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- El organismo multilateral advirtió que la enfermedad, la cual anualmente suele registrar un pico de casos hacia los meses de octubre y noviembre, ha registrado un nuevo brote en Zambia. En El Diario te explicamos lo que debes saber sobre esta afección. Foto principal: EFE
El ántrax, una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Bacillus anthracis, ha generado preocupación en Zambia durante el año 2023. Las autoridades sanitarias han informado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre un brote sin precedentes que ya ha afectado a más de 680 personas.
Esta situación ha desencadenado una respuesta preventiva urgente para frenar la expansión de la enfermedad.
La bacteria Bacillus anthracis es la responsable del ántrax. De acuerdo con la revista National Geographic, los agentes infecciosos causantes del ántrax son formadores de esporas, unas estructuras muy resistentes que les permiten sobrevivir en el medio ambiente durante largos periodos de tiempo.
Las personas pueden contraer el ántrax al entrar en contacto con esporas de esta bacteria. Las principales formas de transmisión incluyen el contacto directo con animales infectados.
Síntomas del ántrax
Los síntomas del ántrax varían según la forma de exposición. La enfermedad puede presentarse en tres formas: cutánea, inhalada y gastrointestinal.
–Cutánea: la forma más común, se manifiesta a través de lesiones cutáneas que evolucionan a úlceras con costra. Aunque suele ser menos grave, es importante buscar atención médica de inmediato.
-Inhalada: la exposición a esporas de ántrax por inhalación puede llevar a síntomas similares a los de la gripe al principio, pero luego progresa rápidamente a una fase más grave, poniendo en riesgo la vida del paciente.
–Gastrointestinal: esta forma se presenta al ingerir carne contaminada y puede causar síntomas gastrointestinales graves como diarrea con sangre, dolor abdominal y náuseas o vomitos.
¿Quiénes están más expuestos al antrax?
Debido a que se trata de una bacteria zoonótica, la cual se puede transmitir de animales a personas, las poblaciones más vulnerables son los productores y trabajadores de la ganadería.
Capacidad de propagación
La rápida propagación del ántrax se debe principalmente a la capacidad de la bacteria Bacillus anthracis para formar esporas resistentes en el medio ambiente. Estas esporas pueden persistir durante largos períodos y son altamente contagiosas. La propagación rápida ocurre cuando las esporas entran en contacto con humanos o animales, ya sea a través del suelo, productos animales contaminados o incluso mediante la inhalación de esporas suspendidas en el aire.
La forma inhalada del ántrax es particularmente preocupante debido a que las esporas pueden ser inhaladas y llegar a los pulmones, donde la bacteria puede multiplicarse y provocar una infección grave. Esta vía de transmisión puede llevar a la rápida diseminación de la enfermedad, especialmente en áreas donde las esporas están presentes en el entorno.
Además, la capacidad de las esporas de adherirse a superficies y resistir condiciones adversas contribuye a su persistencia y, por lo tanto, a la facilidad con la que pueden propagarse.
Tratamiento y prevención
El diagnóstico oportuno del ántrax es fundamental, y para ello, se emplean diversos métodos y pruebas médicas.
En algunos casos, la confirmación de casos humanos lleva consigo la necesidad de hospitalización. Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento más efectivo implica el uso de antibióticos, siendo la penicilina una opción destacada. La administración de estos medicamentos ha demostrado reducir de manera significativa la tasa de mortalidad asociada a la enfermedad, alcanzando niveles inferiores al 1 %.
Además del tratamiento curativo, las personas expuestas al ántrax pueden recibir tratamiento profiláctico como medida preventiva para evitar el desarrollo de la enfermedad. Esta estrategia es crucial para limitar la propagación del virus y proteger a aquellos que han estado en contacto con la bacteria.
En términos de prevención a largo plazo, las vacunas desempeñan un papel fundamental. Estas están disponibles tanto para el ganado como para los humanos, aunque su distribución en humanos está limitada principalmente a aquellas personas cuya ocupación las expone de manera regular a la bacteria.
La vacunación se presenta como una herramienta valiosa para reducir la incidencia del ántrax y minimizar el riesgo de infección en poblaciones específicas.
