- La niñez ha sido una de las grandes afectadas por la crisis que se vive en el país. Como respuesta, en el régimen de Nicolás Maduro reina el silencio sobre las problemáticas que afectan a los menores de edad
Era 6 de diciembre de 1998 y Hugo Chávez acababa de resultar electo como presidente de la República. En su primer discurso hizo promesas, habló del futuro y se comprometió en frente de una multitud a rescatar a los niños en situación de calle que había hasta ese entonces en el país. “Declaro que no permitiré que en Venezuela haya un solo niño de la calle: si no, dejo de llamarme Hugo Chávez Frías”, afirmó el fallecido exmandatario.
Con el tiempo aquella promesa no se cumplió, todo lo contrario. La crisis y la falta de planificación causaron que la niñez venezolana comenzara a ser vulnerada en otros aspectos. No solo se registró un aumento de niños en situación de calle (966.200 hasta 2019, de acuerdo con la AN), también se incrementó el maltrato y la desnutrición infantil. La educación se volvió un lujo para muchos menores de edad y la migración masiva dejó a casi 1.000.000 de niños sin sus padres en Venezuela.
Se trata de diversas situaciones que terminaron con algo en común: la vulneración de los derechos de los niños venezolanos y la falta de políticas públicas efectivas para garantizar su bienestar, aún en este contexto de crisis.
A propósito del Día del Niño en Venezuela, el equipo de El Diario recopiló algunas situaciones en la que la niñez se ha visto gravemente afectada durante estos más de 20 años de chavismo y de promesas incumplidas.
1. La calle como hogar
A mediados de 2017 el incremento de niños en situación de calle fue notorio. Estaban en las principales avenidas del país, en las ferias de comida de los centros comerciales y afuera de establecimientos hurgando en la basura. Los menores comenzaron a volverse visibles, al menos para el ciudadano común que vio cómo la permanencia de ellos en las calles se agravó en estos años de “revolución socialista”.
En Venezuela, las cifras oficiales sobre la condición de estos niños no se conocen. Sin embargo, en noviembre de 2019 la vicepresidenta de la Comisión Permanente de Familia de la Asamblea Nacional (AN), Karin Salanova, se atrevió a ponerles números e indicó que habían 966.200 niños en las calles de todo el territorio nacional. Cuando Hugo Chávez llegó al poder la cifra era de 4.000, esto según informó el propio presidente en aquel entonces.
Hasta ahora, pese a la evidente situación de estos menores, el régimen de Nicolás Maduro no ha creado planes para atender la situación, imitando así lo mismo que hizo Chávez en sus años de mandato. En estos meses de pandemia por covid-19 la presencia de los niños en la calle no ha mermado. Siguen deambulando por las avenidas expuestos al hambre, la violencia y ahora al virus.
Recientemente, Carlos Trapani, coordinador general de la ONG Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), comentó en entrevista para El Diario que el régimen venezolano no ha creado las políticas públicas adecuadas para atender a los menores de edad que permanecen en las calles. Ahora, en este contexto de pandemia, los niños son un sector “doblemente vulnerado” que sufre los daños colaterales del decreto.
2. Alto índice de desnutrición
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó en 2018 que la crisis económica y humanitaria que vive Venezuela limitaba el acceso a los niños a una alimentación balanceada, por ello hizo un llamado al régimen de Nicolás Maduro a dar una respuesta urgente para garantizar la integridad de los menores venezolanos.
Sin embargo, a principios de julio de este año, la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2019 – 2020 reveló cifras alarmantes sobre la condición nutricional de los niños venezolanos. El estudio arrojó que al menos 639.000 niños menores de cinco años de edad presentan desnutrición crónica en la actualidad, esto se traduce a un 30% de esa población.
El indicador peso-edad también detalló que otro 21% de los menores se encuentra en riesgo de desnutrición y el 8% restante está desnutrido.
Los niveles presentados por Encovi recientemente reflejan una distancia considerable en comparación con otros países de la región, como Colombia que tiene un registro de desnutrición del 3,4%, Perú con 3,2% o Chile que refleja solo un 0,5%.
Ante estas dramáticas cifras que demuestran la situación de extrema vulnerabilidad de muchos niños, en los últimos años han surgido cientos de iniciativas impulsadas por varias ONG para llevar comedores comunitarios a zonas vulnerables. En estos lugares la finalidad es garantizar a los niños una alimentación balanceada y de calidad para evitar que caigan en desnutrición.
3. Trabajo y explotación infantil
Al igual que otras problemáticas que se registran en Venezuela, las cifras oficiales de cuántos niños trabajan en el país debido a la crisis se desconocen. Los últimos registros que se tienen datan de 2007, cuando el estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE), indicó que 81.000 niños, niñas y adolescentes estaban incorporados al trabajo de manera ilegal, pues de acuerdo con el artículo 96 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna), en Venezuela solo está permitido el trabajo formal para aquellos adolescentes mayores de 14 años de edad. Esto siempre y cuando la actividad no entorpezca su educación, sea peligrosa para su salud o desarrollo integral.
Luis Cedeño, sociólogo y director de la asociación civil Paz Activa, explicó para El Diario que las condiciones de vida de algunas familias impulsan a los adultos a permitir que sus hijos sean explotados laboral o sexualmente para mejorar su situación económica.
Añadió que en ocasiones quienes esclavizan a los menores de edad son familiares que fueron designados como cuidadores.
Recientemente, un informe actualizado de Michelle Bachelet, alta comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los derechos humanos, denunció un incremento en la explotación de niños y adolescentes en las zonas mineras del estado Bolívar. Los menores de entre 7 y 10 años de edad son obligados a trabajar en las minas y en la prostitución.
Carlos Trapani considera que la opacidad en las cifras de años más recientes sobre esta problemática no permite hacer un análisis más profundo de la situación de los menores de edad. Por el contrario, lo que causa es un incremento en la cantidad de estos casos.
“Lo que sí es evidente es que hay un contexto de emergencia; que hay un contexto de mucha privación; que hay una merma importante en el salario de las personas y sin lugar a dudas, este hecho social impacta en la dinámica de los niños. No es de extrañarse que haya un incremento en los niños que deciden trabajar. ¿Cuál es el principal problema, a mi juicio? El trabajo informal de los niños”, dijo Trapani.
4. Niñez dejada atrás
En los últimos años más de 4.600.000 de venezolanos han abandonado el país a causa de la crisis, esto según datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). El éxodo, que ha supuesto una pérdida importante para los sectores productivos, también ha dejado en el limbo a cientos de menores de edad que se quedaron sin sus padres.
De acuerdo con el último informe presentado por Cecodap, a finales de 2019 al menos 930.020 niños y/o adolescentes fueron dejados a cargo de otro familiar. La cifra revela que se produjo un aumento de 81.020 niños afectados por la migración en comparación con 2018.
Los datos presentados por la ONG representan casi 10% de la población infantil en Venezuela. Supera la totalidad de habitantes de estados como Nueva Esparta y Sucre.
Jannia Orta, psicóloga infantil, alertó en entrevista para El Diario que el éxodo no planificado genera en los niños que se quedan sin sus padres una serie de efectos determinantes de cara al futuro, sin importar la edad.
“En todos (niños) sin lugar a dudas deja una marca importante, nosotros consideramos que son generaciones que están afectadas, por lo menos va a generar un gran impacto de aquí a 30 años, una persona que haya perdido a uno de sus padres porque emigró, eso ya genera un quiebre”, expresó la profesional.
5. Sin educación
Los niveles de pobreza y desigualdad han contribuido también a que más niños venezolanos no tengan acceso a la educación. De acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2019 – 2020, hay al menos 1.700.000 de jóvenes que no están dentro del sistema educativo.
Actualmente y en este contexto de pandemia por covid-19, más niños han tenido dificultades por acceder a clases debido a fallas de conectividad a Internet, racionamientos eléctricos y ausencia de equipos tecnológicos.
Solo en la red de escuelas de Fe y Alegría, 20% de los menores matriculados no logró seguir recibiendo clases bajo la modalidad de educación a distancia que funcionó en los últimos cuatro meses del periodo escolar 2019-2020. Las cifras se traducen a retraso en los niveles académicos de más menores venezolanos.
Todas estas problemáticas se han agudizado en los últimos años dejando sin derechos y desprotegidos a muchos niños venezolanos, un sector de la población que requiere de especial atención y que en la actualidad permanece en el olvido del Estado venezolano.