• El reconocido fotógrafo publicó junto al actor Sócrates Serrano el libro Grego. Camino de fe, en el que dan vida al beato a través de su importancia como manifestación cultural en diferentes partes de Venezuela. En entrevista para El Diario, Mauricio Donelli habla sobre las experiencias que lo acercaron al médico de los pobres, así como su vocación retratando rostros e instantes para la posteridad

*Esta entrevista exclusiva de El Diario se publicó originalmente el 9 de julio de 2023

Dicen que la fe mueve montañas, sin embargo, y quizás más importante, es capaz de impulsar la voluntad humana hasta los rincones más inexplorados del alma. Movidos por esto, el fotógrafo Mauricio Donelli y el actor Sócrates Serrano decidieron usar el arte para rendir homenaje a un personaje que para la cultura venezolana se convirtió en un símbolo de fe: el beato José Gregorio Hernández.

Con Grego. Camino de fe se concretó un proyecto de tres años que, como un hilo invisible, unió a ambos artistas. Este fotolibro está actualmente en proceso de impresión por la editorial Arte, y será publicado en el mes de agosto. Compila una serie de fotografías en las que Serrano personifica al médico de los pobres. Ambos recorrieron diferentes locaciones de Venezuela y el mundo. También incluye una serie de anécdotas personales en las que sus autores relatan las experiencias sobrenaturales que los llevaron, como muchos venezolanos, a creer en sus milagros.

En entrevista para El Diario, Donelli señala que este viaje artístico-espiritual los llevó a lugares como Isnotú, estado Trujillo, pueblo en el que nació José Gregorio Hernández en 1864. Pero también a otros como Nueva York (Estados Unidos), París (Francia), Roma y Toscana (Italia) y Madrid (España). 

Todo esto está registrado en este gran libro, que lleva el nombre de Grego porque así firmaba él a su familia más cercana dentro de sus cartas”, afirma.

Figura humanizada

Mauricio Donelli: “José Gregorio Hernández ha sido siempre una figura muy presente en el imaginario venezolano”
Serrano encarnando a José Gregorio Hernández. Foto: Cortesía Mauricio Donelli

Donelli cuenta que antes de Grego, ya había trabajado con la figura de José Gregorio Hernández como símbolo de la idiosincrasia venezolana. Durante 25 años recorrió el país con una estatuilla de yeso del beato que compró durante un viaje a Paraguaná (Falcón). “(La serie) se llama José Gregorio viajero. Hago muchas fotografías de él de espaldas, viendo los paisajes, documentándolo en los pueblos con la gente, los espacios naturales. Registrando en sus visitas su conexión con el pueblo y la naturaleza”, comenta.

En 2019 conoció a Serrano, quien por ese tiempo había estrenado la obra teatral Gregory: canal de fe, dirigida por Miguel Issa, en la que por primera vez encarnó al personaje. Mauricio Donelli indica que durante la pandemia de covid-19, le propuso al actor hacer una sesión fotográfica vestido como “Gregory”, además de mostrarle su trabajo. 

“Me preguntó por qué no lo humanizaba, pues yo seguía con la estatuilla de yeso. Se puso a disposición para ser el modelo y esa serie siguiera. Ahí empezó Grego a actuar como ya no como la estatuilla, sino como un José Gregorio humano”, agrega.

En sus viajes, no solo recorrieron lugares turísticos de Venezuela, sino que también repasaron la propia historia de José Gregorio Hernández, como el Hospital Vargas, el Ávila o la parroquia La Pastora, donde vivió y sufrió su accidente mortal en 1919. De acuerdo con la hora del día en la que tomó cada fotografía, el libro se divide en cuatro cuerpos: madrugada, mañana, tarde y noche.

Experiencia cercana

Mauricio Donelli: “José Gregorio Hernández ha sido siempre una figura muy presente en el imaginario venezolano”
Donelli (izquierda) y Sócrates Serrano (derecha). Foto: Cortesía

El nombre de Gregory, para referirse a José Gregorio Hernández, tiene una razón especial. Así lo llamaba Serge, la hermana mayor de Serrano, quien falleció de covid-19 en 2021. Fue ella quien lo acercó a la fe, en una familia dividida entre católicos y agnósticos, y donde el actor y también psicólogo se inclinaba al principio por el lado de la razón. 

Sin embargo, en una oportunidad Socrátes fue diagnosticado con un adenocarcinoma, un tipo de cáncer muy difícil de tratar. En medio del desánimo que le causó la enfermedad, Serge lo invitó un día a visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, donde reposan los restos de José Gregorio Hernández. “Vamos a ver a Gregory un rato”, le dijo. Estando allí, y sin ser creyendo de su causa, Serrano sintió una extraña cercanía que lo llevó a estudiar más sobre el personaje, que aún no era beato. 

Luego de investigar sobre su rol como científico, médico humanitario y figura de culto popular, Serrano estrechó más su conexión con “Gregory”, al punto de comenzar a llevarle ofrendas. “Al final se hizo su quimioterapia, pero un día tuvo la certeza limpiándose los dientes que estaba curado a través de José Gregorio. Lo sintió así y desde entonces ya tiene cinco años limpio de cáncer”, asegura Mauricio Donelli sobre su compañero. 

Mauricio Donelli: “José Gregorio Hernández ha sido siempre una figura muy presente en el imaginario venezolano”
Foto: Mauricio Donelli

El propio Mauricio Donelli también vivió una experiencia similar tras un accidente de tránsito que lo dejó al borde la muerte. Tenía 19 años de edad, y permaneció una semana en coma. De acuerdo a diferentes entrevistas que ha dado sobre el tema, en ese momento sintió una energía que lo trajo de vuelta mientras los médicos intentaban reanimarlo. Cree que pudo ser José Gregorio Hernández, pues su madre era devota de él y creció con una gran imagen suya en casa. De hecho, de forma parecida a Serrano, visitó el templo de Isnotú para orar por la salud de su madre, quien tiempo después se recuperó también del cáncer.

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—José Gregorio Hernández ha sido siempre una figura muy presente en el imaginario venezolano, ¿qué representa para usted su imagen como símbolo de la cultura popular?

—José Gregorio Hernández ha sido siempre una figura muy presente en el imaginario venezolano. Para mí es un representante de la venezolanidad, a la cultura, a la parte bonita de la creencia sobre un ser humano que no derramó sangre para ayudar, para liberar, ayudar y prestar su servicio. Fue una persona de valores muy profundos, un ser muy sincero, simple y muy correcto. Fue un representante de la moral, los buenos principios y las buenas maneras. Al ayudar a otros demostró ser un ejemplo de hacer el bien.

Detrás del lente

Mauricio Donelli: “José Gregorio Hernández ha sido siempre una figura muy presente en el imaginario venezolano”
Foto: Cortesía El Universal

Donelli nació en Coro, estado Falcón, el 2 de febrero de 1964. Sus tíos, Pepe y Fiorino Paulini, fundaron uno de los primeros estudios fotográficos del pueblo, por lo que creció entre rollos de película y viendo su trabajo en el cuarto oscuro. Aunque se mudó a Caracas a los seis años de edad, siguió visitándolos, y ya para los 12 años los ayudaba durante sus vacaciones con la tienda, además de tomar sus primeras fotografías. 

“Allí la fotografía me encontró a mí y yo encontré la fotografía. Son 40 años de proceso fotográfico que he llevado, porque me encontré con lo que me relacionaba a mí con con la vida. Fue un privilegio encontrar desde tan temprano y tan joven algo que me apasionara tanto como lo era la fotografía”, destaca.

Tras obtener una licenciatura en Ciencias Administrativas en la Universidad Metropolitana, Bonelli estudió Fotografía con Ricardo Armas, fotógrafo oficial del Ballet Internacional de Caracas; y la hispanovenezolana Soledad López, especializada en fotografía urbana y fotoperiodismo. Luego viajó a Nueva York, donde completó su formación con Ralph Gibson y John Reuter.

En 1994, Donelli ganó el Premio Nacional Luis Felipe Toro por su serie Retratos en la intimidad, sobre músicos latinoamericanos como Rubén Blades y Willie Colón, a quienes capturó con su lente durante un festival de salsa que realizó en Caracas. Precisamente sus retratos le han valido un gran reconocimiento internacional, teniendo imágenes de personalidades como Hugo Chávez, George W. Bush, Carolina Herrera, Naomi Campbell o el Dalai Lama. Varias de estas fotografías están ahora en la colección de la Galería de Arte Nacional y el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas. 

En 2020, los restos de José Gregorio Hernández fueron exhumados como parte de los requisitos solicitados por el Vaticano para su proceso de beatificación. Donelli fue uno de los fotógrafos autorizados para documentar el proceso, lo cual incluyó en el libro como un anexo.

Día especial

Mauricio Donelli: “José Gregorio Hernández ha sido siempre una figura muy presente en el imaginario venezolano”
Fotografía de Donelli que fue finalista en el concurso Top 10 Wedding Photos, en 2017. Foto: Cortesía

Una de las facetas más conocidas de Donelli, y quizás la más solicitada por sus clientes, es su faceta como fotógrafo en eventos sociales. A los 17 años de edad trabajó en su primera boda, y desde entonces ha pulido con el paso de las décadas un estilo particular que lo ha llevado a figurar en múltiples revistas y publicaciones especializadas. Tal ha sido la demanda, que Donelli fue el fotógrafo oficial de bodas como la de la presentadora Maite Delgado, o del príncipe Nicolás de Grecia y Dinamarca con la venezolana Tatiana Blatnik.

Aun así, a Donelli no le gusta ser catalogado solo como un fotógrafo de bodas. De hecho, no le gustan las etiquetas en general para describir su trabajo. “Yo siempre he buscado el arte a través de la fotografía, y todo lo hago de manera diferente.  Hago las fotos que quiero expresar, veo de forma diferente y expreso lo que quiero decir a través de esa visión”, aclara.

Por eso Donelli señala que no le gusta nunca repetir la misma fórmula en cada evento. Un desafío, considerando que ha asistido a más de 2.000 matrimonios a lo largo de su carrera. Aun así, siempre consigue un ángulo o encuadre únicos, algo que consiga reflejar ese momento tan especial en la vida de sus clientes con toda su humanidad.

“Las bodas las manejo de la misma manera que cualquier otro proyecto, con esa pasión y ese lenguaje fotográfico que me caracteriza. Por ende, tienen la diferencia de que no lo hago a manera comercial, sino de manera artística”, acota.

Avance del tiempo

Mauricio Donelli: “José Gregorio Hernández ha sido siempre una figura muy presente en el imaginario venezolano”
Foto: Cortesía Lucas Pineda

Mauricio Donelli actualmente está trabajando en su próximo libro, que espera publicar en 2024. Se trata de un compendio de sus cuatro décadas como fotógrafo, abarcando sus diferentes proyectos y etapas. Un largo camino que empezó revelando rollos de fotografía en Coro, y que ha pasado por exponer su trabajo en diferentes latitudes como México, Italia y Francia.

—¿Extraña la época en que se revelaban los rollos de fotografía? ¿Qué de la forma en que se toman fotos ahora con los celulares?

—Particularmente no lo extraño, porque para mí fotografiar siempre ha sido de la misma manera. No hace diferencia que fotografíe sea digital a como era antes con rollos. Lo que cambia la inmediatez, pero gracias a Dios que crecí alrededor de esa paciencia y tranquilidad. Con el enfoque de producir algo bien pensado y bien hecho, que tuviera la forma y la calidad de lo que de lo que quería expresar, porque la manera de hacerlo lo puedes hacer con los rollos en esa época y ahorita con un celular.

Pero la inmediatez es la que te hace justamente valorar el tiempo de respuesta. Anteriormente el tiempo de respuesta era mucho más lento a lo que es hoy, pero tengo la conciencia de todavía manejar el concepto de la imagen, o de lo que vaya a hacer, con todo el respeto que se merece”.
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