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- Las autoridades universitarias se mantienen en alerta ante la intervención del régimen de Nicolás Maduro en los espacios de las instituciones para hacer arreglos físicos, pero sin entregar los recursos necesarios que cubran el déficit de otras áreas
Las autoridades de las universidades de Venezuela han mostrado su preocupación y rechazo a la intervención del régimen de Nicolás Maduro en las instalaciones de las instituciones, bajo el plan “Misión Venezuela Bella”, para hacer arreglos en la infraestructura. Consideran que esto afecta la gestión de recursos que otorga la ley a las entidades.
La Universidad Central de Venezuela (UCV), declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001, es una de las instituciones que están dentro del plan del régimen, anulando por completo las competencias del Consejo de Preservación y Desarrollo de la UCV (Copred).
“La universidad ha estado por muchos años sometida a una política que redujo el presupuesto asignado a insignificantes cuotas y que desde el 2020 no son entregadas. Esto ha afectado el mantenimiento de la planta física, la investigación y extensión de la universidad”, dijo la rectora de la UCV, Cecilia García Arocha, a la agencia de noticias EFE.
A su juicio, el plan del régimen no es suficiente para cubrir las necesidades de la institución, por lo que es necesario que se entregue un presupuesto adecuado y no de una medida que tildó de “esporádica”.
Con el plan se ha logrado la recuperación de 586 aulas, 95 hectáreas de áreas verdes. El régimen planea restaurar 36 de las 108 obras que tiene la UCV.
Ante esto, la Copred aseguró que las intenciones de iniciar trabajos sin comunicarlo ni involucrar al centro de estudio representa un acto de agresión contra la autonomía universitaria, además de una política que se niega al diálogo.
Por su parte, David Gómez, profesor universitario y director de la organización no gubernamental (ONG) Aula Abierta, dijo para EFE que el plan del régimen representa un peligro que puede resultar en otro patrón de violación de la autonomía universitaria y que el mantenimiento de los espacios es una actividad propia de las universidades.
“Debe ser efectuado a partir de la asignación integral del financiamiento a las universidades. (El régimen) impone una asfixia presupuestaria contra las universidades lo que ha llevado al deterioro progresivo de sus espacios, dependencias y servicios, afectando sus procesos”, agregó Gómez.
Más allá de la fachada
Mario Bonucci, rector de la Universidad de Los Andes (ULA), expresó para EFE que es un error del régimen creer que las universidades cumplen con sus objetivos solo por los arreglos en las infraestructuras.
“No solo hay que pensar en el tema de la infraestructura, hay que pensar en la inversión que debes hacer en tecnología de punta, tienes que comprar computadoras nuevas o equipos nuevos”, dijo.
Resaltó que era necesario destinar dinero para programas relacionados a la formación de los estudiantes, seguridad social y servicios.
“De qué sirve embellecer una universidad si no tienes un servicio médico para los estudiantes, no tienes equipos de punta para formación de estudiantes, no tienes el financiamiento adecuado para la generación del conocimiento que es la investigación, tienes el dinero para la extensión universitaria”, agregó.
La ULA tiene actualmente una matrícula de 24.000 estudiantes, 50 % menos en comparación con los 48.000 que había en 2016.
Bonucci aseguró que de los 1,3 millones de dólares que el Estado había asignado a la institución en 2022, solo fueron entregados 42.222 dólares, lo que representa 3,24 % del monto. Afirmó que la institución necesita de una inversión de 30 millones de dólares para su rehabilitación de espacios y actualización de equipos de telecomunicaciones.
Con información de EFE.
