Email
- Investigaciones coinciden en los beneficios de la exposición al frío como un efecto calmante para el cuerpo y la mente | Foto principal: iStockphoto.
En la búsqueda constante de métodos para mejorar la salud y el bienestar, bañarse con agua fría ha ganado popularidad en los últimos años por sus múltiples beneficios.
Más allá de la sensación de frescura que proporciona, numerosos estudios científicos respaldan los resultados positivos de esta práctica. En El Diario repasamos las ventajas que proporciona bañarse con agua fría.
Estimulación del sistema inmunológico
Investigadores sugieren que exponer el cuerpo al agua fría puede activar el sistema inmunológico. El cambio repentino de temperatura puede aumentar la producción de glóbulos blancos y mejorar la circulación sanguínea, contribuyendo así a una respuesta inmunológica más robusta.
Además, han concluido que las duchas frías regulares pueden reducir la frecuencia de resfriados y mejorar la resistencia a enfermedades.
En el caso de los deportistas, quienes en ocasiones comparten en sus redes sociales la terapia del baño con hielo, especialistas en la materia explican que ayuda a una recuperación más rápida, reduce la fatiga, mejora el rendimiento y disminuye el riesgo de lesiones.
Una investigación publicada en la revista PLoS One en 2016 encontró que las personas que suelen bañarse con agua fría tienen casi 30 % menor probabilidad de dejar de ir al trabajo o a la escuela por enfermedad.
Aceleración del metabolismo y quema de grasa
Bañarse con agua fría también puede tener un impacto positivo en el metabolismo. La exposición al frío activa la grasa parda, un tipo de tejido adiposo que quema calorías para generar calor.
Este proceso, conocido como termogénesis, puede ayudar en la pérdida de peso y mejorar la eficiencia del metabolismo en general.
Especialistas en dermatología explicaron que bañarse con agua fría tiene un efecto antiinflamatorio, por lo que reduce el efecto de posibles dolores.
“Cuando recibimos un golpe en cualquier parte del cuerpo, nos recomiendan aplicar frío sobre la zona afectada”, señaló una investigación del Instituto de Dermatología Integral de Madrid (España).
Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés
El contacto con agua fría también puede tener beneficios psicológicos. Se ha demostrado que las duchas frías liberan endorfinas, neurotransmisores asociados con la sensación de bienestar y felicidad.
Además, la exposición al frío puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, proporcionando un efecto calmante para el cuerpo y la mente.
“El choque térmico con el agua fría hace que se estimule la producción de noradrenalina en el cerebro, lo que genera una mayor activación y una leve mejoría del humor, aliviando estrés y la ansiedad”, explicó el sitio web de corredoras Lady Run Chile, especializado en maratones.
La noradrenalina es la hormona de la médula adrenal que actúa como neurotransmisor en el sistema simpático.
Mayor circulación sanguínea y recuperación muscular
Las duchas frías pueden mejorar significativamente la circulación sanguínea, lo que contribuye a una mejor entrega de oxígeno y nutrientes a los tejidos.
Esto no solo favorece la salud cardiovascular, sino que también acelera la recuperación muscular después del ejercicio. Atletas profesionales a menudo recurren a la crioterapia, una forma más extrema de exposición al frío, para optimizar la recuperación.
¿Cuánto tiempo se puede estar expuesto al agua fría?
Si bien bañarse con agua fría se presenta como un amplio beneficio para la salud, especialistas añaden que el tiempo de exposición del cuerpo en temperaturas frías debe ser controlado. No es necesario que sea en exceso para obtener los beneficios.
Especialistas señalan que es importante introducir gradualmente las duchas frías en la rutina diaria para permitir que el cuerpo se adapte al cambio de temperatura.
Sin embargo, en el caso de personas con problemas de salud como hipertensión o problemas circulatorios, deben consultar a un profesional de la salud antes de incorporar duchas frías a su rutina.
