- La tradición no se llevaba a cabo desde hace dos años debido a la pandemia del covid-19
Luego de dos años de restricciones por la pandemia, los feligreses pudieron reencontrarse con una de las tradiciones más emblemáticas de Semana Santa: el Domingo de Ramos.

En Caracas las iglesias abrieron desde muy temprano para las misas y posterior bendición de las palmas. En la Iglesia La Catedral, ubicada en el centro de la ciudad, los fieles hicieron fila desde las 8:00 am para ingresar al recinto.

“Me siento feliz porque soy creyente católica y pude volver a la iglesia después de tantos obstáculos por la pandemia”, comentó en exclusiva para El Diario, Zulia García, de 62 años de edad.

Óscar Gómez, de 78 años de edad, también expresó su satisfacción por retomar este acto religioso, pero destacó que lo importante es “siempre estar con Dios”, se visite o no la iglesia.


A unos metros de distancia, en la Iglesia San Francisco, también transcurrió con normalidad y orden la celebración del Domingo de Ramos. Sin embargo, en este templo solo recibieron 300 palmas, por lo que se vieron limitados a la hora de repartirlas entre los feligreses.




En la Iglesia de La Candelaria también se hicieron presente los devotos. Entre ellos Carol Goméz, de 45 años de edad, quien ve como positivo que se permita cumplir con esta tradición luego de dos años.”En medio de tanta carencia pude buscar y reencontrarme con Dios, agregó.

Ofelia Chacón es del estado Barinas pero está de visita en Caracas. Decidió acudir a la iglesia en la capital para no faltar al tradicional Domingo de Ramos. Sin embargo, ella diferencia de otros feligreses, ha seguido acudiendo a misa pese a la pandemia. “Yo en mi pueblo siempre iba a misa porque no era tan estricto como acá”, acotó.
Aforo de 70%
Los templos e iglesias del país tiene permitido un aforo del 70 % para esta Semana Santa.

Esta es la tercera Semana Santa consecutiva en el contexto de la pandemia por covid-19. En Venezuela esta celebración fue a puerta cerrada en el año 2020, lo que obligó a suspender algunas de las procesiones y misas tradicionales para evitar aglomeraciones.

En 2021 se permitió la participación de los feligreses en los rituales, pero con aforo reducido. Aun así, en algunas de las manifestaciones religiosas hubo más aglomeraciones de lo esperado.