- Griselda Sánchez, secretaria de contratación colectiva y reclamos del Sindicato Venezolano de Maestros de Distrito Capital, explicó que los dos profesionales estuvieron presentando cuadros de depresión durante los últimos meses
En menos de 30 días dos educadores se quitaron la vida debido a los bajos salarios que percibían. La denuncia fue hecha recientemente por el Sindicato Venezolano de Maestros de Distrito Capital. Se trata de una situación crítica que se suma a la crisis que vive el sector.
En la actualidad los docentes ganan menos de tres dólares, de acuerdo con la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV), una suma que no les alcanza para sobrevivir en un país con hiperinflación.
Ante esta situación, el equipo de El Diario conversó con Griselda Sánchez, secretaria de contratación colectiva y reclamos del Sindicato Venezolano de Maestros de Distrito Capital, quien explicó que los dos profesionales estuvieron presentando cuadros de depresión durante los últimos meses.
“Los familiares manifestaron que tenían cuadros fuertes de depresión, de hecho el maestro de Mérida estaba tomando ansiolíticos. Tenían ya tiempo quejándose de los bajos salarios que no les alcanzaban para nada. Hasta que finalmente tomaron la decisión de quitarse la vida”, lamentó Sánchez.
Añadió que no son los primeros casos que se conocen de docentes que se suicidan por no tener un salario digno que les permita resolver el día a día. La sindicalista comentó que en septiembre de este año un profesor jubilado de 55 años de edad se aventó del piso cuatro del edificio donde vivía, en el estado Táchira .
“Vemos con mucha preocupación el tema del suicidio en el sistema educativo. Los docentes están tomando esta decisión debido a la grave situación del país. Esta no es la primera vez, de hecho, en 2019 también se registraron casos similares en El Junquito, Catia, 23 de Enero y en El Valle”, explicó.
Salario menor a tres dólares
La necesidad es el punto en común que une a muchos docentes venezolanos que en la actualidad ven pulverizados sus salarios. Griselda Sánchez detalló que lo que recibieron los profesores como pago en octubre fueron 1.500.000 bolívares, de acuerdo con la tasa oficial del BCV, equivalente a 2,3 dólares.
“Estos docentes tienen más de 15 años de servicio, tienen postgrados y lo que perciben de sueldo es ese mísero monto. Esta situación es inconcebible, con ese dinero no se puede vivir”, sentenció Sánchez.
Los bajos salarios de los jubilados del sector educativo se repiten entre los docentes que siguen activos. Sus neveras y despensas son un reflejo del drama que muchos de ellos viven en un país donde –afirman– formar a las nuevas generaciones es poco importante para el Estado. La insuficiencia de sus sueldos ha sido una denuncia constante los últimos años. La situación es alarmante. Nada ha cambiado pese a las protestas frente al Ministerio de Educación y los llamados a paro.
Propuesta de salario a un petro
El presidente del Sindicato Nacional Fuerza Unitaria Magisterial (Sinafum), Orlando Pérez, indicó en octubre que se entregó una propuesta al Ministerio del Trabajo para que el salario del sector educativo fuera ajustado a un Petro mensual. Señaló que el documento está respaldado por nueve federaciones: tres obreras, cinco administrativas y Sinafum.
La sindicalista aseguró que dicha propuesta fue llevada al ministerio, en conjunto con las federaciones de docentes existentes en el país. Hasta la fecha, no han recibido respuesta. Resaltó que 50 dólares mensuales no son la solución pero aclaró, que sería mejor que el dinero que perciben actualmente.
“Con un pago de 50 dólares los maestros podrían paliar la situación, pero la verdadera solución pasaría porque se detenga la inflación en el país y las políticas públicas cambien. Necesitamos un seguro HCM, un seguro funerario, es importante que el gobierno respete los contratos de los docentes. Lo único que han demostrado es que no tienen voluntad política”, indicó.
En medio de la pandemia, los profesionales del sector educativo deben sortear obstáculos como laborar solo cuatro veces al mes y tratar de sobrevivir con dos dólares al mes en un país donde solo un cartón de huevos cuesta su salario.