• La pediatra y miembro de la Red de Padres y Representantes habló sobre por qué es necesario volver a las aulas el próximo mes de octubre. Foto principal: Adriana Loureiro Fernández

Hay un hecho que a Lila Vega, pediatra y miembro de la Red de Padres y Representantes, aún le resulta difícil de comprender luego de un año y medio de clases a distancia: que dos casos de covid-19 detectados en Terrazas del Ávila, en Caracas, durante marzo de 2020, hayan sido suficientes para decretar el cierre de las instituciones educativas de todos los niveles en Venezuela. Para ella, tal decisión fue un sinsentido. 

Vega hace alusión a los dos contagios que confirmó el Estado el 13 de marzo de 2020, se trataba de personas que llegaron de Europa y vivían en el estado Miranda. Ambos casos generaron que la Administración de Nicolás Maduro dictara una serie de medidas restrictivas, una de las principales fue el cierre de escuelas, las cuales volverán a abrir puertas luego de casi 17 meses. 

En Venezuela, este regreso a las aulas tiene muchos matices. Grupos que se oponen, otros que lo avalan bajo la bandera de salvaguardar el aprendizaje de niños, niñas y adolescentes. Dentro del sector pocas voces son tan firmes y precisas sobre por qué volver como las de Lila Vega, quien se ha abocado al tema educativo, bastante complejo por estos días, en los que, pese a las condiciones, el retorno a la escuela es imperioso.

No permitir un cierre general

Ahora que finalmente el arranque de las clases presenciales tienen fecha (lunes 11 de octubre, según se conoce extraoficialmente), Vega habla de la importancia de entender que los cierres de las escuelas deben ser una decisión “híper local”. Se refiere a que la detección de casos de covid-19 en una institución, ubicada por ejemplo, en el oeste de Caracas, no genere también el cierre de los colegios en Maracaibo (Zulia) o San Cristóbal (Táchira). 

Pero va aún más allá. La también pediatra comenta la importancia de no permitir un cierre de escuelas como el de marzo de 2020 si llega a producirse un rebrote. “Hay que protestar, no podemos quedar de brazos cruzados de nuevo. Una escuela se cierra si realmente necesita ser cerrada, y debe reabrir en el menor tiempo posible”, afirma. 

Lila Vega: “Las escuelas no son cultivos de coronavirus”
Adriana Loureiro Fernández / The New York Times

La descentralización es entonces el aspecto que Lila Vega cree fundamental para llevar adelante, no solo el retorno, sino la continuidad de las clases presenciales.

“Hemos pedido desde hace meses aprobar la apertura de las escuelas que se sintieran listas. La apertura es totalmente distinta en una pequeña población rural que en un centro urbano con gran incidencia de covid-19”, dice en entrevista para El Diario

Un regreso distinto, pero seguro 

El retorno seguro a las aulas de clases es más sencillo de lo que muchos imaginan, según lo que expone Vega. ¿Qué se necesita para que sea exitoso? Para ella hay aspectos clave como la voluntad y el compromiso, mucho más importantes que el dinero o los recursos que se tengan a la mano. 

Este regreso requiere voluntad, compromiso, pero no requiere dinero. Para que una escuela sea segura todo el mundo debe usar tapabocas, esa es una gran capa de protección. Otro punto importante es la distancia física, y esa distancia para el maestro implica, además, planificación: a qué hora entran, a qué hora los vienen a buscar”, detalla.

El lavado de manos es otro punto importante que menciona. Sobre esto, Vega asegura que ante la falta de agua en las instituciones educativas el paso a seguir es el acopio para garantizar que el líquido esté disponible siempre. 

La detección de casos y contactos es un aspecto que va a evitar la expansión del virus en las escuelas, y por ende, un eventual cierre.

Niños en la escuela
Foto: Unicef

“Si en un momento dado tú tienes que suspender clases para un salón o para toda la escuela, tienes que estar preparado para tener un plan B. Si un grupo de niños va a cuarentena debes mantener su educación a distancia. No hay que pensar en la escuela que dejamos en marzo 2020, hay que pensar en un esquema distinto”, recomienda.

Las sugerencias de Vega van dirigidas a la permanencia de los estudiantes en las escuelas en medio de la pandemia. Aunque aclara, el regreso no debe ser obligatorio. Confía entonces en que, además de seguro, el retorno sea gradual. 

El regreso a la escuela no es igual para todo el mundo, pero sí debe ser seguro para todos”, enfatiza. 

La escuela: ¿alto foco de contagio? 

Desde el inicio de la pandemia el cierre de escuelas fue una de las primeras medidas de muchos gobiernos del mundo. Había entonces la seguridad de que las instituciones educativas eran altos focos de contagios. Pero el transcurso de los meses y las investigaciones han derrumbado esta teoría.

Una revisión de estudios globales publicada en junio de 2020 por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical y el Colegio Universitario (UCL), y citado por la BBC, reveló que los niños y niñas tenían aproximadamente la mitad de probabilidades de contraer covid-19 que los adultos, lo que significa que es menos probable que lo transmitan.

Otros estudios muestran que las escuelas no son un foco grande de contagios. Por ejemplo, el publicado por la revista científica The Lancet Child u0026 Adolescent Health  analizó un total de 7.700 escuelas en Australia durante cuatro meses. En ese tiempo solo 25 registraron casos, es decir, menos del 1%.

Lila Vega, pediatra y miembro de la Red de Madres, Padres y Representantes, conoce bien estas investigaciones, y por ello niega que los colegios sean un alto foco de contagio, todo lo contrario. Son sitios con una organización marcada que permiten mantener el control de manera mucho más efectiva que en un centro comercial, por ejemplo.

“Las escuelas no son sitios o antros de cultivos de coronavirus, no son lugares improvisados. Allí hay una rutina, con horarios, en el salón se hace lo que el maestro diga. La otra virtud es que tú sabes quién está al lado de quién. La escuela tiene todo para ser el sitio más seguro”.

Escuelas en Venezuela
Carlos Becerra/Bloomberg

La urgencia de volver a las aulas

Pero más allá de la discusión de si son foco o no de contagios, es urgente volver a las aulas. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó en un informe en septiembre de este año que 77 millones de niños en el mundo se mantienen sin acceso a la educación por el cierre de instituciones. Ante esto, revela que los jóvenes han perdido más de tres cuartas partes de su aprendizaje presencial. 

“Puede que las pérdidas que los estudiantes están sufriendo por no estar en la escuela no se recuperen nunca”, alertó la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore. 

No solo no aprendiste más, sino que olvidaste temas que ya habías aprendido, el inicio de clases será rudo, no va a ser fácil avanzar rápidamente”, advierte Lila Vega, al tiempo que insta a padres y representantes a apoyar para que este regreso a la presencialidad sea exitoso. 

Una vuelta que además, permitirá a más niños y niñas evitar la decersión, el trabajo infantil, y en definitiva, aportará a su formación académica. Para Vega, “el futuro de los niños depende de lo que ocurra en sus escuelas”, precisamente en esta línea cita a Juan Maragall, exsecretario de  Educación Miranda, para detallar la situación de la educación venezolana en la actualidad:

“El futuro de un país se parece al presente de sus escuelas, y nuestras escuelas tienen un año y medio cerradas”, finaliza. 

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