• Los progresos en la ciencia actualmente posibilitan la detección de prácticamente cualquier evento que cause movimiento en el suelo, incluyendo tanto los efectos de los fenómenos naturales como las vibraciones que estos originan

Un estudio publicado en la revista The Conversation y reseñado por National Geographic sostiene que las lluvias intensas y los truenos pueden producir temblores o vibraciones en la Tierra.

De acuerdo con la información, cuando ocurren precipitaciones intensas, los sismómetros captan las vibraciones provocadas por el impacto de las gotas de agua en el suelo. 

Un estudio plantea que la lluvia y los truenos pueden causar temblores en el suelo
Foto: Pixabay

En el caso de tormentas, las ondas acústicas de los truenos se transmiten a la Tierra, posibilitando su registro. Aunque las vibraciones originadas por lluvia y truenos son más tenues que las generadas por el tráfico en una ciudad, son lo suficientemente perceptibles para los instrumentos sísmicos actuales.

¿Qué es un sismómetro?

Es un instrumento diseñado para medir y registrar las vibraciones o movimientos de la Tierra, también conocidos como ondas sísmicas. El dispositivo consta de una masa suspendida que permanece relativamente inmóvil mientras la Tierra se mueve. Cuando ocurre un movimiento sísmico, la masa dentro del aparato se ve afectada y se registra el patrón de movimiento.

El procesamiento de esta información en la investigación de diversos fenómenos naturales pertenece a una disciplina en desarrollo, conocida como sismología del medio ambiente, que establece conexiones entre esta rama y disciplinas como hidrología, climatología, meteorología y ciencias biológicas.

Los datos mejoran significativamente la comprensión de la evolución temporal y espacial de estos eventos meteorológicos. 

Conexión entre fenómenos climáticos y la actividad sísmica

Un estudio plantea que la lluvia y los truenos pueden causar temblores en el suelo

La sismología del ambiente se trata de una rama de la ciencia que cubre la tarea de desentrañar las interacciones entre la atmósfera y la estructura interna de la Tierra.

A diferencia de la sismología tradicional, que históricamente se ha centrado en los movimientos tectónicos y terremotos, la sismología del medio ambiente amplía su alcance para abarcar una variedad de fenómenos naturales y actividades humanas que generan vibraciones en la superficie terrestre. 

Desde lluvias intensas y tormentas eléctricas hasta la circulación de vehículos y la actividad industrial, esta disciplina va más allá de los límites convencionales para capturar un panorama más completo sobre estos fenómenos.

Uno de los aspectos más relevantes de estas investigaciones es la capacidad para detectar eventos sísmicos causados por fenómenos climáticos, como la resonancia generada por el impacto de gotas de lluvia en el suelo o las ondas acústicas de los truenos que se acoplan a la Tierra. Estos eventos, aunque menos intensos que los terremotos tectónicos, dejan una huella sísmica distintiva que puede ser registrada y analizada por sismómetros especializados.

Además, esta disciplina está revelando vínculos importantes entre la variabilidad climática a largo plazo y la actividad sísmica. Cambios en las condiciones climáticas, como el calentamiento global, pueden tener implicaciones directas en la estabilidad de las placas tectónicas, planteando preguntas intrigantes sobre la influencia entre el clima y la geodinámica terrestre.

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