• Canadá fue tercera tras imponerse a Estados Unidos en el partido por el tercer y cuarto puesto | Foto: EFE

Alemania se proclamó campeona del mundo por primera vez en su historia tras vencer a Serbia (83-77) en la gran final del Mundial 2023, tras un igualado partido que se decidió en el último cuarto, pero en el que pesó demasiado el tercer cuarto arrollador germano con un Dennis Schroeder estelar.

La selección alemana hereda de esta manera la corona de España y, como hiciera precisamente la selección española en China 2019, levantó el título sin haber perdido un solo partido durante el torneo.

Mundial FIBA: Alemania se proclama campeona por primera vez en su historia
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Serbia perdió su segunda final como país independiente tras un Mundial más que completo. Canadá fue tercera tras imponerse a Estados Unidos en el partido por el tercer y cuarto puesto. 

Dennis Schroeder, MVP

El alemán Dennis Schroeder, líder de la selección alemana que este domingo se proclamó campeona del mundo por primera vez en su historia tras batir a Serbia (83-77), fue nombrado como el Mejor Jugador del Mundial 2023, que se disputó de manera simultánea en Filipinas, Indonesia y Japón.

Tras el encuentro y sobre el parqué del Mall of Asia Arena de Manila (Filipinas) en el que se disputó la gran final, el base de los Toronto Raptors recibió el galardón que le acredita como el mejor jugador del torneo, heredero del español Ricky Rubio, que lo consiguió en China 2019.

Schroeder culminó ante los serbios una gran actuación global en esta Copa del Mundo en la que promedió 17,9 puntos, 2 rebotes y 6,7 asistencias por partido

Las incidencias del partido

La victoria estuvo en un tercer cuarto abrumador de los alemanes (22-10), en el duelo estelar entre Dennis Schroeder y Bogdan Bogdanovic que cayó de parte del germano, en el acierto de Johannes Voigtmann en la pintura, en el error de Guduric a falta de 13 segundos y en la solidez alemana ante los intentos de épica insurrección serbia. Ahí estuvo la final. En esas decantó Alemania la balanza a su favor para convertirse en campeona del mundo por primera vez en su historia, tras un duelo titánico por el oro en el que ninguno renunció a lo que legítimamente creyó suyo.

Reinó la igualdad en el primer tiempo. Nikola Jovic guió a Serbia en los primeros compases de partido, aunque luego fue Bogdan Bogdanovic el que ejerció de comandante en la batalla final. Marinkovic y Avramovic no fallaron a su cita. Todos brillaron en la noche señalada, con un máximo de 5 puntos a favor antes del descanso.

Alemania no quiso quedarse atrás en ningún momento. Los germanos resistieron a la circulación rápida y a la calidad serbia con solvencia. Fue un primer tiempo impecable. Igualdad máxima (47-47) al descanso, con Serbia muy acertada desde el exterior, obligada, y Bogdanovic implacable; y con Alemania sostenida en Schroeder y Franz Wagner.

Pero la igualdad duró hasta la vuelta de vestuarios. Emergió la mejor versión de Alemania, esa que ni si quiera Estados Unidos pudo parar en semifinales y que pareció enajenada, fuera de sí con las miras puestas en el objetivo mundial, en el momento crucial del partido y que dejó a Serbia contra las cuerdas. Una ventaja de 11 puntos a falta de 2 minutos en el tercer cuarto tras un parcial de 12-0 paralizó a Serbia, por momentos descompuesta ante la superioridad teutona, personificada en unos Schroeder y Franz Wangener desatados. Eran doce puntos de ventaja para Alemania antes de empezar el último cuarto (69-57).

No se podía dar nada por sentado viendo el transcurso de este Mundial. Porque Svetislav Pesic siempre había guardado un as bajo la manga, porque con Bogdanovic nunca se sabe y porque en una Copa del Mundo siempre ha habido espacio para la épica.

Quiso ser Avramovic ese héroe inesperado de un Serbia que lo intentó hasta el final y que rubricó un inicio de cuarto cuarto arrollador, reduciendo la ventaja a 4 puntos. Reaccionó Alemania y volvió a instaurar una ventaja considerable (78-69) que pareció ser definitiva. No para Avramovic, decidido a hacer historia con Serbia, que además tuvo en las manos de Guduric el triple para empatar (78-75). Serbia estaba de vuelta a falta de un minuto.

Apareció el hombre más importante de Alemania para hacer la canasta más importante. A falta de 20 segundos, Schroeder (28 puntos) tomó la responsabilidad y rubricó una entrada a canasta perfecta para poner el 81-77. Guduric, otra vez con el destino de Serbia en sus manos, eligió mal y regaló la posesión. Alemania lo tenía en la mano, y no lo dejó escapar.

Sufrió lo esperado teniendo en cuenta que era una final, pero más de lo que debiera viendo la ventaja al inicio del cuarto cuarto. Pero lo consiguió, fue el mejor equipo del Mundial, derribó la barrera y se proclamó campeona del mundo por primera vez en su historia.

Cánada se llevó el bronce

Mundial FIBA: Alemania se proclama campeona por primera vez en su historia
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Canadá aplacó a Estados Unidos (127-118) y se llevó el bronce del Mundial tras un partido igualadísimo que se decidió en la prórroga, y que dejó al ‘Team USA’ sin medalla por primera vez desde 2002, gracias a las soberbias actuaciones de Dillon Brooks y de Shai Gilgeous-Alexander.

fue Canadá la que, no sin sufrimiento, consiguió redimirse y llevarse el honor del tercer puesto tras una lucha contra la potencia mundial de este deporte. También fue la primera que lanzó el mensaje de atención a sus compañeros continentales.

En concreto fue un Dillon Brooks que acabó el primer tiempo con unas marcas estelares (21 puntos y 5/5 en triples) y que colocó el primer parcial con dos canastas para el 0-5. El dominio canadiense, aprovechándose de una Estados Unidos adormecida mutó en un +10 de ventaja (13-23) a falta de cuatro minutos que provocó el enfado de Steve Kerr en el banquillo del ‘Team USA’, con la cara desdibujada ante el inicio de los suyos.

Pero pese a las reprimendas, el ‘Dream Team’ no pudo frenar la circulación de la Canadá de Jordi Fernández, rápida, precisa y efectiva que puso el 25-34 al final del primer cuarto, con Estados Unidos, eso sí, empezando a comparecer en el partido.

Debió calar en los jugadores la charla de Kerr al descanso en el vestuario porque Estados Unidos salió decidida a presentar batalla. Un parcial de 12-0 (19-2 contando el final del primer cuarto también) le dio la vuelta hasta 40-36. Estados Unidos ya estaba allí. El partido comenzó de nuevo con un intercambio de golpes que acabó con el ajustado 56-58. Lo único que no pudieron parar los estadounidenses en ese inicio fue el recital anotador de Dillon Brooks, que sumó un nuevo triple, el sexto en su cuenta personal.

Aunque poco después, al final de ese tercer cuarto, Canadá volvió a encontrar las costuras de Estados Unidos en defensa y, con Shai Gilgeous-Alexander a los mandos, exhibiendo superioridad y dejando detalles de calidad en cada posesión, Canadá volvió a rubricar una ventaja de doble dígito (80-91) para encarar con cierta comodidad en último cuarto, con todo por decidir.

Pero Estados Unidos no estaba dispuesta a irse del partido así como así. No estaba dispuesto a protagonizar ‘otra sorpresa’ y, como ya hiciera en el segundo cuarto, se recompuso con contundencia, con un parcial de 7-0 que puso el 91-94. Canadá empezó a sentirse contra las cuerdas y Estados Unidos mucho más ligera.

Un triple de Haliburton amplió el parcial 10-0 y empató 94. Edwards se sumó a la fiesta y con una canasta aumentó la ventaja con el 12-0 parcial y el 96-94. La remontada fue completa en menos de cinco minutos. Canadá, muy superada, consiguió frenar la hemorragia con un rebote de Dort que sumó dos puntos balsámicos (96-96).

A falta de cuatro minutos, empate a 100. La igualdad era máxima. Cada fallo penalizado, cada acierto un golpe sobre la mesa que podría ser decisivo. Séptimo triple de Brooks (105-106). Edwards respondió con una entrada a canasta potente. De nuevo Brooks (39 puntos) igualó con un tiro libre (107-107), previo fallo del primero de ellos. Menos de un minuto y Alexander-Gilgeous se elevó para poner por delante a los canadienses con un movimiento que, si bien ha estado poniendo en práctica durante todo el Mundial, se antoja indefendible (107-110).

Fue entonces, con 108-111 en el marcador, justo cuando parecía que Estados Unidos estaba desahuciado, cuando apareció Bridges para errar un tiro libre, coger su propio rebote, irse a la línea de tres y empatar el partido dejando 0.6 en el reloj (111-111). Olynyk lo intentó desde la distancia, pero el partido se fue a la prórroga. Cinco minutos a todo o nada por el bronce.

Volvió a arrancar mejor Canadá y en dos consiguió seis puntos de ventaja (112-118), con Shai desatado (31 puntos), sonriendo tras sus canastas, sabiéndose el elegido en estos momentos. Una ventaja de seis puntos que Canadá, esta vez no dejó escapar. El triple de Rj Barret confirmó al victoria (118-127). Canadá aplacó al siempre temido ‘Team USA’ y cerró su gran Mundial con la medalla de bronce. Estados Unidos, pro primera vez en 21 años, precisamente desde su Mundial en 2002, se quedó sin medalla.

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