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- Investigadores de España advierten que el exceso de tiempo en las pantallas puede impactar en las habilidades sociales, concentración y en la relación con la realidad
Un grupo de especialistas en salud mental infantil del centro médico Recurra-Ginso en colaboración con la Comunidad de Madrid, España, presentó una guía destinada a los padres para el adecuado manejo de las nuevas tecnologías por parte de los niños.
Los datos revelaron que alrededor del 70 % de los menores obtiene su primer teléfono móvil entre los 10 y 15 años de edad, aunque los expertos estiman que su primer contacto con dispositivos electrónicos se produce a los 6 años a través de los dispositivos de sus padres.
La investigación, cuyo enfoque se basó en la inclusión social de los más jóvenes, enfatiza tres factores a considerar para evaluar el uso apropiado de las pantallas por parte de los niños:
1. El tiempo
2. La reacción
3. El impacto
Los expertos sugieren que los menores de 12 años deberían contar con la supervisión de un adulto durante el acceso de las pantallas, con el objetivo de fomentar un uso constructivo que complemente su educación escolar y familiar.
Una vez superada esta edad y con demostrada madurez, la supervisión podría reducirse gradualmente, llegando a la autonomía a los 16 años, siempre que el adolescente tenga presente responsabilidad en el uso de los dispositivos.
Efectos más frecuentes del abuso de las tecnologías
-Disminución de la capacidad de concentración.
-Dificultad para manejar la paciencia.
-Riesgos de depresión.
-Aislamiento y dependencia.
-Desconexión de la realidad.
Los riesgos de la sobreexposición a las pantallas
El constante acceso a dispositivos electrónicos y la sobreexposición digital pueden impactar en la capacidad de concentración de los niños, afectando su rendimiento cognitivo y productividad. Además, la gratificación instantánea promovida por el ritmo acelerado de las redes y plataformas en línea puede resultar en una falta de perseverancia y en dificultades para enfrentar tareas que requieran paciencia.
Los especialistas analizaron que usar como recurso a los dispositivos electrónicos para calmar el aburrimiento puede tener consecuencias negativas en el desarrollo de habilidades de espera y tolerancia al aburrimiento, factores que los investigadores afirman son fundamentales para la paciencia, creatividad y autorregulación emocional de los niños.
Los riesgos asociados al uso excesivo y poco saludable de la tecnología en niños incluyen depresión infantil, obesidad y problemas de conducta, según señalan expertos en pedagogía.
Dependencia de la tecnología
El estudio remarcó que la inmersión en el mundo virtual puede ocasionar un aislamiento social y la desconexión de la realidad, lo que afecta la comunicación y la adaptación a entornos reales. La exposición continua a estímulos digitales también puede generar dependencia y afectar el desarrollo de habilidades y la regulación emocional.
Aunque las tecnologías tienen sus beneficios, especialistas destacan que ciertos aspectos psicomotores y cognitivos solo pueden ser desarrollados a través de la interacción con elementos físicos, como escribir, dibujar y manipular objetos tangibles.
El uso excesivo de pantallas puede desconectar a los niños de la realidad y limitar su capacidad de aprender a través de la observación y exploración, distorsionando su comprensión de la realidad.
