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- Dos de los aspectos que se deben tomar en cuenta son la nutrición y la actividad física
Adoptar un estilo de vida saludable puede mejorar el bienestar físico, mental y emocional de una persona. Con pequeños cambios en la alimentación, abandonar el sedentarismo y mantener una actitud positiva se puede lograr una transformación significativa, de acuerdo con la nutricionista venezolana Yesenia Gil.
“El primer paso es establecer metas realistas y alcanzables. Cuando un paciente, ya sea por razones de salud o estética, llega con la determinación de cambiar a un estilo de vida saludable lo primero que le pregunto es qué quiere lograr: reducir su peso, aumentar la energía, mejorar el estado de ánimo o simplemente sentirse mejor. Eso les permite tener objetivos claros y mantener la motivación”, señaló la nutricionista para El Diario.
La alimentación es lo primero que se debe corregir. La experta recomienda consumir alimentos nutritivos y reducir el consumo de azúcares, carbohidratos, grasas saturadas y alimentos procesados.
“Todo entra por la boca, así que empezar un estilo de vida saludable comienza por modificar los hábitos alimenticios”, acotó Gil.
Cada caso es distinto, sin embargo, existen parámetros generales que funcionan para personas de todas las edades, sexo y condición social.
Consejos alimenticios para una vida saludable
En el tema de la alimentación, la nutricionista explicó que la dieta de aquellos que optan por llevar una vida más saludable debe basarse en el consumo equilibrado de alimentos.
“No se trata de restricciones extremas, sino de adoptar hábitos sostenibles que permitan disfrutar la vida de forma plena”.
Entre las sugerencias para mejorar la alimentación están:
– Agregar frutas y verduras a la dieta diaria
– Elegir cereales integrales en lugar de refinados
– Optar por proteínas magras como carnes blancas, pescados, legumbres y huevos
– Incorporar grasas saludables como las del aceite de oliva, aguacate y frutos secos
– Reducir el consumo de alimentos procesados
– Limitar el consumo de bebidas azucaradas, chucherías y productos ultraprocesados
– Bajar el consumo de grasas saturadas presentes en frituras, embutidos y comida rápida
– Disminuir la sal en las comidas
– Planificar las comidas, con un menú semanal equilibrado y variado
– Elaborar una lista de compras para evitar caer en tentaciones poco saludables
– Cocinar en casa para controlar los ingredientes y las porciones
– Comer con atención, despacio, masticando cada bocado sin distracciones
– Evitar los excesos y reconocer las señales de saciedad
Gil también señaló que es importante mantenerse hidratado adecuadamente, es decir que la persona debe tomar al menos 2 litros de agua al día.
“En caso de que no les guste tomar agua, pueden hacer infusiones naturales sin azúcar, agregar concha de piña al agua, o de otra fruta que les guste. Así se les hará más fácil cumplir con la meta de líquido que necesitan al día”, indicó Gil.
Rutinas de ejercicios
La actividad física regular es el segundo paso para llevar adelante un estilo de vida saludable, ya que mejora tanto la salud física como la mental.
Al principio, la persona que decidió cambiar su estilo de vida no debe exigirse más de lo que su cuerpo le permita. El consejo es tomar de 15 a 30 minutos al día para enfocarse en mover el cuerpo con actividades que le gusten.
Otra de las claves para obtener resultados es ser constante, al menos 3 veces por semana se debe realizar una rutina de ejercicios cardiovasculares, incluso puede ser yoga, manejar bicicleta, saltar la cuerda o simplemente poner música y bailar.
“Buscar un compañero de entrenamiento suele dar motivación a algunas personas, hay detalles que parecen insignificantes pero no lo son, como por ejemplo usar las escaleras en vez del ascensor, caminar a los destinos en lugar de tomar un transporte o ir en carro, realizar ejercicios para los brazos y piernas mientras se trabaja, incluso sentados se puede mover el cuerpo”, explicó la especialista.
Beneficios de una vida saludable
La nutricionista agregó que la combinación de una dieta equilibrada con el ejercicio no solo mantiene en forma a quienes lo practican sino que tiene otros beneficios:
– Mejora la salud cardiovascular y pulmonar
– Fortalece los músculos y huesos
– Ayuda a controlar el peso corporal
– Reduce el estrés y la ansiedad
– Sube el estado de ánimo
– Ayuda a dormir mejor
– Disminuye el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión
Otro de los consejos para empezar una vida saludable es consultar con un médico para realizarse un chequeo general, exámenes de rutina que descarten cualquier patología y obtener recomendaciones personalizadas.
“Mantenerse saludable también implica conocer cómo está el organismo, descartar afecciones tiroideas, del corazón, hormonales, porque de eso también va a depender la dieta y el tipo de ejercicios que deben realizar. Aunque independientemente, la clave para una vida saludable es encontrar un equilibrio entre la alimentación, la actividad física, el descanso y el bienestar mental”, enfatizó la experta.
