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- El plástico es uno de los agentes más contaminantes. En Venezuela todavía no existen políticas que promuevan la reducción de su uso para contribuir con los tratados internacionales que buscan combatir esta problemática
Cada minuto se fabrican 5 billones de bolsas en todo el mundo. Para combatir este problema, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) menciona, en un informe sobre los impactos del uso de los plásticos de un solo uso en marzo de 2019 que, es necesario promover acuerdos para que países firmantes se comprometan a reducir los desechos de este tipo.
El organismo establece recomendaciones como la promoción de alianzas con el sector privado para encontrar productos respetuosos con el medio ambiente y reemplazar todos aquellos que sean perjudiciales para los ecosistemas.
Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico
La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) fijó esta fecha desde el año 2017 como parte de una resolución que insta a los países a tomar medidas para reducir el uso de estos desechos.
Uno de los agentes más contaminantes son los plásticos de un solo uso, muy especialmente las bolsas de compras descartables. Esto debido a que se consideran que son altamente contaminantes porque no se pueden reciclar o reutilizar.
En ese sentido, en todo el mundo hay un movimiento creciente en pro de una economía libre de plásticos de un solo uso, que denuncia a las corporaciones que generan más residuos, presiona a los gobiernos a reducir la producción de plástico y promueve el uso de recipientes rellenables y reusables. Sin embargo, en Venezuela no ha existido un avance por parte de las autoridades para la atención de este problema.
¿Cuáles son los países que han aplicado restricciones?
¿Por qué son tan dañinas las bolsas de plástico?
Las bolsas de plástico son elaboradas con petróleo. Este combustible es la materia prima, pero se trata de un recurso no renovable, costoso y responsable de la emisión de gases de efecto invernadero, es decir, del cambio climático. Esto sin mencionar lo que tarda en desintegrarse una bolsa de plástico. Se calcula que puede demorar entre 500 y 1.000 años. Y cuando sucede se divide en pequeñas partículas que se mezclan con el entorno y tardan miles de años en desaparecer por completo.
Asimismo, se considera que es más difícil reciclarlas. En su mayoría están fabricadas con polietileno de alta resistencia. Su problema para reciclarse radica en que es muy fácil que se enrede en las máquinas de reciclaje. Por lo tanto, se deben reciclar en contenedores específicos, aunque resulta más complicado y caro (cuesta hasta 100 veces más reciclarlas que fabricarlas nuevas).
Datos de organizaciones internacionales refieren que se utilizan 1 millón de bolsas por minuto, pero de esta cifra solo se recicla el 1 %.
¿Qué opciones se pueden utilizar?
La ciudadanía es uno de los principales actores que puede contribuir con disminuir los impactos de los plásticos de un solo uso. En El Diario te explicamos algunas alternativas que ayudan al medio ambiente y no contaminan. En lugar de bolsas, puedes utilizar:
– Bolsas de tela
– Bolsas de cualquier otro material que se tenga en casa
El contribuir con el ambiente también significa cambiar hábitos. Uno de ellos es evitar solicitar bolsas de plásticos en supermercados, locales y tiendas y, en lugar de eso, llevar siempre consigo un bolso cómodo en casa que sustituya una función.
Otra manera de ayudar es reutilizar todas las bolsas plásticas tantas veces como sea posible y promover que amigos y familiares también adopten estas prácticas que ayudan al planeta.
El plástico, desde su fabricación, es contaminante. Se estima que para 2050, si el ritmo actual de de fabricación se mantiene, el plástico generará el 20 % del consumo de petróleo en Europa y el 15 % de las emisiones de gases invernadero del continente, de acuerdo con datos de Plastics Europe, organización de representación de los fabricantes de polímeros en Europa.
Una de las alternativas para evitar estos altos niveles de contaminación es apostar por el reciclaje y la reutilización de bolsas plásticas para que no terminen en vertederos o en los océanos. Aunque no es una tarea fácil, lo importante es reconocer que las voluntades locales son tan importantes como las grandes decisiones tomadas en organismos multilaterales como las Naciones Unidas.
