- Un grupo de jóvenes venezolanos estudia y trabaja. Se preparan en importantes universidades públicas y privadas, obtienen las mejores calificaciones y serán los futuros médicos, psicólogos, periodistas e ingenieros que contribuirán con el desarrollo de Perú. Hoy ellos se han convertido en los principales embajadores de Venezuela en el país andino
Con más de un millón de venezolanos residiendo en Perú, ese país se convirtió en el segundo destino que recibe a la mayor cantidad de ellos en condición de refugiados y migrantes en todo el mundo, de acuerdo a datos oficiales de la Acnur. Y según la Superintendencia Nacional de Migraciones en el país andino, 9 de cada 10 son profesionales.
Sin embargo, cientos de jóvenes no lograron ni siquiera iniciar sus estudios universitarios y culminar una carrera profesional, debido a la crisis socioeconómica que los obligó a salir de Venezuela para ir en búsqueda de una mejor calidad de vida.
En Perú, pese a las extensas jornadas laborales, algunos de ellos encontraron la posibilidad de comenzar o continuar estudios de pregrado. Ellos revelaron para El Diario que a veces sentían estar en desventaja para presentar las pruebas de admisión, ya que tuvieron que aprender sobre geografía, historia y hasta literatura peruana, cuyas materias ya tenían conocimiento los peruanos desde primaria y secundaria, pese a eso se arriesgaron a intentarlo.
De acuerdo a la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), existen 51 universidades públicas y 92 privadas en Perú. Los estudiantes venezolanos señalan que lo más importante para empezar una carrera de pregrado y acceder a algunas de estas instituciones, es contar con los documentos de identidad vigente, notas certificadas y título de Bachiller apostillado, sin embargo, explicaron que cada universidad tiene su propia normativa y recomiendan consultar vía telefónica o a través de las páginas web de cada casa de estudio, los requisitos para participar en el proceso de admisión, ya que incluso existen algunas que permiten postular con pasaporte.
No se trata de suerte, es esfuerzo y planificación
Vanessa Galván (22), nació y creció en Caracas, pero se mudó a Perú en 2017. Después de una larga e intensa preparación, y luego de presentar tres pruebas de admisión, ingresó a una casa de estudios pública en Lima: Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV), institución en la que inició sus estudios en la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación.
Describe su experiencia universitaria como enriquecedora, pues constantemente está en un intercambio cultural en el que cada aprendizaje, le ha permitido vivir experiencias increíbles que aprovecha al máximo. La chama como las llaman sus compañeros de clases, aseguró que en su relación con ellos y con sus profesores siempre ha prevalecido la solidaridad y el respeto, por lo que la califica de excelente.
Ella cursa el segundo año de la carrera y de manera simultánea trabaja gestionando las redes sociales y toda el área de comunicaciones y marketing de Natuterapia, un emprendimiento familiar que les genera los ingresos económicos suficientes para vivir sin preocupaciones en Lima.

Cumplir las metas sin miedo a fallar
Rubén Galván (23) es de Caracas y desde hace cinco años vive en Perú, decisión que tomó de forma repentina cuando terminó sus estudios de Bachillerato en Venezuela y se enfrentó con el duro proceso de ingresar a una universidad pública en el país, cuyo sistema de admisión, asegura, estaba salpicado de corrupción.
En ese momento evaluó la oportunidad de migrar a Perú, donde vive su tía y estudió la posibilidad de iniciar su carrera universitaria en otro país. Él tomó la decisión y en menos de un mes ya estaba en Lima, preparándose en un centro preuniversitario para competir con los miles de postulantes que aspiran a una de las pocas vacantes que ofrece una universidad pública en el país andino.
A pesar de no obtener el puntaje suficiente para ingresar a la universidad en su primer intento, Rubén nunca desistió, incluso la situación lo impulsó a prepararse con más intensidad y siguió intentándolo hasta lograrlo. En 2018 fue admitido en la carrera de psicología de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) y hoy cursa el cuarto año.

Vanessa y Rubén son hermanos “peruzolanos”, hijos de padre peruano y madre venezolana, quienes hace un par de años vivían en Venezuela y debido a la crisis del país decidieron recomenzar sus vidas en tierras incas. A pesar de tener la nacionalidad peruana también les ha tocado superar los grandes retos a los que se enfrentan los migrantes venezolanos, pues toda su vida había transcurrido en Caracas y Perú también era un nuevo país para ellos.

Dejar el nombre de Venezuela en alto
María Fernanda Chávez (21), es natural de Barquisimeto en el estado Lara. Esperó un año para ingresar a la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) para cumplir su meta de estudiar medicina, pero no obtuvo la vacante y las oportunidades para los jóvenes como ella en Venezuela eran escasas, por lo que decidió emprender un viaje con el fin de cumplir sus proyectos profesionales. Fue así como llegó a Perú en 2018, país al que habían emigrado sus padres meses atrás.
Ella cuenta que estudiar la carrera de medicina le demanda mucho tiempo, por lo que el apoyo de sus padres ha sido fundamental desde que ingresó a la universidad. Y aunque durante los primeros semestres se organizaba para estudiar y trabajar sin problemas, con el pasar del tiempo la exigencia de su formación académica era cada vez mayor.
Actualmente María Fernanda estudia más de 12 horas al día, su esfuerzo y disciplina les han permitido aprobar todas sus materias con excelentes calificaciones, y con estas la universidad le aprobó una beca que solicitó para pagar parte de sus estudios, pero dicho beneficio económico se mantendrá siempre y cuando su promedio histórico sea de 15 puntos en una escala de calificaciones de 20.
María Fernanda estudia el tercer año de la carrera de medicina en una de las mejores universidades del país, según el ranking de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu): la Universidad Científica del Sur, y se convertirá en una de las primeras médicos venezolanas graduadas en Perú.

Si las oportunidades no están, hay que crearlas
Raivis Camacaro (21) está a solo meses de terminar su carrera profesional en la Universidad Privada del Norte (UPN) y graduarse de periodista. Es oriunda del estado Portuguesa al occidente de Venezuela y llegó a Lima junto a su familia en 2015, año en el que ingresó a un colegio para terminar su educación secundaria y prepararse para postular a una universidad.
A lo largo de su formación universitaria ha obtenido las mejores calificaciones que demuestran su pasión por el periodismo y que la ubican entre los primeros puestos de su promoción, de acuerdo a su promedio ponderado. Hoy su tiempo lo dedica a estudiar y trabajar. Se desempeña en una destacada empresa minera e industrial en la que redacta artículos informativos y ve todo lo relacionado al área de imagen institucional de la compañía.
Sin embargo, confiesa que como migrante encontrar las oportunidades no ha sido tarea fácil, por lo que también ha decidido crearlas. Raivis pone en práctica todos los conocimientos adquiridos en la UPN y produce contenido informativo para diferentes plataformas digitales y para sus redes sociales, iniciativa con la que también espera acceder a mejores oportunidades laborales una vez que obtenga su título profesional.

No es imposible estudiar en Perú, es cuestión de proponérselo
Jesús León (28), es de la isla de Margarita (Nueva Esparta) y llegó a Lima en 2017. Empezó a estudiar ingeniería marítima en Venezuela, pero por diferentes problemas no pudo continuar con sus estudios, por lo que legalizó y apostilló sus documentos para reiniciar su carrera en Perú, país que según sus investigaciones y de acuerdo al sistema educativo era el que más le convenía para ingresar en el menor tiempo posible a una universidad.
Jesús presentó el examen de admisión e ingresó a la Universidad Tecnológica del Perú (UTP) y recomenzó la carrera que en su país natal no pudo terminar. Sin embargo, con la llegada de la pandemia del coronavirus, sus ingresos económicos se vieron duramente afectados, por lo que se vio obligado a paralizar sus estudios por unos meses, para dedicarse únicamente a trabajar, ahorrar lo suficiente y así retomar su formación profesional más adelante.
Es por ello que, recurrió a su faceta artística y junto a otros músicos visitó diferentes distritos en Lima, para alegrar desde las calles y con melodías variadas a los vecinos que permanecían en sus domicilios, cumpliendo con la cuarentena anunciada por el gobierno peruano. Las personas retribuían su aporte de manera económica y con dicho logró retomar el quinto semestre de ingeniería marítima en la UTP.

¡Prohibido rendirse!
Quien escribe esta nota también forma parte del primer grupo de jóvenes venezolanos, que inició sus estudios universitarios en Perú y logró culminar la carrera profesional con éxito, en este caso en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) en 2019.
Hoy cientos de migrantes y refugiados venezolanos en Perú también intentan superarse académicamente desde colegios, institutos, centros preuniversitarios y universidades para culminar la meta que la crisis le negó en su país.
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