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- Expertos en musicoterapia compartieron cuatro métodos de relajación por medio de ritmos. Foto principal: Pixabay.es
El sistema motor del cuerpo humano, a diferencia de otros sistemas, muestra mayor sensibilidad frente a estímulos auditivos. Es por ello que especialistas en neurociencia destacan que, ante ello, surge un fenómeno conocido como sincronización, el cual se manifiesta cuando el sistema motor se ajusta de forma automática a los ritmos externos percibidos.
Un ejemplo de ello es cuando una persona escucha música y enseguida mueve su cabeza o pie al ritmo constante de la melodía, un fenómeno que deja en evidencia la notable influencia que ejerce el ritmo al estimular, acompañar y sostener el movimiento.
Investigadores del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), Argentina, desarrollaron una serie de enfoques de musicoterapia con el propósito de identificar qué melodías incitan a las personas a la acción y al movimiento.
Estos enfoques, según explicaron a la agencia de noticias Infobae, también exploraron cómo emplear la musicoterapia para fomentar la motivación en situaciones de monotonía o para relajar después de fuertes jornadas laborales.
“En un tratamiento de musicoterapia se puede trabajar en la rehabilitación de movimientos naturalmente rítmicos como la marcha, así como también en la rehabilitación de movimientos funcionales de brazos y manos a través de técnicas que proveen pistas melódico-rítmicas para facilitar la organización en el tiempo y brindar estructura a dicha secuencia de movimientos”, afirmó Jorgelina Benavidez, directora del Departamento de Terapias del Ineco.
Dentro de las estrategias terapéuticas de la musicoterapia, la directora mencionó que se emplean instrumentos musicales específicamente seleccionados con fines terapéuticos.
Estos instrumentos, mediante secuencias de melodías y ritmos, contribuyen al fortalecimiento de la fuerza, la resistencia y la precisión en habilidades de motricidad fina, entre otros beneficios buscados.
Una publicación de la revista estadounidense Medical News Today explica que la musicoterapia consiste en usar las respuestas y conexiones de una persona con la música para estimular cambios positivos en el estado de ánimo y el bienestar general.
La terapia musical puede incluir crear música con instrumentos de todo tipo, cantar, moverse con la música o simplemente escucharla.
Especialistas en psicología la utilizan, en ocasiones, como una alternativa para otros tipos de terapia como la terapia cognitivo-conductual.
Las técnicas de relajación a través del ritmo
-Identificar la música de preferencia o que la persona sienta que la activa
-Escucharla con plena atención, sin otro tipo de distracciones
-Prestar atención al ritmo y sus cambios de velocidad
-Involucrar, de forma gradual, cada parte del cuerpo hasta terminar bailando al ritmo de la música
Los investigadores aclararon que, si bien estos ejercicios y sugerencias no reemplazan al 100 % un tratamiento de musicoterapia, en un contexto de terapia musical busca definir metas terapéuticas diseñadas para la recuperación o impulso de diversas esferas como cognitiva, social, emocional, motora y comunicativa.
“Es útil identificar aquella música que nos invita a movernos, aun en esos momentos en los que sentimos cierta apatía o estamos cansados, sin energía”, admitió Benavidez.
El estudio destacó que la música ayuda en la preparación de iniciar una tarea, de escucharla durante tareas mecánicas o despejar la mente luego de una tarea de alta demanda cognitiva.
Otros beneficios
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como numerosos expertos en psicología y medicina reconocen los beneficios que la música y el ritmo pueden aportar a la salud mental y física. Algunos de ellos son:
-Mejora del estado de ánimo: la música alegre y enérgica puede estimular la liberación de endorfinas y dopamina, neurotransmisores asociados con el placer y la felicidad.
-Alivio del dolor: la música puede tener un efecto analgésico al distraer la atención del dolor y ayudar a liberar endorfinas, que son analgésicos naturales del cuerpo.
-Promoción de la socialización: el ritmo fomenta la interacción social al participar en actividades musicales en grupo, lo que puede fortalecer las relaciones y reducir la sensación de soledad.
-Estimulación del sistema inmunológico: escuchar música agradable puede aumentar la producción de inmunoglobulina A, un anticuerpo que desempeña un papel importante en la función inmunológica.
-Mejora del sueño: escuchar música relajante antes de acostarse puede ayudar a reducir el insomnio y mejorar la calidad del sueño.
-Rendimiento deportivo: un ritmo musical adecuado promueve la motivación y el rendimiento durante el ejercicio físico al mejorar la sincronización de movimientos.
-Mejora de la función cerebral: la práctica regular de la música, ya sea escucharla o tocar un instrumento, se ha asociado con cambios positivos en la estructura y función cerebral.
