• Investigadores australianos realizaron un estudio para comprobar cómo esta sustancia puede ayudar a los pacientes resistentes a otros tratamientos

Investigadores de la Universidad de Sídney y el Instituto Black Dog, ambos en Australia, demostraron que más de 1 de cada 5 participantes de un estudio logró la remisión total de sus síntomas de depresión tras un mes de inyecciones quincenales de ketamina genérica, mientras que en un tercio mejoraron al menos un 50 %.

Los resultados del estudio fueron publicados en el portal especializado British Journal of Psychiatry, el 14 de julio. Para lograr la remisión de síntomas, los científicos usaron una versión de bajo costo de ketamina para tratar la depresión grave en un ensayo doble. 

El análisis, financiado por el Consejo Nacional Australiano de Salud e Investigación Médica (NHMRC), contó con la participación de seis unidades académicas de trastornos del estado de ánimo de Australia y una de Nueva Zelanda.

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“Para las personas con depresión resistente al tratamiento, es decir, aquellas que no se han beneficiado de los distintos modos de terapia conversacional, los antidepresivos prescritos habitualmente o la terapia electroconvulsiva, una remisión del 50 % es bastante buena”, señaló Colleen Loo, la investigadora principal del estudio.

Agregó que en este ensayo se dividió al grupo de pacientes: a unos se les suministró la ketamina y a otros el placebo, dando como resultado que el 20 % de los pacientes que tomaron el fármaco declararon haber dejado de tener depresión clínica. 

“Esto aporta pruebas definitivas a un campo en el que hasta ahora solo existían ensayos más pequeños que comparaban la ketamina con el placebo”, indicó la especialista.

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Depresión resistente a otros tratamientos

Los investigadores reclutaron a 179 personas con depresión resistente a otros tratamientos y terapias. A la mitad de ellas se les administró una inyección de una forma genérica de ketamina, la que está ampliamente disponible en Australia como fármaco para la anestesia y la sedación.

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Durante un mes, a los participantes se les controló semanalmente durante unas dos horas mientras desaparecían los efectos sedantes de la ketamina. 

Al ser un ensayo doble, donde un grupo recibió el fármaco y otros el placebo, ni los participantes ni los investigadores sabían qué pacientes lo recibían, para poder garantizar que no existieran sesgos psicológicos. 

Otra característica diferencial de este ensayo fue la aceptación de personas que habían recibido previamente terapia electroconvulsiva (TEC) para minimizar los síntomas de la depresión grave. 

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“A la gente se le recomienda el tratamiento con TEC para su depresión cuando todos los demás tratamientos han sido ineficaces. La mayoría de los estudios excluyen a las personas que han recibido esta terapia porque es muy difícil que un nuevo tratamiento funcione”, explicó la experta.

Otra diferencia de este ensayo fue que el fármaco se administró por vía subcutánea (inyectado en la piel) en lugar de por goteo.

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EFE/Federico Anfitti

Resultados positivos

Además de los resultados positivos comprobados, otra de las ventajas que comprobaron del uso de ketamina genérica para la depresión resistente al tratamiento es su precio. El aerosol nasal patentado como ketamina genérica que se utiliza actualmente en Australia cuesta alrededor de 5 dólares. Mientras que la S-ketamina regular cuesta unos 800 dólares por dosis. 

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“Con el aerosol nasal de S-ketamina, el paciente tiene que pagar unos 1.200 dólares por cada tratamiento, pero para la ketamina genérica solo necesita unos 300-350 dólares”, manifestó Loo en el estudio.

La investigadora agregó que tanto en el caso de la S-ketamina como en el de la ketamina genérica, los efectos positivos suelen desaparecer al cabo de algunas semanas, por lo que será necesario un tratamiento continuado, dependiendo de la situación clínica de cada paciente. 

La conclusión del análisis quedó abierta, debido a que los científicos realizarán nuevos ensayos más amplios de ketamina genérica durante periodos más largos para perfeccionar el control de seguridad del tratamiento.

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