- Al menos 346 personas han denunciado casos de hurto con el uso de sustancias ilícitas en lo que va de 2023
El turista venezolano, Richard José Pacheco Terán de 43 años de edad, murió presuntamente al haberle suministrado escopolamina , comúnmente conocida como burundanga, con la intención de robarlo durante una fiesta, reveló este 15 de agosto la Policía Nacional de Medellín (Colombia), reseñó Blu Radio.
De acuerdo con las autoridades, durante lo que va de 2023 al menos 346 personas han denunciado ser víctimas de hurto bajo esta modalidad.
Según la investigación, Pacheco llegó a Medellín el 11 de agosto y salió a una fiesta para celebrar el cumpleaños de un amigo. Trascendió que algunos de ellos fueron a una discoteca gay en la localidad de Lleras. Luego, cuando salieron del recinto se encontraron con dos mujeres con quienes continuaron la fiesta en el sector de Villanueva, en el Centro de Medellín.
El informe del Cuerpo Técnico de Investigación Criminal y Judicial (CTI) de la Fiscalía colombiana indicó que, cuando sus amigos querían llevárselo para la casa, se encontraba en estado de ebriedad.
Al percatarse que no tenía varias de sus pertenencias, y que las dos mujeres que habían conocido se marcharon, avisaron a la seguridad del lugar que logró ubicarlas y recuperar algunos de los objetos hurtados.
Efectos de la sustancia ilegal en la víctima
Los amigos de Pacheco lo llevaron hasta el apartamento que habían alquilado en el barrio Conquistadores. Sin embargo, al día siguiente, cuando ingresaron a la habitación lo encontraron muerto.
Galvis alertó que el Valle de Aburrá es la zona que presenta el subregistro más alto por este delito, por eso piden a las personas denunciar estos casos que atentan contra la vida.
Otros hechos relacionados con sustancias ilícitas
Al menos 12 extranjeros, según la Personería de Medellín (organización de servicios sociales) han denunciado hasta agosto de 2023 haber sido víctimas de taxistas que no solo cobran elevadas tarifas por su servicio, sino que también estarían cometiendo hurtos mediante el uso de presunta escopolamina.
Galvis reveló que varias de las víctimas han terminado en la calle, sin ropa y completamente desorientadas.
Su consumo está asociado a una pérdida temporal de memoria, episodios de somnolencia, e incluso se puede asociar con el sonambulismo.
“Entran al taxi y de un momento a otro comienzan a sentir el cuerpo entumido o con cosquilleo. Muchos de ellos nos han contado que han optado por tirarse del vehículo”, dijo Galvis.
Los datos del Observatorio indicaron que se estaría cobrando 500 % más de los que marca el taxímetro específicamente a los extranjeros.
De igual forma, el personero Distrital de Medellín, William Yeffer Vivas, aseguró que en sectores como Provenza y el Lleras, en El Poblado, es donde se han reportado los casos.
“Hemos tenido denuncias por parte de turistas que toman un taxi en Provenza con destino a Envigado, una carrera que oscila entre 15.000 pesos (3,70 dólares) y la están cobrando entre 100 y 150 mil pesos (36,98 dólares)”, advirtió Vivas.
Testimonio de un turista
Santiago Briceño llegó a la ciudad de Medellín proveniente de Estados Unidos y denunció a Blu Radio que de regreso al hotel donde se está hospedando en el Poblado, un taxista le cobró 25.000 (6,16 dólares), por una carrera que de ida le costó alrededor de 8.000 pesos (1,97 dólares).
“Tome un taxi de los amarillos y el señor se puso a dar vueltas. Me tuvo como 45 minutos dando vueltas, lo que me parece injusto” dijo Briceño.