• Con más de 20 millones de suscriptores, no descarta dejar Youtube para dedicarse más a la escritura. Es libertario, pero no se considera militante de las ideas que defienden la libertad del individuo. Foto: Ignacio Chinchilla

Dross resiste al paso del tiempo. Sigue siendo uno de los youtubers venezolanos más famosos. Su canal en la plataforma suma más de 21 millones de suscriptores. Se llama Ángel David Revilla Lenoci y tiene 38 años de edad. 

En 2016 los medios de comunicación convencionales empezaron a poner atención a su trabajo, aunque desde antes en la red había logrado una cantidad importante de seguidores como bloguero. 

Apenas publica un video, a las pocas horas tiene más de 1 millón de reproducciones. Su voz es la idónea para las historias que cuenta, vinculadas al terror, el suspenso, casos sobrenaturales, enigmas sin resolver, mitos, teorías de la conspiración. 

De acuerdo al portal Social Blade, en los 30 días recientes, sus videos han tenido un promedio de 55 millones de vistas.

Youtuber venezolano
Dross actualmente vive en Argentina. Estudió Comunicación en la Universidad Santa María
| Foto: Ignacio Chinchilla

Dross es el alumno prodigio de programas como Nuestro insólito universo, solo que este comunicador social llevó ese formato a otro nivel, a otros lugares, más allá de esas ondas de radio que sí parecen entender fronteras. Incluso, su voz, es tan peculiar como la de Porfirio Torres. Habrá quienes hagan salvedades, pero en el mundo de la cultura y el entretenimiento, hay quienes popularizan fórmulas, pero también quienes las entienden, las mejoran y las exaltan aún más en los nuevos tiempos.

Vive en Argentina, su centro de operaciones. Si bien Youtube puede ser visto como un objetivo, tan solo es un escalón para una pasión: la escritura. Ha publicado con Planeta libros como Luna de Plutón, El festival de la blasfemia y El libro negro

Ahora, asegura para El Diario que apunta a otros formatos. Si bien la pandemia pausó algunos proyectos, su mente no se detiene, en momentos en los que la corrección política, las ideologías y  la censura son temas cada vez más álgidos en el debate, especialmente en redes, y en los que Dross también forma parte. 

Fue en 2016 cuando los medios empezaron a poner el foco en su trabajo en Youtube. Todavía los videos siguen siendo populares. Ayer publicó uno titulado “El extraño cliente del autoservicio de McDonald ‘s” y ya tiene 2 millones de reproducciones. ¿Cuál sigue siendo el principal atractivo después de todo ese tiempo?

—Sí, sí, tenemos un problema de superficialidad. Creo que estamos muy anestesiados. Antes lo que era muy impresionante ahora se ve como algo más del montón, una raya más para el tigre. Ahora, para responder tu pregunta, trato siempre de pensar. Lo que más me mortifica es pensar lo que la gente quiere ver, lo que la gente le gustaría disfrutar. Por eso soy tan estricto a la hora de buscar un tópico. Si es algo que yo quisiera ver, es un buen indicativo. Trato de ponerme como experimento. Si es un tema que me interesaría como espectador, sé que hay probabilidades altas de que a la gente también les guste. 

Ha incursionado en la literatura. ¿Ha pensado en llevar esa experiencia de la escritura y lo audiovisual para realizar una película?

—Hay algo de eso ahora mismo. No puedo hablar mucho al respecto.

Vive en un país importante para el cine latinoamericano, quizá se pueda hacer más fácil.

—Sí, también en esta era globalizada, querido amigo, donde estamos todos ultraconectados, en esta aldea global es más fácil que nunca. En este proyecto también se involucra México y un poquito también Estados Unidos. Estoy emocionadísimo con todo.

En 2016, según los datos de Google Analytics, su público principalmente era de México, luego de Argentina, Chile, Perú, Colombia, Venezuela, España y Estados Unidos. ¿Siguen siendo esos países -y en ese orden- su principales audiencias?

—Ha cambiado muchísimo. El número uno sigue siendo México, pero ahora el segundo lugar es Estados Unidos. Argentina se sigue manteniendo muy alto, al igual que Chile, Colombia, Perú, España.

Tengo entendido que no viaja a Venezuela desde 2007. Si es así, ¿qué sería lo primero que haría al regresar?

—¡Caray! Comer. Lo admito sin ninguna vergüenza. La comida de allá… A pesar de que en Argentina se consiguen arepas a rolete, comería arepas, tequeños de allá. Los de Plaza Las Américas, ¿te acuerdas? ¡El pan de allá!

Mira te voy a contar un chisme, aunque igualito lo vas a publicar. El pan de Venezuela sigue siendo el mejor por muchísimo. Por lo menos entre los lugares a los que he ido. ¡Uf!. El mejor por mucho. Compraría canillas, campesino. Cosas que acá no se consiguen realmente. Es distinto.

Vivía en la urbanización Miranda y estudió Comunicación Social en la Universidad Santa María. ¿Qué se imaginaba que haría una vez graduado?

—Chamo, no tenía la menor idea de nada. Recuerda que todavía había un lío político grandísimo. Mira, yo no imaginaba lo que iba a ser. Solamente tenía el sueño de publicar libros, ser escritor. Pero eso estaba muy verde. Me aterrorizaba porque no sabía si lo lograría. Ignoraba cuál sería mi lugar en la vida. Estudié periodismo, pero no me veía realmente trabajando en un medio de comunicación. El futuro en ese entonces era terrorífico. 

¿Qué pasó con ElDiariodeDross.com? Veo que no está en línea.

—Chamo, lo quiero reeditar para lanzarlo de nuevo. Hubo una época dorada de blogger. Esos fueron mis primeros pasos en Internet. La gente empezó a conocerme en la web a través de este blog. Pero luego todo cambió radicalmente. Recuerda que la gente de nuestra generación, Humberto, de la tuya y la mía, es la que remontó esa ola. Vimos esos cambios brutales, redes sociales que desaparecieron. Blogger sigue existiendo, pero no es lo mismo. Uno de mis grandes aciertos fue remontar en lo nuevo. Pero ahora en la que en los videos todo está dicho, me gustaría volver a los blogs. Quisiera hacer podcast. Pero una vez logrado todo lo que me he propuesto, me fascinaría escribir de manera regular otra vez.

Al principio de la pandemia y la cuarentena, publicó videos sobre hechos similares en el pasado. ¿Cómo sintió que situaciones así que se veían remotas se hicieran realidad en nuestro tiempo? 

—¡Ay, Humberto! Hace aproximadamente 10 meses, casi un año, hubo un vacilón que se volvió meme con respecto a mí. Decían que un video de Dross se había hecho realidad. Por un lado hubiera sido gracioso de no ser realmente porque fue bastante trágico, terrorífico. Cuesta llegar la realización en toda su tragedia, en todo su peso de cómo ha cambiado el mundo. ¡Caray! Es un cambio que llegó para quedarse porque acuérdate que en un principio la gente decía que serían pocos meses antes de volver a la normalidad. Bueno, estamos ya en 2021. ¡Las pelotas! Me parece realmente increíble. Nos tocó vivir realmente un evento histórico.

¿Llegó a sentir miedo?

—Más que miedo, fastidio. Quisiera poder volver a salir sin la máscara, pero no se puede porque es una cuestión de responsabilidad social. Fastidio porque quisiera poder viajar para concretar ciertos proyectos personales, pero ahorita todo eso está parado. En cierto punto siento agradecimiento por el poder de Internet. Hemos podido proseguir con proyectos importantes, interesantes y bonitos gracias a esa fuerza de Internet. Más que miedo, siento desazón por el futuro. 

¿Qué proyectos se pausaron por lo ocurrido? 

—Primero, el proyecto de cine que te insinué hace poco. Más que cine, una serie. También publicar nuevos libros. Chamo, cuando publico un libro, tengo que viajar, participar en firmas, ir a anfiteatros para hablar sobre la obra. Todo eso está parado. 

Ha publicado seis libros con la editorial Planeta. ¿Piensa que llegará el momento de dejar Youtube para dedicarse de lleno a la escritura? 

—Mira, sí. Está contemplado, pero no solo para escribir, sino para llevar a cabo otros proyectos. Humberto, no quiero depender toda la vida de Youtube. Estoy muy agradecido con la plataforma, estoy muy contento con todo lo logrado, pero estoy haciendo esfuerzos por ir más allá y poder algún día dedicarme a lo que me gusta, y que Youtube haya sido simplemente otra etapa importante de mi vida.

Youtuber Dross
El youtuber ha publicado seis libros con la editorial Planeta |Foto: Ignacio Chinchilla

En estos meses de pandemia Internet también te permitió vincularte con otros youtubers, como la entrevista con el español Jordi Wild. Creo que fue otro de los grandes logros de la pandemia, ese encuentro entre figuras de distintos países que se han dado a conocer en la plataforma.

—Sí, bueno, en parte es parte un logro de la pandemia y en otra de Jordi Wild, a quien quiero bastante. Es un buen amigo, es un tipazo.

También están las participaciones en el espacio de Emmanuel Danann.

—Correcto. Creo que eso que acabas de decir se aplica bastante más a Emmanuel Danann porque en lugar de reunirnos para hacer un sketch o algo así, hicimos algo muy conveniente. Descubrimos la forma de hacerlo con un formato de videollamada y hacer chistes. 

Habla de estar agradecido con Youtube. Sin embargo,  hay youtubers que se han quejado de la censura, que no pueden usar ciertas palabras. ¿Qué está pasando realmente? 

—Sí, Humberto. Básicamente la razón por la que algunos estamos enojados con Youtube…. A ver, yo también he sido el primero en esbozar mi enojo con Youtube pero, al César lo que es del César y lo cortés no quita lo valiente. Hay que reconocer las oportunidades que nos dio y eso tan bello que hizo. Ahora bien, considero que  Youtube debió habernos defendido un poco más a los creadores de contenido ante las personas que recurren a Youtube para poner su publicidad. Yo como una persona madura quiero creer que soy inteligente, y que entiendo perfectamente que para ellos es dificilísimo porque hay anunciantes que quieren que sus videos aparezcan en cierto tipo de contenido. 

Yo pediría lo mismo si fuera a anunciar en Youtube, pero también se ha abusado demasiado y se ha tratado de convertir a Youtube en algo más amistoso para las audiencias juveniles. Han apartado más la pluralidad de contenido, y estas nuevas  políticas han asfixiado bastante. Hay una especie de chantaje para decir qué tipo de contenido se quiere y cuál no.

Como empresa privada ellos tienen absolutamente todo el derecho de hacerlo, pero se siente bastante mal, se siente una cagada, Humberto. Antes había una pluralidad enorme de contenido, antes Youtube daba igualdad de oportunidades a todo tipo de contenido y perder eso la verdad se siente bastante feo.

¿Algún ejemplo de un caso que lo haya afectado? 

—Mira, básicamente  cuando hago algún video relacionado a alguna nueva droga que salió, por ejemplo la krokodil. Youtube no quiere que suba ese tipo de contenido, incluso si el video es educativo. También estoy viendo que hay temas a los que  Youtube no le gusta que tú hables como las teorías conspirativas, incluso si quieres desmentirlas, hablar desde una perspectiva académica. En cierto punto también se entiende que son millones de videos todos los días y que no tienes tiempo de revisarlos todos. Es como una solución draconiana de parte de ellos.

¿Qué es exactamente lo que pasa? ¿No lo dejan subir el video? Sé que hay quienes buscan maneras de usar otras palabras para esquivar el mecanismo de rastreo

—El algoritmo se ha vuelto muy bueno, Humberto. Antes uno lo podía esquivar, ahora es muy difícil hacerlo. Youtube te puede desmonetizar el video. Supongamos que quieres hacerlo por amor al arte, por la necesidad de expresarte. Youtube ahora incluso le pone restricción de edad y si realmente no les gusta, te lo quitan sin penalizar el canal. Me ha pasado bastante.

Hay quienes hablan de Twitch como posible competencia. ¿Tiene futuro esa plataforma?

—Tiene futuro para los gamers porque es una plataforma muy enfocada, muy especializada en ellos. A mí no me interesa mucho  porque no subo contenido relacionado a los juegos. Mi material no funciona en Twitch. 

¿Qué consejo le daría a una persona que quiera comenzar una carrera en Youtube? 

—No lo hagas para volverte famoso porque no te va a funcionar. Te vas a frustrar. Primordialmente tienes que subir contenido que te guste. Eso garantiza que vas a seguir haciéndolo, que vas a tener constancia, porque te gusta. En la constancia está el secreto, chamo. Si tú entretienes a una audiencia varias veces por semana, eso es importantísimo, y con un poco de suerte, la gente te elige y comienza el síndrome de la bola de nieve. Te vas haciendo cada vez más popular. Créeme que es el mejor consejo que te puedo dar.

Mencionó hace unos minutos las palabras empresa privada. Hay un video en el que se declara libertario y hubo algunas reacciones en contra. ¿Perdió audiencia por eso?

—No, para nada. Es básicamente cómo lo haces, Humberto. Como no soy militante del libertarismo, la gente, incluso quienes no son libertarios o quienes se oponen fervientemente al liberalismo, es decir la gente en su mayoría, la gente que vale la pena, se lo toma bien. Como no pontifico, la gente solo ve que Dross el libertario, mientras el otro es socialdemócrata, mi tía es adeca, el otro es copeyano, el otro es chavista. No importa. 

¿Por qué es libertario?

—Porque son las ideas de la libertad, como dice un referente acá en Argentina. Ideas que creen en la libertad del ser humano para invertir, para que el Estado no te diga lo que debes hacer o no. Encuentro en el liberalismo un balance perfecto para que el Estado no me asfixie con impuestos para financiar cosas que no me interesan.

La libertad del ser humano y la convicción que yo tengo para decirte que puedes casarte con un hombre, por ejemplo. No me importa lo que ocurra en tu privacidad. Que puedes fumar toda la hierba o la mota que te dé la gana. No es mi problema lo que te metas en el cuerpo. Así como yo pueda exigir que el fruto de mi labor vaya para mí y no me lo expropie de manera arbitraria un Estado cambiante, caprichoso, egoísta, ineficiente. Es bastante complejo, pero por ahí va. 

¿Qué libro de Ayn Rand recomienda para adentrarse en estas ideas? 

—Un libro de Ayn Rand excelente es La rebelión del Atlas. A través de la novelización, la señora Rand te explica cuáles son los problemas del Estado y cómo hace miserable a una persona, y cómo ancla al ser humano a una situación de mediocridad. Pudiendo haber sido mucho más sin hacerle daño a nadie. 

¿La historia de terror más cercana de la que has sido testigo?

—¡Uf! Los estados represores (ríe). También están esas imágenes que uno ve de Venezuela. Y bueno, todo lo relacionado con la pandemia. ¿Qué mayor historia de terror que la que presenciamos? Fue en cámara lenta. Comenzó en Wuhan y se regó por el mundo. 

Noticias relacionadas