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- La empresa, creada hace casi 50 años, está valorada en aproximadamente 3 millardos de dólares
El fundador de la marca de ropa estadounidense Patagonia, Yvon Chouinard, anunció la decisión de donar su empresa para contribuir con la lucha contra el cambio climático. El empresario transfirió todos los activos de su compañía a un fideicomiso y a una organización sin fines de lucro dedicada al medio ambiente.
El negocio familiar llamado Patagonia, creado hace 50 años y valorado en 3 millardos de dólares, tiene beneficios de unos 100 millones de dólares al año y desde su creación se ha distinguido por su especial énfasis en la conservación de la naturaleza.
Chouinard explicó que decidió donar esta gran cantidad de dinero como una forma de fomentar “más ingresos” contra la crisis climática y mantener “intactos los valores de la compañía”.
Chouinard se ha dado a conocer por no seguir las reglas del mundo de los negocios y ha dedicado su vida a causas medioambientales. La familia del empresario de 83 años de edad, y sus socios, renuncian así al control de la compañía con sede en California, que constituye la mayor parte de su fortuna.
¿Qué sucederá con el mando de la empresa?
Patagonia continuará operando como una empresa privada, con sede en Ventura, California, vendiendo más de 1 millardo de dólares en ropa deportiva al año. Pero los Chouirnard ya no tendrán control sobre ella.
En agosto de 2022, la familia transfirió irreversiblemente el 2 % de Patagonia a una nueva entidad llamada Patagonia Purpose Trust. El fondo, que será supervisado por miembros de la familia y sus asesores, tendrá la misión de garantizar que Patagonia cumpla su promesa de seguir siendo una empresa socialmente responsable. La familia tendrá que pagar 17,5 millones de dólares en impuestos por la donación.
De esta manera, la familia donó el 98 % restante de la empresa a una organización no gubernamental llamada Holdfast Collective, que recibirá todas las ganancias y las utilizará para luchar contra el cambio climático.
Anteriormente, los directivos de la empresa ya habían donado casi 50 millones de dólares a la ONG Holdfast Coolective y esperan donar otros 100 millones de dólares este año. Para Mosley, socio de BDT & Co, la historia es única.
Yvon Chorinard ha respondido a estos comentarios de la siguiente manera: “No sabía qué hacer con la empresa porque nunca quise tener un negocio. Yo no quería ser un hombre de negocios. Ahora puedo morir feliz, porque sé que la empresa seguirá haciendo lo correcto durante los próximos 50 años, sin que yo tenga que estar presente”.
Con información de EFE.
