- El artista residenciado en Costa Rica desde hace 14 años ha creado una nueva obra, en distintas ciudades del mundo, para darle trascendencia al paso efímero de los ciudadanos
La pulcritud del lienzo se corrompe con los pasos de cada individuo en la nueva obra de Heriberto Gomes. El artista venezolano, de ascendencia lusitana, ha creado un concepto que tiene una finalidad concreta: la permanencia del presente efímero. El lienzo blanco, impoluto e intocable, se pega al piso de grandes pasos peatonales en distintas ciudades.
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De esta manera, cada persona que pase por encima de ese lienzo, sin saberlo, a veces sin siquiera notarlo, dejará una huella para la posteridad. Quizás nunca reconozca su huella, pero la trascendencia de la misma quedará en un lienzo incorruptible por el tiempo. La obra está entre las marquesinas de Manhattan, en Nueva York; en Hollywood, Florida; en Madrid, España; Lisboa y Funchal Madeira, Portugal; Lyon, Francia y San José, en Costa Rica.
La idea de Heriberto Gomes es unir, después de un tiempo, los lienzos marcados en cada una de estas ciudades para dar cuenta del paso de los seres humanos por el mundo. El mínimo detalle de la existencia, por pedestre que parezca, es un modificador del futuro. Por eso mismo, cada ser vivo en el planeta, en el tiempo vivido, será imprescindible para la historia.
Por eso mismo, el comienzo de todo fue en Nueva York el 5 de julio de 2021. Una ciudad donde la mezcla cultural es inevitable, en la cual cada paso está lleno de vitalidad y es reconocida como la capital del mundo. Gomes escogió Times Square, en el corazón de Manhattan, para poner el lienzo. Ahí tendría la posibilidad de recopilar el paso de miles de personas y, además, la interacción de los individuos con la obra. No solo son admitidos pasos, también rayas, marcas, incluso el grabado de la acera es parte del lienzo. “Entonces, siempre busco lienzos diferentes, de acuerdo a la ciudad. La elección de las ciudades ha sido referenciado por algunos viajes que había realizado anteriormente. Luego, pasé a Hollywood y después hice la gira por Europa”, agrega.
Una de las características que menciona Gomes para la elección de estas ciudades es que, cada una, tiene aceras con diseños diferentes. Esto permite, de alguna manera, que cada lienzo esté demarcado por un aura diferente y la conjunción de la obra representa, a su vez, un encuentro entre los distintos momentos inmortalizados. Además, los nombres de las obras son las coordenadas exactas del lugar en el cual se encuentra el lienzo.
La unión de los lienzos está entre dos opciones posibles: primero, en una galería de arte costarricense en el primer trimestre de 2022; segundo, en el Madeira Street Arte, en Portugal, donde podría ocurrir el encuentro de los ochos lienzos. “Apenas pueda quiero ir a hacerla en Caracas”, destaca.
Una curiosidad latente sobre el arte
Heriberto Gomes nació en un hogar portugués, de padres inmigrantes, ubicado en Caracas, Venezuela. Desde muy pequeño sintió afinidad por el dibujo, más allá de las diversiones normales de un niño. Los colores, explican, eran atrayentes para él. Por esta razón, al crecer y tomar la decisión de su futuro universitario escogió la carrera de Diseño Gráfico en el Instituto de Diseño de Caracas en 1994.
Sin embargo, su oficio como artista comenzó plenamente en San José, Costa Rica, hace 14 años. En Caracas se había presentado en algunas exposiciones benéficas, pero el arte todavía, explica Gomes, no era una preocupación constante. Sus primeras obras dan cuenta de una influencia notable de los pintores vanguardistas del siglo pasado y el uso del color de manera fauvista -movimiento artístico de principios del siglo XX-.
“En mi caso, siempre estoy explorando y buscando conceptos nuevos para innovar y no parecerse a nadie. Es una búsqueda del estilo único. Yo, particularmente, de tanto explorar me voy a diferentes estilos del arte. En esos primeros años mis obras eran más abstractas y con una función del color más pensada”, comenta.
En Costa Rica tuvo su primera exposición individual en el Open Space Connell Academy en el año 2015. Luego, viajó a Estados Unidos para su segunda exposición en el Main Hall of The Keyes Company en Weston, Florida. En esos años su investigación artística estaba enfocada en el uso y las variables de los materiales de reciclaje. Poco a poco Heriberto Gomes busca una voz propia, un estilo que lo diferencie y sea, quizá, su trascendencia en este mundo.
Por eso mismo, en este momento no piensa en la publicidad como una medida obligatoria en su oficio como artista. Entiende que la difusión permite el reconocimiento de la misma, pero, a su vez, prefiere una relación orgánica entre la obra de arte y el espectador.
En el último año realizó un diplomado de arte contemporáneo, de manera virtual, en la Sala Mendoza de la Universidad Metropolitana en Caracas. Las enseñanzas sobre la estructura del arte actual y sus variedades conceptuales, ya que, en este momento, se reconoce en la obra una reflexión implícita, más allá de una pulcritud artesanal. Esto le permitió a Gomes adentrarse en nuevas formas del arte y crear, como hemos visto, la obra de “La inmortalidad del momento”.
Además, explica que en este momento está haciendo otra obra, en la cual la experiencia del visitante es inmersiva y podrá, de una forma u otra, sentir las calamidades del Alzheimer. “Cada una de las obras de esta exposición están hechas para la interacción del público”, comenta. Heriberto Gomes es un artista que se mantiene en la búsqueda de un estilo irreconocible, pero, también, es consciente de que el arte es una búsqueda perpetua.
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