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- La jornada de recolección de basura y escombros se realizó como parte del plan de descontaminación promovido por autoridades nacionales y regionales. Sin embargo, no se han adelantado las acciones a tomar contra el verdín y los derrames petroleros que afectan sus aguas
Un grupo de voluntarios, con el apoyo del Ministerio de Ecosocialismo y la Gobernación de Zulia, realizó el 6 de agosto una jornada de limpieza y recolección de desechos en las orillas del lago de Maracaibo. Esto como parte del Plan Especial de Atención de Descontaminación y Recuperación del régimen de Nicolás Maduro ante los altos niveles de contaminación que se registran en sus aguas.
De acuerdo con la agencia de noticias estatal AVN, alrededor de 200 toneladas de basura y escombros se recogieron de las orillas del lago. Sin embargo, no se mencionan las estrategias usadas para limpiar el agua de la capa de verdín que actualmente la recubre, así como del daño provocado por los constantes derrames de petróleo.
Solo se indicó que participaron representantes de la vicepresidencia sectorial de Obras Públicas y Servicios, del Ministerio de Ecosocialismo (Medio Ambiente), del Instituto para el Control y la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (Iclam). En la zona noroeste estuvieron trabajadores de la Gobernación del estado Zulia y alcaldías, así como de la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).
El plan
El 24 de julio, con motivo de la celebración del bicentenario de la Batalla Naval sobre el lago de Maracaibo, Nicolás Maduro anunció la creación de un plan especial para sanear el lago, el más grande del país. Delegó esa tarea en el exministro de Energía Eléctrica y actual vicepresidente sectorial de Obras Públicas, Néstor Reverol.
Precisamente el 3 de agosto, Reverol encabezó el 1° encuentro técnico científico para el rescate y conservación del lago de Maracaibo. Allí aseguró que el plan cuenta con un equipo de 300 personas, entre expertos, miembros de organismos gubernamentales y movimientos sociales. Contó además con la presencia del gobernador de Zulia, Manuel Rosales, y se comprometió a colaborar con las autoridades del régimen.
Sin entrar en muchos detalles, Reverol señaló que su plan consta de 10 líneas de acción que empezará con el diagnóstico y adecuación de 27 plantas de aguas servidas. También la recuperación de los laboratorios del Iclam, así como del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y la Universidad del Zulia (LUZ).
Agregó que se reorganizará a los Consejos de Pescadores y se hará un plan de fiscalización de las empresas públicas y privadas que operan cerca de las orillas del lago. En el caso de PDVSA, se conformará un comité técnico para evaluar medidas aparte ante los derrames de crudo provenientes de sus refinerías y oleoductos.
Amenaza verde en el lago de Maracaibo
Desde hace meses, habitantes y activistas han denunciado el estado de emergencia ambiental en el que se encuentra el lago de Maracaibo. Además de las enormes cantidades de basura vertidas allí, que incluye electrodomésticos grandes como neveras y televisores, se suman dos elementos que hoy son los dos problemas más grandes a enfrentar. El primero, los derrames petroleros; el segundo, el verdín, un microalga que se ha expandido por gran parte de su superficie y que secreta una sustancia altamente tóxica.
De acuerdo con el portal Efecto Cocuyo, científicos del Laboratorio de Microbiología Agrícola del Instituto de Investigaciones Agronómicas de LUZ, identificaron el verdín como una colonia de cianobacterias del género Microcystis. Este abarcaría actualmente alrededor del 70 % de la superficie del lago.
De este género de cianobacterias destacan las Microcystis aeruginosa, las cuales pueden formar floraciones de algas nocivas, y son comunes en cuerpos de agua dulce en zonas cálidas. Producen neurotoxinas y hepatotoxinas peptídicas como la microcistina, que provocan irritación y reacciones alérgicas al contacto con la piel. También pueden causar problemas gastrointestinales, vómitos, diarrea y hasta daño hepático al ser consumida. Afecta por igual tanto a seres humanos como a animales, y se desaconseja comer peces o mariscos de aguas contaminadas con cianobacterias.
A nivel ecológico, también resultan problemáticas pues cortan los niveles de oxígeno, afectando a toda la vida bajo el agua. Los científicos creen que precisamente la acumulación de aguas residuales en el lago produjo los nutrientes para la proliferación del alga. Desde su aparición, no solo ha afectado a los habitantes que ya no se pueden bañar en sus aguas ni usarlas para riego y ganadería, también a los pescadores que han perdido su trabajo por la contaminación de los peces.
Con información de EFE
