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- Un emprendimiento venezolano desarrolló un modelo de negocio para la fabricación y reparación de sillas de ruedas a bajo costo. El proyecto nació debido a la escasez de repuestos y materiales en 2015 y actualmente emplea a personas que viven con discapacidad
César Heredia fue víctima de un robo en el año 2012, cuando tenía 25 años de edad. Un disparo de un arma de fuego produjo que perdiera la movilidad en sus dos piernas. Los doctores le indicaron que debía empezar a utilizar una silla de ruedas para poder recuperar la normalidad en su vida y así lo hizo.
En el año 2014, la crisis económica en Venezuela recrudeció y para César era cada vez más difícil conseguir los repuestos para su silla de ruedas. De hecho, no podía ni siquiera cambiar cauchos, por lo que tenía que rellenarlos con goma espuma para poder seguir movilizándose por la ciudad de Valencia, en el estado Carabobo.
Un día, paseando con un amigo por la zona norte de Valencia, se percató de que una persona estaba desechando una silla de ruedas. César tuvo la idea de llevarla a su casa con la esperanza de conseguir algunos repuestos que le pudieran servir para reparar la suya. Impulsado por resolver su situación, se propuso la idea de ayudar a otros de la misma manera. Así nació su taller de reparaciones y fabricación de sillas de ruedas para personas de bajos recursos.
Un taller para la comunidad
Se trata de un proyecto que propone la restauración a partir de los materiales o piezas que se les retira a otras sillas de ruedas para brindar una solución y un servicio a la comunidad. César aprendió de manera autodidacta cómo desarmar y ensamblar las sillas. Estudió cómo saber diferenciar qué tipo de rolineras utilizan, el lugar de cada tornillo y cómo retirar correctamente cada pieza.
“Lo que aprendí poco a poco se lo fui enseñando a varios amigos. Quise guiarlos para que aprendieran a armar cada tipo de silla dado que para ese momento era difícil conseguir los repuestos para repararlas. Creo que la idea es dotar a las personas con las capacidades necesarias para resolver su situación y seguir teniendo una calidad de vida”, refiere César.
Progresivamente, su labor lo llevó a darse a conocer en su comunidad. Actualmente el proyecto ha empleado a otras tres personas con discapacidad motora con el objetivo de lograr su integración social y su independencia laboral.
César considera que todavía existen prejuicios sobre cómo pueden desenvolverse personas con discapacidad en distintas tareas. Por eso, a pesar de tantas barreras, el taller funge como un acercamiento al mundo del trabajo genuino y que aporta un grano de arena a las necesidades del colectivo.
“La incorporación al taller de personas con discapacidad ha beneficiado a la comunidad, como también a su núcleo familiar. Aunque la ley y la Constitución venezolana consagra el derecho a un empleo y un salario remunerado, sabemos lo difícil que es la inclusión laboral en el país”, explicó el emprendedor para El Diario.
Una labor consciente
Quienes conforman el taller son conscientes de su labor comunitaria más allá de la práctica profesional. Por eso, para llegar a beneficiar a más personas, se han aliado con organizaciones y fundaciones que comparten la promoción del trabajo para las personas con discapacidad.
El proyecto cuenta con el apoyo de la fundación Vanessa Peretti, la empresa Consorven y la Red Latinoamericana de Organizaciones de Personas con Discapacidad y sus Familias (Riadis). Este programa promueve y protege los derechos de las personas con discapacidad en América Latina y el Caribe con la finalidad de otorgar asesorías y capacitaciones para mejorar su calidad de vida.
“En un contexto tan difícil para las personas con discapacidad, trabajar y tener mis ingresos es un alivio. Creo que es un orgullo y una satisfacción impresionante ver que con algo tan simple para nosotros pudimos generar mucha alegría y posibilidades no solo para otras personas, sino también para sus familias”, comenta César.
César y su equipo se muestran satisfechos por la recepción que ha tenido el proyecto hasta ahora al desarrollar estas actividades solidarias. Considera que el colectivo se ha mantenido muy unido para colaborar con obras sociales. Menciona que hace poco se realizó una recolección de dinero para cubrir los gastos de fabricación de una silla de ruedas para una niña con parálisis cerebral. Y también se entregó la donación de una silla de ruedas para un niño diagnosticado con espina bífida.
Por eso, agrega, que no solo es importante los beneficios laborales que otorga el taller, sino que además a través de este espacio se promueve la formación de actitudes solidarias con la sociedad a la que pertenecen.
El programa ha beneficiado a muchas personas, en especial a niños que viven con síndromes o condiciones que limitan su movilidad.
¿Cómo ayudar?
El taller, que está ubicado en la zona sur de Valencia, está abierto a recibir donaciones de materiales que puedan ser funcionales para la fabricación o reparación de una silla de ruedas.
César explica que algunas de las herramientas que más utiliza en su taller son tornillos, rolineras, tela tipo lona, destornilladores, taladros, esmeriles, hilos, goma espuma, grasa, silicón sellador o pega de zapato. Las donaciones las pueden hacer llegar a través de su número de contacto o el perfil de Instagram del taller.
Datos de contacto
César Heredia: +58 0424-4376876
Instagram: @Sr_taller o @cesarheredia9
Actualmente, en el taller están desarrollando una silla de ruedas adaptada para personas con discapacidad con más de 115 kilogramos de peso. Estará equipada con triple material de lona y goma espuma para ofrecer una mayor comodidad al usuario. Otra de sus características es que tendrá soportes laterales y de espaldar para ofrecer una mayor seguridad al momento de movilizarse.
La iniciativa es solo un comienzo para un camino que todavía, dice César, queda mucho por recorrer. Está contento por haber dado el primer paso y es consciente que este proyecto puede ser replicado en otros estados del país, por lo que anima a otros emprendedores a que se sumen a este programa social y de reinserción laboral para personas con discapacidad. En cuanto a los desafíos pendientes, para César sigue pendiente derribar barreras de accesibilidad que aún tienen. Por eso, él aspira a que todas las empresas y organizaciones se comprometan con la inclusión y accesibilidad. De esta forma, todas las personas pudieran contar con autonomía y las mismas oportunidades.
