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- El grupo ecológico Sembremos Más Vida sostuvo que aunque los globos biodegradables se pueden descomponer más rápidamente, la liberación masiva sigue representando riesgos para la vida silvestre
El proyecto ecológico Sembremos Más Vida rechazó una iniciativa impulsada por la Alcaldía de San Diego, en Valencia (estado Carabobo), en la que se lanzaron al menos 5.000 globos biodegradables, previamente inflados con helio.
La organización ambientalista aclaró que, aunque se utilicen globos biodegradables, como anunció previamente para el encuentro, este tipo de actividades solo contribuye a la contaminación del medio ambiente, por lo que piden a las autoridades reconsiderar el objetivo de este tipo de convocatorias.
Ricardo Noguera, coordinador del proyecto ecológico, indicó que los globos biodegradables son agentes contaminantes y pueden recorrer grandes distancias y caer en bosques, parques y hasta en las aguas de ríos o mares, por lo que resultan perjudiciales para los ecosistemas.
Noguera destacó que los globos biodegradables pueden pasar semanas, meses o años en la naturaleza siendo objeto de consumo por parte de animales.
“Además también tienen otros aditivos químicos como los colorantes que al descomponerse dañan el ambiente”, explicó Noguera.
Los miembros del programa ambiental exhortaron a las autoridades del Ministerio para el Ecosocialismo y a los diputados de la Asamblea Nacional revisar este tipo de iniciativas que involucran plásticos de un solo uso.
¿Qué son los plásticos de un solo uso?
Uno de los agentes más contaminantes para el medio ambiente son los plásticos de un solo uso, especialmente las bolsas de compras descartables. Esto debido a que no se pueden reciclar o reutilizar.
¿Por qué se considera que los globos biodegradables son contaminantes?
Organizaciones ambientales y ecologistas Ballons Blow consideran que el soltar globos al aire libre tiene un impacto ambiental significativo debido a que estos permanecen sin degradarse en el medio ambiente marino durante años.
En ese sentido, en entornos como océanos y cuerpos de agua, donde los globos a menudo terminan después de ser liberados, la velocidad de descomposición puede ser significativamente más lenta que en ambientes terrestres. Esto plantea un riesgo, ya que los globos biodegradables pueden persistir durante períodos prolongados, contribuyendo a la contaminación incluso si eventualmente se descomponen.
Además, se ha determinado que algunos globos etiquetados como biodegradables pueden contener aditivos que aceleran el proceso de descomposición en ciertas condiciones, pero que esta etiqueta no garantiza que no dejen rastros nocivos en el medio ambiente.
Por lo tanto, incluso cuando se descomponen, lo hacen en fragmentos más pequeños, creando microplásticos, lo cual plantea una preocupación significativa para el medio ambiente, ya que pueden ingresar a la cadena alimentaria y tener impactos negativos en la vida silvestre y, en última instancia, en los seres humanos.
Otro aspecto a considerar es la producción de los materiales utilizados en los globos biodegradables. Si bien pueden estar compuestos de materiales más amigables con el medio ambiente que los globos convencionales, aún pueden requerir recursos no renovables y procesos de fabricación que generan emisiones contaminantes. La evaluación del ciclo de vida completo de estos productos es esencial para comprender su verdadero impacto ambiental.
Por esa razón, aunque los globos biodegradables, si bien pueden parecer una alternativa más ecológica, no están exentos de problemas ambientales.
La velocidad y efectividad de su descomposición, la generación de microplásticos, la producción de materiales y la percepción pública son factores cruciales que deben abordarse para evaluar adecuadamente su impacto ambiental.
