• Un día antes se anunció públicamente que el dirigente deportivo renunciaría durante la Asamblea General de la Federación Española de Fútbol

Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), aseguró durante la Asamblea General del organismo del viernes 25 de agosto que no tiene pensado dimitir por la polémica por el beso que dio a la futbolista Jenni Hermoso tras ganar el Mundial femenino. Además, definió el gesto como “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido” aunque pidió disculpas “por el contexto en el que se produjo”.

Fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas. Fue consentido, esta jugadora falló un penalti y yo tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante más de un mes y tuvimos momentos cariñosos en esta concentración” aseguró durante su intervención.

Rubiales relató que la futbolista le levantó del suelo. “Y casi nos caemos y al dejarme en el suelo nos abrazamos (…) me subió en brazos y me acercó a su cuerpo y le dije olvídate del penalti y me contestó eres un crack y yo le dije ¿un piquito? y ella dijo vale. Se despidió con un último manotazo en el costado y se fue riendo. Esa es la secuencia de todo”.

“Por lo tanto, no hay deseo ni posición de dominio y toda la gente lo comprende también”, añadió Rubiales, para quien no se trata de hacer justicia “sino de ejecutar un asesinato social”.

Un día antes se había anunciado públicamente que el dirigente deportivo renunciaría durante la Asamblea General de la Federación Española de Fútbol.

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El seleccionador de fútbol femenino Jorge Vilda junto al seleccionador del combinado nacional masculino, Luis de la Fuente escuchan la intervención de Luis Rubiales.| EFE

¿Qué ha dicho Jenni Hermoso?

Luego de que las imágenes del beso de viralizaron en redes sociales, la futbolista Jenni Hermoso intentó restarle importancia al hecho en sus primeras declaraciones al respecto.

“No se puede dar más vueltas a un gesto de amistad y gratitud, hemos ganado un Mundial y no vamos a desviarnos de lo importante”, dijo la futbolista luego de admitir que no le gustó el beso.

Días después, la campeona del mundo pidió que todas sus declaraciones fueran manejadas por el sindicato Futpro y su agencia TMJ para poder proteger sus intereses. El miércoles 23 de agosto el sindicato publicó un comunicado en el que exige, en nombre de Hermoso, medidas ejemplares contra Rubiales tras esta situación.

El polémico beso 

El domingo 20 de agosto, desde Australia, los espectadores españoles y de todo el mundo pudieron ver cómo el presidente de la RFEF agarraba con las dos manos la cabeza de la futbolista Jenni Hermoso, la atraía hacia sí y la besaba en la boca durante la entrega del trofeo.

Desde el mismo momento comenzaron las censuras de este gesto como una agresión machista e incluso llegaron tres denuncias ante la Fiscalía española.

La presión política, social y del mundo del deporte se fue extendiendo para exigir la dimisión de Rubiales.

Desde el gobierno español, partidos políticos y diversas asociaciones, pasando por la FIFA (La Federación Internacional de Fútbol Asociación), y hasta Amnistía Internacional denunciaron este comportamiento.

Descontento generalizado

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EFE/ Sergio Pérez

En un comunicado publicado el jueves 24 de agosto, Amnistía Internacional subrayó que el comportamiento de Rubiales es “una forma de violencia sexual” que “no puede justificarse de ninguna manera”.

Y la FIFA decidió también abrirle un procedimiento disciplinario, al considerar que su comportamiento, tanto el beso como otros gestos obscenos que hizo en el palco de autoridades durante el partido, “podrían resultar constitutivos de violaciones” de varios artículos del Código Disciplinario de esta organización.

El propio gobierno español prometió “actuar” sobre la situación del presidente de la Federación Española de Fútbol, después de que Hermoso exigiera el jueves, a través del sindicato Futpro, la adopción de “medidas ejemplares” contra Rubiales.

“Es necesario continuar avanzando en la lucha por la igualdad”, se afirmó en un comunicado en el que la futbolista rompió su silencio de varios días y precipitó la cascada de condenas al más alto nivel.

El ministro de la Presidencia, Féliz Bolaños, consideró “esencial que seamos conscientes del cambio de la sociedad española en estos últimos años. A la sociedad española ya le parece intolerable que haya comportamientos machistas, que se bese a una mujer sin su consentimiento”.

El presidente de la RFEF, que accedió al cargo en 2018, inicialmente menospreció las denuncias y restó importancia a su actuación, aunque finalmente tuvo que pedir disculpas.

El escándalo ha opacado la celebración de la Copa Mundial para la selección española, algo inédito hasta ahora, teniendo en cuenta que el fútbol femenino se profesionalizó en España en 2021.

Este deporte está en auge después de muchos años de esfuerzo y las futbolistas de la selección se están convirtiendo en referentes para miles de niñas en España.

Con información de EFE.

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