- La pena de muerte volvió al centro de la controversia tras conocerse un nuevo caso de ejecución en el estado de Alabama
En una decisión que generó controversia en la comunidad internacional, el Tribunal Supremo de Estados Unidos aprobó la primera ejecución con gas nitrógeno en el país, programada para este jueves 25 de enero en el estado de Alabama.
Este método, considerado por algunos como un tipo de ejecución “más leve”, despertó críticas y reavivó el debate sobre las prácticas de la pena de muerte en todo el mundo.
Kenneth Eugene Smith, un hombre de 58 años de edad y condenado a muerte por un asesinato a sueldo en 1988, emprendió una batalla legal para impedir su ejecución con este método nunca antes probado, debido a que, a su juicio, solo está siendo tratado como un conejillo de indias.
¿Cómo funciona la ejecución con gas nitrógeno?
El gas nitrógeno es un componente esencial del aire que, en condiciones normales, es inofensivo. Sin embargo, cuando se administra en altas concentraciones, puede privar al organismo de oxígeno de manera rápida y eficiente, provocando la muerte.
En el contexto de la pena de muerte, el método de ejecución con gas nitrógeno implica que el reo reciba el gas de forma progresiva.
A diferencia de otros métodos de ejecución, como la inyección letal, el gas nitrógeno se presenta como una opción más “limpia” desde el punto de vista técnico, ya que no se utilizan sustancias controvertidas ni procedimientos intrusivos. Sin embargo, quienes apoyan esta ejecución argumentan que cualquier método de pena de muerte plantea preguntas éticas y morales.
La reacción de activistas de Alabama
En el caso de la ejecución a Kenneth Smith, poco se conoce sobre cómo será aplicado este método. Robin Maher, director ejecutivo del Centro de Información sobre la Pena de Muerte en EE UU, se mostró en contra de esta medida.
Alabama, Oklahoma y Mississippi son los estados que han aprobado el uso de gas nitrógeno para ejecutar sentencias de muerte en Estados Unidos.
Críticas y controversias internacionales
La decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos desató cientos de reacciones en organizaciones internacionales de derechos humanos y defensores de la abolición de la pena de muerte.
Estas organizaciones cuestionan si el gas nitrógeno es una alternativa verdaderamente más humanitaria y si la pena de muerte en sí misma debería ser reconsiderada.
Países que ya han optado por el gas nitrógeno, como China y algunos estados de la India, también han sido objeto de críticas por su historial en materia de derechos humanos.
La comunidad internacional sigue dividida sobre la moralidad y la ética detrás de la pena de muerte y, tras conocerse el caso de Smith, la adopción del gas nitrógeno como método de ejecución solo aumenta las tensiones en el debate, según opiniones de usuarios en las redes sociales.