• Pedro Mejías, fundador de Patina y Vive, habló sobre el valor que aporta el skateboarding para la sociedad y el impacto que ha tenido su fundación en San Felipe, estado Yaracuy

El 21 de junio de cada año se celebra el Día Mundial de la Patineta, también conocido en inglés como el Go Skateboarding Day. La iniciativa comenzó en el año 2004 por un evento promocional organizado por la Asociación Internacional de las Compañías de Skateboard (IASC, por sus siglas en inglés), y desde ese entonces, la efeméride tiene el objetivo de impulsar la práctica de este deporte extremo y de intentar hacerlo más accesible en todo el mundo.

Aunque no existe un censo oficial, la American Sports Data estima que existen más de 40 millones de personas que practican el skateboarding o saben utilizar una patineta. Su popularidad aumentó exponencialmente tras su inclusión como disciplina en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

En Venezuela, una de las iniciativas que busca enseñar el skateboarding es Patina y Vive, una organización sin fines de lucro que desde 2018 imparte clases a los niños y jóvenes de San Felipe, estado Yaracuy. El proyecto nació de su fundador Pedro Mejías, quien además es profesor de educación física graduado de la Universidad de Carabobo.

Patina y Vive: la fundación que enseña valores de la vida a través del skateboarding
Patina y Vive

En una entrevista exclusiva para El Diario, Mejías relató que su idea nació en 2005 cuando estaba más activo en la comunidad de skateboarders de San Felipe. Como consecuencia de lo que observaba en su entorno, sumado a los estereotipos que surgen alrededor de la patineta, tuvo la necesidad de generar un proyecto que resaltara los valores positivos del skateboarding por encima de los aspectos negativos.

“Una de las cosas que me motivó a hacer Patina y Vive fue crear un ambiente donde los muchachos que empezaran a practicar conmigo lo hicieran como un deporte, con un estilo de vida que estuviera alejado de otra tendencia que empaña un poco nuestra cultura. Hice un gran esfuerzo para que eso cambiara aquí, porque me di cuenta que muchos de los muchachos que patinaban y llegaban a la plaza, después de que entraban a ese mundo de los vicios y las drogas, la patineta quedaba a un lado”, relató Mejías.

El balance entre la educación y el skateboarding

Patina y Vive cuenta hoy con un grupo de 22 alumnos de entre 4 y 17 años de edad que reciben lecciones gratis. Mejías resaltó para El Diario que los padres están involucrados en el proceso y que el requisito principal para que los niños puedan ver clases de skateboarding es tener buenas calificaciones en sus escuelas.

“Lo único que les exijo es que traigan su boleta de calificación de cada lapso, esa es la inscripción de ellos en cada trimestre. Pero la idea tampoco es dejarlos tirados si tienen malas notas, en ese caso investigo si está ocurriendo algo en su ambiente familiar. Los representantes también están contentos con eso. De los 22 niños y jóvenes que tengo, uno se va a graduar de bachiller este año y los demás continuarán a su año siguiente”, aseguró Mejías.

A finales de 2019, Patina y Vive llegó a tener 40 estudiantes hasta que muchos de ellos dejaron de asistir a partir de marzo de 2020 por la pandemia del covid-19. Aun así, según describió Mejías, la fundación logró subsistir y hasta el momento han obtenido cuatro victorias en competencias de skateboarding en Caracas, Aragua, Lara y Carabobo. Una de las estudiantes, Veruzka Tovar, se ubica actualmente en el segundo lugar de su categoría en el ranking nacional femenino.

Perseverancia ante todo

La práctica del skateboarding o de cualquier otro deporte extremo conlleva caerse, golpearse y, en algunas ocasiones, sufrir lesiones. Esto último le ocurrió a uno de los estudiantes de Patina y Vive, Steven Orellana, quien se fracturó uno de sus codos durante un entrenamiento.

“Esa fue una de las pruebas de fuego de Steven, pero gracias a Dios ya recuperó el 100 % de la movilidad en su codo. Recientemente ganó el concurso de mejor truco en una competición en Lara sobre un riel más grande que el que enfrentó cuando se fracturó”, indicó.

Patina y Vive: la fundación que enseña valores de la vida a través del skateboarding
Patina y Vive

Para Pedro Mejías, el esfuerzo y la perseverancia son facetas fundamentales para enfrentar estos momentos difíciles y son características que pueden aplicarse en cualquier aspecto de la vida. El profesor de la organización creó un taller llamado “Camino a ser pro”, en el que ofrece herramientas para ayudar a superar las situaciones difíciles dentro del skateboarding.

“El objetivo final de Patina y Vive es que estos niños vayan por el buen camino, que rompan estereotipos, logren muchas cosas en su vida, hagan su deporte de la mejor manera posible, sean de ayuda en su hogar y que sean personas de bien”, aseveró Mejías.

Una razón social

El creador de Patina y Vive señaló que la mayoría de sus estudiantes son de bajos recursos y que la organización se sustenta de apoyos gubernamentales, donaciones de personas particulares y de empresas de patinetas. Afirmó que la dedicación de los muchachos ha hecho que sus familiares se involucren de lleno en el proceso y que aspira a que logren practicar el deporte de forma profesional e internacional.

“Ha sido una experiencia excelente, sobre todo en la parte social, porque la gente le tenía miedo a la plaza donde practicamos. Luego empezaron a llegar los representantes para ver qué se hacía aquí y pude visitar las casas de los niños y ver su situación. Es difícil describir la satisfacción que me da cómo la vida de estos niños se ha ido transformando poco a poco. Siempre les digo que, si se esfuerzan, van a fluir cosas en su vida que serán muy positivas”, puntualizó Mejías.

Noticias relacionadas