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- Especialistas aconsejan tener cuidado con los juegos o las maneras de calmar a un pequeño porque los músculos de su cuello son muy débiles
Ser padre o cuidador de un bebé puede ser una tarea estresante. Cuando un niño llora, la frustración al no lograr que el llanto cese lleva en algunos casos a rutinas peligrosas. El caso del síndrome del bebé sacudido es una de ellas.
Sacudir al bebé para calmarlo o hacerlo dejar de llorar es una práctica peligrosa y extremadamente perjudicial para la salud del bebé. En ocasiones, los encargados del niño lo hacen como un juego sin conocer los riesgos de esta práctica.
Cuando mueven la cabeza de un bebé de forma violenta hacia adelante y hacia atrás o de lado a lado, puede causar lesiones en el cerebro que pueden llegar incluso a la muerte.
Los bebés más vulnerables son aquellos menores de 2 años, pero especialmente aquellos menores de 6 meses que aún no han desarrollado la suficiente fortaleza en el cuello para mantenerla en su lugar.
La lesión cerebral puede llegar a ser grave cuando un bebé es agitado repetida y violentamente, sobre todo cuando la cabeza del niño se golpea en los movimientos contra una superficie así sea blanda, como una cama.
¿Qué ocurre al sacudir a un bebé?
Cuando un bebé es sacudido, su cerebro se mueve dentro del cráneo. Este movimiento genera que los vasos sanguíneos del cráneo se rompan y la sangre se acumule produciendo un daño irreparable al cerebro.
Las sacudidas pueden originar muchos problemas para la salud del bebé. Lo más peligroso, es que las consecuencias no se ven con frecuencia en el cuerpo del niño, en la mayoría de los casos no aparecen morados ni huesos rotos, aún cuando se pueden haber causado lesiones cerebrales.
El síndrome del bebé sacudido suele ser difícil de diagnosticar porque algunos de los síntomas también pueden atribuirse a otras enfermedades o trastornos.
La Clínica Mayo reveló que una gran cantidad de bebés ingresados con dificultad para respirar, convulsiones, vómitos, estado de conciencia alterado o asfixia, son causados por estos movimientos bruscos.
Para saber si ocurrió una práctica violenta en contra de un bebé, los especialistas evalúan lesiones cerebrales, sangrado debajo de las membranas que cubren el cerebro y hemorragia en las capas de la retina.
¿Qué síntomas ocasiona este síndrome?
Un bebé sacudido ocasiona un traumatismo craneal por maltrato o traumatismo craneal infligido, latigazo cervical, destrucción de neuronas lo que impide que el cerebro reciba suficiente oxígeno y por consecuencia genera un daño cerebral irreparable o la muerte.
Complicaciones y riesgos
Los expertos de la Clínica Mayo aseguran que sacudir a un bebé así sea durante segundos puede provocar daño cerebral irreversible o incluso, la muerte. En algunos pequeños, los daños por sacudidas no aparecen hasta los 6 años de edad.
Además de esto, el niño podría sufrir las siguientes complicaciones:
-Pérdida parcial o total de la vista.
-Retrasos en el desarrollo.
-Problemas de aprendizaje o de conducta
-Discapacidad intelectual.
-Trastornos convulsivos.
-Parálisis cerebral.
-Pérdida auditiva
-Trastornos del habla.
-Ataques epilépticos.
-Daños al cuello y a la espina dorsal.
Cuando un bebé ingresa en un centro de salud con síntomas graves del síndrome, se le coloca en soporte respiratorio y se le practica una cirugía para detener la hemorragia interna del cerebro. Esto luego de verificar a través de una resonancia magnética o tomografía el diagnóstico definitivo.
Juegos y prácticas que no se deben hacer con un bebé
-Zarandearlo: las sacudidas en un bebé pueden ser discapacitantes o mortales, como ya se explicó, por la debilidad de los músculos de su cuello que permiten que en los movimientos bruscos su cerebro se mueva dentro del cráneo ocasionando lesiones.
-No cargarlo: calmar a un bebé en los brazos les genera seguridad y confianza. Expertos aseguran que entre los 0 y los 18 meses de un bebé, necesitan afecto y el contacto cuerpo a cuerpo para establecer un vínculo afectivo.
-Pegarle: para enseñar a un bebé no es necesario darle una palmada. Los castigos físicos sólo convertirán al bebé en un niño más agresivo.
-Dejarlo con gases: después de cada comida de un bebé hay que sacarle los gases para evitar que padezca cólicos, se llene de aire o se ahogue con el buche.
-Abrigarlo incorrectamente: los especialistas del portal Guía Infantil aconsejan no vestir a un bebé con muchas capas de ropa y encima mantas, debido a que pueden producir sudoración excesiva, y en los pequeños el sudor no se evapora con facilidad por lo que permanecerá mojado.
-Dejarlo llorar: en bebés entre los 0 y los 3 años dejarlos llorar puede perjudicar su desarrollo emocional, según expertos. Además les genera estrés y ansiedad innecesarias.
-Dejarlo solo en la cama: los bebés pueden girar sobre sí mismos, por lo que pueden caerse y golpearse.
