• Los virus antiguos están encerrados en el permafrost de Rusia. Es posible que pronto podamos verlos. Foto: Zanskar/Getty Images/iStockphoto

Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota ‘Zombie’ viruses are thawing in melting permafrost because of climate change, original de The Washington Post.

El deshielo del permafrost debido al cambio climático puede exponer una gran cantidad de virus antiguos. Esto según un equipo de investigadores europeos que dice haber encontrado 13 patógenos anteriormente desconocidos que habían quedado atrapados en el suelo previamente congelado de la vasta región siberiana de Rusia.

Los científicos encontraron un virus que estimaron que había quedado atrapado bajo un lago hace más de 48.500 años y advirtieron sobre un nuevo peligro potencial de un planeta que se calienta: los llamaron virus “zombies”.

El mismo equipo de investigadores franceses, rusos y alemanes aisló previamente virus antiguos del permafrost y publicó sus hallazgos en 2015. Esta concentración de virus nuevos sugiere que tales patógenos son probablemente más comunes en la tundra de lo que se creía anteriormente, según sugieren en un estudio de preimpresión que publicaron el mes pasado en el sitio web BioRxiv, un portal donde muchos científicos hacen circular sus investigaciones antes de que sea aceptada en una revista científica.

“Cada vez que buscamos, encontramos un virus”, explicó Jean-Michel Claverie, coautor del estudio y profesor emérito de virología en la Aix-Marseille Université en Francia, en una entrevista telefónica. “Es un hecho. Sabemos que cada vez que vamos a buscar virus, virus infecciosos en el permafrost, vamos a encontrar algunos”.

Leer más  Luna rosa: ¿cuándo es y a qué hora podrá verse en Venezuela?

Aunque los que estudiaron eran infecciosos solo para las amebas, los investigadores dijeron que existía el riesgo de que otros virus atrapados en el permafrost durante milenios pudieran propagarse a los humanos y a otros animales.

Los virólogos que no participaron en la investigación detallaron que el espectro de futuras pandemias que se desatan desde la estepa siberiana ocupa un lugar bajo en la lista de amenazas actuales para la salud pública. La mayoría de los virus nuevos, o antiguos, no son peligrosos, y los que sobreviven al congelamiento durante miles de años tienden a no estar en la categoría de coronavirus y otros virus altamente infecciosos que conducen a pandemias, según aseguraron.

Los hallazgos del equipo europeo aún no han sido revisados ​​por pares, pero virólogos independientes dijeron que sus hallazgos parecían plausibles y se basaron en las mismas técnicas que han producido otros resultados examinados.

Varios científicos comentaron que vale la pena monitorear los riesgos de los virus contenidos en el Ártico. La viruela, por ejemplo, tiene una estructura genética que puede resistir la congelación a largo plazo, y si las personas se topan con los cadáveres descongelados de las víctimas de la viruela, existe la posibilidad de que se infecten. Otras categorías de virus, como los coronavirus que causan el covid-19, son más frágiles y tienen menos probabilidades de sobrevivir a la congelación.

“En la naturaleza tenemos un gran congelador natural, que es el permafrost siberiano”, expresó Paulo Verardi, virólogo y director del Departamento de Patobiología y Ciencias Veterinarias de la Universidad de Connecticut. “Y eso puede ser un poco preocupante”, especialmente si los patógenos están congelados dentro de animales o personas, agregó.

Leer más  Clausuraron la mina ilegal Bulla Loca que colapsó en Bolívar

Pero, contrastó, “si haces la evaluación de riesgo, es algo muy bajo”, agregó. “Tenemos muchas más cosas de las que preocuparnos en este momento”.

Para la investigación más reciente, el equipo europeo tomó muestras de varios sitios en Siberia durante una serie de años a partir de 2015. Los virus que encontraron, de un tipo inusualmente grande que infecta a las amebas, estuvieron activos por última vez en miles y, en algunos casos, en decenas de miles de años. Algunas de las muestras estaban en el suelo o en los ríos, aunque uno de los virus dirigidos a las amebas se encontró en los restos intestinales congelados de un lobo siberiano de hace al menos 27.000 años, comentó el equipo.

Los investigadores usaron amebas como “cebo de virus”, dijeron, porque pensaron que sería una buena manera de buscar virus sin propagar los que podrían propagarse a animales o humanos. Sin embargo, indicaron que eso no significaba que estos virus no existieran en la tundra congelada.

Siberia se está calentando a uno de los ritmos más rápidos de la Tierra, unas cuatro veces el promedio mundial. Durante muchos veranos recientes, ha estado plagada de incendios forestales y temperaturas que alcanzan casi los 38 grados centígrados. Y su permafrost, suelo que está tan frío que permanece congelado incluso durante el verano, se está descongelando rápidamente. Eso significa que los organismos que han estado encerrados durante miles de años ahora están expuestos, ya que los periodos más largos de descongelación en la superficie del suelo permiten que los objetos que habían quedado atrapados debajo se eleven hacia la parte superior.

Leer más  Clausuraron la mina ilegal Bulla Loca que colapsó en Bolívar

Los investigadores dicen que la posibilidad de que los humanos se topen con los cadáveres de humanos o animales está aumentando, especialmente en Rusia, cuyos tramos del extremo norte están más densamente poblados que las regiones árticas de otros países. El equipo reunió algunas de sus muestras en Yakutsk, una capital regional y una de las ciudades de más rápido crecimiento de Rusia debido al auge de la minería.

El permafrost que se calienta ha sido señalado como responsable de brotes de enfermedades infecciosas antes. Un brote de ántrax en 2016 golpeó una aldea remota de Siberia y se vinculó con el cadáver de un reno de 75 años que había emergido del suelo helado. No obstante, el ántrax, que no es un virus, no es exclusivo de Siberia y es poco probable que cause pandemias generalizadas.

Muchos virólogos dicen que están más preocupados por los virus que circulan actualmente entre los humanos que por el riesgo de los inusuales del permafrost.

Nuevos microbios emergen o resurgen todo el tiempo, explicó Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, a The Washington Post en 2015, cuando aparecieron los primeros hallazgos de los investigadores del permafrost.

Leer más  Luna rosa: ¿cuándo es y a qué hora podrá verse en Venezuela?

“Este es un hecho de nuestro planeta y de nuestra existencia”, señaló. “El hallazgo de nuevos virus en el permafrost no es muy diferente de todo esto. Su relevancia dependerá de una secuencia de eventos poco probables: el virus del permafrost debe poder infectar a los humanos, luego debe (causar enfermedades) y debe poder propagarse de manera eficiente de humano a humano. Esto puede suceder, pero es muy poco probable”.

Más problemáticos, dicen muchos virólogos, son los virus modernos que infectan a las personas y provocan enfermedades que a veces son difíciles de controlar, como el ébola, el cólera, el dengue e incluso la gripe común. Es poco probable que los virus que causan enfermedades en los humanos sobrevivan al ciclo repetido de descongelación y congelación que ocurre en el nivel de la superficie del permafrost. Y la propagación en mosquitos y garrapatas que se ha relacionado con el calentamiento global es más probable que infecte a los humanos con patógenos, dicen algunos expertos.

Un virus extinto “parece un riesgo bajo en comparación con la gran cantidad de virus que circulan entre los vertebrados de todo el mundo, que han demostrado ser amenazas reales en el pasado, y donde eventos similares podrían ocurrir en el futuro, ya que todavía carecen de un marco para reconocerlos con anticipación”, advirtió Colin Parrish, virólogo de la Universidad de Cornell, quien también es presidente de la Sociedad Estadounidense de Virología.

Traducido por José Silva

Noticias relacionadas