• La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló que la fuga de macroplástico y microplástico al ambiente, que deriva de una recolección y eliminación inadecuada, genera especial preocupación. Solo el 9 % de los residuos plásticos que se producen en el mundo son reciclados efectivamente. Foto principal: Getty Images

El 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos. Esta es una fecha que declaró oficialmente la Asamblea General de las Naciones Unidas el 5 de diciembre de 2008. El motivo de este día es generar conciencia sobre la gestión y protección de los océanos en el planeta.

Los océanos cubren más del 70 % de la Tierra. Para la humanidad es fuente de vida y de sustento, también para muchos otros organismos terrestres; una prueba de ello es que los océanos producen al menos un 50 % del oxígeno de la Tierra, además de albergar la mayor parte de la biodiversidad que existe en el planeta. Asimismo, los océanos son fuente de proteína principal para más de un millardo de personas en todo el mundo y es clave para la economía.

Sin embargo, los océanos están cambiando debido a la contaminación y el calentamiento global. Los desechos están acabando con la vida marina y poniendo en riesgo a millones de vidas más.

Esta nota se publicó originalmente el 23 de febrero de 2022.

Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reveló que la producción de plásticos en el mundo se ha cuadruplicado en los últimos 30 años y los residuos que generan se han duplicado con creces entre 2000 y 2019. 

El estudio, publicado el 22 de febrero de 2022, revela que hay al menos 30 millones de toneladas de residuos plásticos acumuladas en los mares y otros 109 millones de toneladas en los ríos. Esto significa que los desechos se seguirán vertiendo en los océanos durante décadas debido a la contaminación que existe en los ríos. 

En 2019 se produjeron 460 millones de toneladas de plásticos y ese año la cifra de residuos fue de 353 millones de toneladas. El 40 % de los desechos plásticos eran envases, un 12 % de bienes de consumo y un 11 % de la ropa y los textiles.

Uno de los datos que reveló el informe es que solo el 9 % del plástico recolectado es reciclado.

El destino del plástico que se produce en el mundo se divide de la siguiente manera: 

 -17 % del plástico se incinera

 -46 % va a los vertederos 

 -22 %  termina en vertederos incontrolados, se quema en fosas o contamina el medio terrestre o acuático.

Foto referencial. Getty Images

De acuerdo con el informe, la fuga de macroplástico y microplástico al ambiente, que deriva de una recolección y eliminación inadecuada, genera especial preocupación. Además, hace referencia a la exposición del ser humano al microplástico. 

La presencia documentada de estas pequeñas partículas en ambientes terrestres y de agua dulce, así como en varios flujos de alimentos y bebidas, sugiere que los microplásticos contribuyen sustancialmente a la exposición de los ecosistemas y los humanos a los plásticos filtrados y sus riesgos relacionados”, dice el informe.

La producción de plásticos reciclados se ha cuadruplicado desde hace 20 años. La cifra pasó de 6,8 millones de toneladas en el año  2000, a 29,1 millones en el año 2019. Sin embargo, esto representa solo el 6 % de la producción mundial de plástico, la cual genera el 3,4% de la emisión de gases del efecto invernadero.

Tomar acciones

La organización recomienda  desarrollar mercados de plásticos reciclados bajo la estrategia push pull, que consiste en impulsar la oferta de plástico reciclado y atraer la demanda para reducir el impacto medio ambiental del plástico de un solo uso.

También señalan los beneficios de impulsar innovaciones tecnológicas para un ciclo de vida de los plásticos más circular. La OCDE pide un mayor uso de instrumentos como los “sistemas de responsabilidad ampliada”, para imponer obligaciones a los productores respecto a los envases y a los bienes duraderos que ponen en el mercado.

También apuesta por el establecimiento de impuestos que graven los residuos que terminan en los vertederos, por privilegiar los mecanismos de depósito y devolución y por los sistemas de pago por vertido. Además, plantea propuestas para reducir la fuga de macroplásticos y resalta la importancia de fortalecer la cooperación internacional en torno a esta problemática.

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