Email
- Autoridades norteamericanas señalaron que los esfuerzos de los gobiernos de las islas no han sido suficientes para erradicar el tráfico de personas
El Departamento de Estado de Estados Unidos (EE UU) advirtió que aún persisten los casos de explotación sexual y laboral de migrantes venezolanos que viven en las islas de Aruba y Curazao.
Anthony Blinker, secretario de Estado norteamericano, presentó en un informe, correspondiente al primer semestre de 2023, que los esfuerzos de los gobiernos de Aruba y Curazao no han sido contundentes en las investigaciones de tráfico de personas. Situación en la que distintas organizaciones no gubernamentales (ONG) han expresado su preocupación ante la cifra de casos de abuso sexual y prostitución infantil.
El informe señala que Curazao se mantiene en la categoría de países que no logran cumplir con los estándares básicos en la lucha contra el tráfico de personas.
“Las cortes no condenaron a ningún traficante, y el gobierno continúa condicionando la asistencia a las víctimas extranjeras, incluyendo el otorgamiento de la residencia, a la cooperación con los cuerpos de aplicación de la ley en casos contra los traficantes”, mencionó en el escrito.
Falcón: una ruta de escape para los migrantes
Por la cercanía geográfica, el estado venezolano de Falcón es una de las costas que reporta mayor movimiento migratorio para llegar hasta Aruba y Curazao.
Diversas ONG y organismos internacionales como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han estado monitoreando y documentando las violaciones de derechos humanos y los casos de tráfico de personas en la región.
Las mismas han resaltado las condiciones precarias en las que los emigrantes venezolanos realizan viajes ilegales en pequeñas embarcaciones hacia las islas de Aruba y Curazao en busca de mejores oportunidades o para escapar de la crisis económica y política en Venezuela.
Capacitación de agentes policiales
Según el informe, en Aruba y Curazao la mayoría de los casos de tráfico de personas involucran a personas de nacionalidad venezolana que intentan abandonar su país, que está enfrentando una crisis humanitaria compleja.
Sin embargo, las autoridades de Aruba no identificaron a ninguna víctima de esta nacionalidad en 2022, solo reportaron cinco víctimas colombianas y una alemana. Hecho que despertó dudas en las autoridades norteamericanas sobre la veracidad de las investigaciones de estos casos.
Debido a esto, el informe sugiere que se mejore la capacitación de los agentes encargados de identificar posibles víctimas de tráfico y se propone un enfoque más compasivo que evite tratar a estas personas como criminales.
