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- La abogada y defensora de derechos humanos recordó que el Estado venezolano todavía mantiene su deuda y la impunidad sistemática respecto al dictamen
La abogada y defensora de derechos humanos venezolana Linda Loaiza López, quien fue secuestrada, torturada, mutilada y abusada sexualmente en 2001, denunció que el régimen de Nicolás Maduro no ha acatado el fallo de la sentencia condenatoria de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a su favor y que tuvo lugar hace cinco años.
“Hoy 16 de noviembre se cumplen cinco años que la CIDH me notificó de la sentencia condenatoria que dictó contra el Estado venezolano por violaciones a derechos humanos en mi caso. Son cinco años exigiendo al Estado venezolano su obligación de cumplir con la sentencia. Una vez más debo recordarle al Estado que la impunidad que muestra sobre mi caso no prescribe por ser una violación a los derechos humanos, que su inacción me sigue revictimizando y también a mi familia”, escribió Loaiza en su cuenta de X (Twitter).
La decisión de la CIDH establece que el Estado venezolano debe “identificar, juzgar y sancionar a los responsables de los actos de hostigamiento, ataques y amenazas” contra la defensora de derechos humanos, así como “determinar, por intermedio de las instituciones públicas competentes, las eventuales responsabilidades de los funcionarios que no investigaron desde un primer momento lo sucedido”.
La abogada aseguró que el régimen venezolano ha mostrado impunidad y que “su inacción” solo provoca su revictimización.
El fallo de la CIDH a favor de Linda Loaiza
En 2018, la CIDH encontró al Estado venezolano responsable por los hechos de tortura y violencia sexual sufridos por Linda Loaiza López.
López fue secuestrada el 27 de marzo de 2001 cuando tenía 18 años de edad, hasta que, casi cuatro meses después, el 19 de julio de ese año, fue rescatada por las autoridades en pésimas condiciones de salud.
Los jueces de la CIDH dieron por probado que, durante el periodo que estuvo secuestrada, fue sometida de manera continua a diversos actos de violencia física, verbal, psicológica y sexual, incluyendo la ingesta forzada de alcohol, drogas y medicamentos, además de privación de alimentos.
De acuerdo con la sentencia, también fue víctima de golpes que le provocaron traumatismos contusos y hematomas en el rostro, los pabellones auriculares, el tórax y el abdomen, fractura de la nariz y la mandíbula, entre otros.
Tras su liberación, Linda Loaiza estuvo medio año hospitalizada y tuvo que ser sometida a 15 cirugías.
En el proceso penal interno, el agresor, identificado como Luis Carrera Almoina, fue condenado por la privación de libertad y lesiones graves, pero absuelto por abuso sexual.
El camino para exigir justicia
Linda Loaiza ha dedicado más de la mitad de su vida a buscar justicia por lo que le pasó. Y a pesar de que logró la sentencia a su favor en la CIDH, todavía no ha conseguido que el Estado venezolano responda a sus garantías.
Loaiza señaló que el Estado violó diversos derechos consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, mientras que el régimen venezolano sostuvo que no era responsable por violaciones a la Convención Americana, la Convención de Belém do Pará ni la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.
El dictamen de la CIDH convirtió a Loaiza en la primera venezolana en ganarle un caso a su país en instancias internacionales. No obstante, el Estado mantiene su deuda.
Loaiza ha manifestado en varias oportunidades que un fallo internacional no basta si el Estado no cumple con ese mandato.
Para la defensora de derechos humanos, actualmente en Venezuela sigue la impunidad sistemática, abriendo la puerta para la continuidad de crímenes contra las mujeres, niñas y adolescentes.
Con información de EFE
