- En exclusiva para El Diario el artista visual venezolano, Oscar Olivares, expresó que la experiencia de realizar el mural del Santo Cristo de La Grita ha sido muy gratificante
El arte se fusiona cada vez más con la ecología y el trabajo que realiza el venezolano Oscar Olivares es muestra de ello. El sábado 6 de agosto, el artista visual inauguró su primera obra de temática religiosa con tapas de botellas recicladas: el rostro del Santo Cristo de La Grita, en la ciudad de La Grita, estado Táchira.
En exclusiva para El Diario aseguró que lo motivaron dos razones. La primera, fue saber que la obra no solo tendría impreso su arte sino también la fe de las personas, lo que le da al proyecto una energía “realmente maravillosa”. La segunda, es que la historia del Santo Cristo de La Grita está relacionada con el arte y eso lo inspiró aún más.
“Según cuenta la historia, había un artista que estaba realizando la escultura del Santo Cristo de La Grita y no lograba hacer el rostro, pero unos ángeles lo terminaron por él. En este caso siento que esos ángeles que me están acompañando a hacer la obra son los habitantes de La Grita, así que siento que es una forma muy bonita de completar esta pieza”, expresó Olivares.

El mural representa un reto importante en su carrera
Para el artista venezolano de 25 años de edad, la realización de este mural representa un “reto importantísimo” ya que, de acuerdo con Olivares, es la primera vez que realiza un rostro completo con tapas de botellas. Añadió que para esta parte del mural, utilizó tapas con diversos tonos de azul.
Olivares indicó que realizar la obra además amerita una “gran concentración” porque son miles de personas las que se interesaron en participar. Agregó que en cuanto a liderazgo también significó un reto, ya que los artistas están acostumbrados a realizar sus obras en solitario, pero en este trabajo participó un equipo de muchas personas.

“La experiencia ha sido muy gratificante, especialmente porque tuve la oportunidad de ver las emociones de las personas cuando pegan su tapa. Ellos hacen oraciones, agradecen al Santo Cristo. Incluso cuento con un equipo de aproximadamente 20 voluntarios que están aquí trabajando todo el día conmigo y ya más de 2.700 personas se han acercado a pegar su tapa y dejar impresa su fe en el mural”, detalló el artista.
El aporte de la comunidad de La Grita
Olivares indicó que el principal aporte de los habitantes de La Grita fue tomarse el tiempo de reciclar las tapas de botella y donarlas. Aseguró que sin eso el mural “sería sencillamente imposible”.
Agregó que cada persona que asiste, desde niños hasta adultos mayores, pega felizmente una de sus tapas en el mural. Pues el resto, por temas de organización, son colocadas por el propio Olivares y los 20 voluntarios que están con él.
“La persona que recibió el milagro actualmente está en Chile, pero dejó en Venezuela cinco tapas de colección de futbolistas que uno de sus familiares trajo para conmemorar el milagro y representar a esta persona y a su fe en el mural. Cada tapa pegada ha sido algo realmente bonito”, expresó el artista.

“Los murales son un reflejo de lo que puede ser Venezuela”
Olivares considera importante impulsar y apoyar este tipo de proyectos en Venezuela porque el arte es capaz de influir en el inconsciente colectivo de las personas. Aseguró que el arte tiene el poder de imprimir nuevas visiones del mundo, del país y de “nuestras tradiciones”.
El venezolano aseguró que el arte siempre puede impactar en las comunidades y permitir que empiecen a surgir oportunidades para que más artistas se sumen a un movimiento de expresión artística. Olivares agregó que a través de la transformación de espacios públicos con materiales reciclados, también se está haciendo un aporte al planeta, gracias a todo el plástico que se está reutilizando en los murales.