultura se aprovechan todos los productos que procesan las abejas como productos la miel, el polen, la cera, el propóleo, la jalea real y la apitoxina (conocida como veneno de abejas), que tienen usos médicos y alimenticios.
Hechos recientes donde personas resultaron lesionadas por abejas
El 21 de mayo de 2023 murió un septuagenario, identificado como Alberto Enrique Márquez, tras haber sido asediado por un enjambre de abejas, mientras estaba sentado en un banco de una plaza en Propatria, Caracas.
En otro hecho ocurrido el 2 junio de 2023, José Orlando Castillo, de 65 años de edad, murió por las picaduras de un enjambre de abejas en el Asentamiento Campesino Higuerón, ubicado en el municipio San Felipe del estado Yaracuy. Castillo se encontraba con un amigo, quien también sufrió heridas por los insectos.
Otra persona que murió en otro hecho ocurrido el 1° de junio, fue Rafael Enrique Delfino Landaeta de 60 años de edad, quien se topó con una colonia de abejas dentro de su vivienda en el barrio Parcelas del Socorro, parroquia Miguel Peña de Valencia (Carabobo).
