• El animal que Franco Gercegg elaboró en tamaño real y desarmable se exhibió en una exposición cultural que se realizó en Dubai, la cual sirvió de puente para que esta posteriormente llegara a manos de la familia Kardashian 

Edwin Becerra Solórzano, mejor conocido como Franco Gercegg, es un artista plástico y escultor venezolano de 37 años de edad. Su vida dio un giro inesperado en 2018, cuando la situación económica en Venezuela lo obligó a desligarse del arte y emigrar a Perú en busca de nuevas oportunidades y fuentes de ingreso. 

Tal y como era de esperarse, al llegar a Perú Franco trabajó en otras áreas completamente aisladas a lo que se venía dedicando en su país. Fue mesonero, comerciante informal y hasta experimentó en la construcción, pero se dio cuenta de que debía ingeniárselas para mostrar su talento en esa nación. 

Al cabo de un tiempo, se abrió campo en el mundo del arte y se interesó por aprender la peletería (oficio de manipular y procesar pieles para elaborar productos). Así nació la idea de crear una alpaca en tamaño real y con todas las características del animal original.

La alpaca es un animal de origen suramericano, similar a la llama y la vicuña. Es conocido por su suave y lujosa lana, que es utilizada en la confección de prendas de vestir de alta calidad

A todas las empresas peruanas las llamaron a un concurso porque necesitaban una alpaca para la Expo Dubai, pero no podían sacar al animal real, así que escogieron a la empresa donde yo trabajaba para llevarlas porque las que yo hago son muy parecidas a las de verdad”, relató Franco para El Diario.

Gracias a ello, una tienda estadounidense llamada Scully & Scully, que se especializa -entre otras cosas- en vender artículos de lujo para el hogar, adquirió su pieza y a partir de allí surgió la compra de esa alpaca por parte de las hermanas Kardashian para regalársela a Paris Hilton.

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El artista venezolano que creó la alpaca que las Kardashian le regalaron a Paris Hilton
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Sus primeros pasos en el arte

Franco es oriundo de Maracay, estado Aragua, y toda su vida ha estado relacionada con el arte. Su padre, Herezeg Becerra, es artista plástico y fue galardonado a lo largo de su carrera profesional y en una oportunidad se hizo merecedor del Premio Nacional de Cultura. 

“Yo nací prácticamente en un taller. Lo que recuerdo de mi infancia es yeso, arcilla, moldes y todas las herramientas necesarias para hacer arte en el taller de mi papá”, detalló Franco.

A los 8 años de edad tuvo su primer encuentro directo con la escultura. Quiso hacer una figura por quién era Juan Vicente Gómez y el resultado no fue el que esperaba, así que la desarmó y la lanzó al tanque de arcilla. Aunque eso lo desanimó momentáneamente no fue impedimento para que, un año más tarde, se diera una nueva oportunidad. 

“A los 9 años dibujé una bailarina y comencé a hacerla en escultura, ahí explotó mi talento porque esa obra quedó muy bonita. Desde entonces, mi papá comenzó a ayudarme porque veía esa necesidad mía de aprender y mejorar. Él nunca me obligó a nada”, afirmó.

Desde muy joven, Franco tenía claro que quería dedicarse al arte, aunque sabía que no sería un camino sencillo, pues sus familiares temían que fracasara o que le costara mucho trabajo llegar a hacerse un nombre en ese ámbito. Por suerte, no fue así. Recordó que antes de salir de Venezuela, se veía forzado a rechazar trabajo por la alta demanda, pero cuando la crisis golpeó al país su actividad mermó dado que no era algo de primera necesidad para la sociedad. 

El artista venezolano que creó la alpaca que las Kardashian le regalaron a Paris Hilton
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Su vida en Perú 

Franco emigró de Venezuela en 2018, estuvo por un lapso muy breve en Colombia, luego en Ecuador y finalmente se asentó en Perú. Primero exploró otros oficios distantes de su talento, pero con el paso del tiempo y en su afán por encontrar un lugar en el mundo del arte, llegaron las oportunidades. 

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Empezó a divisar qué se hacía en el arte plástico en Perú y notó que para ese entonces, en el marco del Mundial de Fútbol Rusia 2018, vendían máscaras con rostros de distintos jugadores, pero que no eran de buena calidad, por ello, se le ocurrió diseñar un modelo mejor para ofrecerlo en los comercios.

Elaboró varias y las llevó a una tienda. Al dueño del establecimiento le gustó su trabajo y le encargó un pedido de 200 máscaras, pero él no tenía capital y su única opción era pedir la mitad del pago por adelantado para comprar materiales y comenzar a trabajar. 

“Él no aceptó, dijo que no sabía si yo lo iba a robar porque era venezolano”, precisó Franco. 

Sin embargo, no se rindió. Gercegg comenzó a explorar el mundo de la peletería, aunque con dificultades, dado que es una industria bandera en Perú y está muy arraigada a ellos y su cultura. 

Por casualidad de la vida me llamaron unos venezolanos que trabajaban en una empresa de eso y me dieron la oportunidad de hacer peluches diferentes a los que venían fabricando”, indicó. 

Trabajaba hasta altas horas de la madrugada en su casa terminando pedidos y cosiendo a mano los productos porque no tenía máquina de coser. Pese a que Franco estaba contento porque poco a poco se iba abriendo espacio en lo relacionado con el arte, ese empleo lo obligó a mudarse del sitio en donde estaba viviendo. 

“Me corrieron de donde vivía porque los pelos salían por todos lados”. 

El artista venezolano que creó la alpaca que las Kardashian le regalaron a Paris Hilton
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La idea de crear una alpaca 

Una vez relacionado con la industria de la peletería, a Franco le surgió la idea de elaborar una Alpaca a escala real, y se lo comentó a su jefe. Este se sorprendió e inicialmente se negó a toda posibilidad de recrear el animal, hasta que un día, después de tanta insistencia, aceptó. 

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“La llevaron a una feria en Perú (a la alpaca) y gustó tanto que hasta los productores del animal decían que era uno real disecado. Incluso, el dueño de la empresa viajó a Perú, se reunió conmigo, me pagó para que aprendiera más sobre el mundo de la peletería y yo tomé la oportunidad”, aseguró Franco. 

En los siguientes intentos, surgió un inconveniente: el tamaño de la alpaca. Esta ocupaba mucho espacio a la hora de empacar para exportaciones y eso elevaba considerablemente el costo del producto. Así nació la idea de construir una que fuera desarmable. 

Franco se sentía motivado y optimista con el trabajo que estaba llevando a cabo, sin embargo, no todos estaban a gusto con eso. Por suerte, eso no lo desanimó ni alejó de sus objetivos. 

“Empecé a recibir amenazas en redes sociales donde yo compartía lo que hacía. Me decían que estaba dañando el mundo de la peletería”, acotó.

Expo Dubai 2023 y la compra de las Kardashian

Desde Dubai, Emiratos Árabes Unidos, hicieron una convocatoria mundial para exponer la cultura de diferentes países. En el caso de Perú, llamaron a todas las empresas a elaborar una alpaca, dado que está prohibido que el animal típico salga del país. De esa manera seleccionaron las diseñadas por Franco. 

Se llevaron dos a la expo. Fue muy bonito porque Perú obtuvo el premio World Expo Awards como mejor pabellón en la categoría People’s Choice Awards y cuando salía en las noticias yo veía las fotos de mis alpacas y estaba impactado por tener una obra mía en Dubai”, recalcó Franco. 

Una vez en la Expo Dubai 2023, la empresa estadounidense, con sede en Nueva York, Scully & Scully compró las piezas y de allí, las hermanas Kardashian adquirieron una de ellas para obsequiársela a Paris Hilton. 

El artista venezolano que creó la alpaca que las Kardashian le regalaron a Paris Hilton
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“Yo no me lo creo aún, fue muy emocionante, pero yo sigo siendo el mismo, trabajando y sin perder mi esencia. Incluso, esa empresa me ha contactado nuevamente a ver qué piezas nuevas podemos crear”. 

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El apoyo de su familia

La familia de Franco es muy reducida. A pesar de ello, lo han apoyado en todo momento a lo largo de su carrera artística dentro y fuera de Venezuela. Para él, ha sido fundamental la motivación e impulso que le brindan sus padres, hermanas, hijo, y su actual pareja. Además, existe un motivo familiar para que él se haga llamar Franco Garcegg a nivel profesional. 

“Yo me puse el nombre de mi hijo porque yo salí del país y quiero que a mi hijo lo reconozcan porque un día su papá se cambió el nombre e hizo cosas importantes en su área para que lo recuerden”, explicó. 

Actualmente, Franco está radicado en Valencia, estado Carabobo. Viajó a Venezuela hace unos meses con la finalidad de cumplir con trámites migratorios, pero el amor tocó a su puerta. 

“Me flecharon, me quedé haciendo arte y me ha salido todo muy bien. Mi objetivo ahora es dar a conocer el nombre de Franco aquí”, señaló. 

Aunado a ello, Gercegg planea seguir trabajando con el proyecto Desde Cero Juancito, un web show para el que hace arte y que le ha permitido acercarse a artistas de talla nacional e internacional. 

“Ahorita estoy trabajando en una obra que se le va a dar a Miguel Cabrera cuando venga”, adelantó. 

Entre sus planes también se encuentra viajar a los Estados Unidos, pues gran parte de sus clientes fuertes están en esa nación; concretar un proyecto con los artistas Miguelito Díaz, Nicky Jam, los hermanos Primera y más. 

El artista venezolano que creó la alpaca que las Kardashian le regalaron a Paris Hilton
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Franco se siente afortunado con todo lo que ha logrado hasta ahora y agradece los infortunios que tuvo que atravesar para llegar a lo que es hoy en día. Afirma que su vida gira alrededor del arte y vive de ella, una meta que, pese a ser difícil, alcanzó. 

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